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"En el juego hay reglas.."

-Camila por favor, te lo he dicho, no me gusta que vistas con esas fachas.-Reprocha mi hermana mientras se arregla su vestido largo y abierto por una pierna.-¡Es nuetro cumpleaños por dios, has un esfuerzo!

Suspiro cansada.

-Dime qué tiene de malo un vestido de hilo.

-¡Mucho, ponte uno de seda con escote, o yo que sé! ¡Pareces una mona!-grita estresada.

-¡Ya pero no me grites!

Madre se asoma por la puerta de la habitación.

-Mila y Ros, quieren parar.

-Madre no me digas así.-reproché, odiaba que me dijeran Mila.

-No peleen , hoy no y amor te digo Mila desde niña, nunca dejaré de decírtelo.

Asentimos y nos dimos miradas asesinas antes de seguir arreglándome.

Es nuestro cumpleaños número 24 , a mi en realidad me da igual , pero Rosa podrá trabajar con papá y dirigir el clan mafioso de la familia, en resumen , cumplir su sueño.

A mí en verdad me da un poquito igual eso.

Luego de media hora bajamos a la fiesta, dónde millones de invitados llenaban el lugar. Es un club moderno, padre lo compró como regalo y hoy mismo se estrena.

Una de las mejores amigas de madre nos llamó.

-Camila , Rosa, que bellas están.- elogia.

-Gracias Sra. Lourdes.- respondemos al unisílabo.

-Aunque son como dos gotas de agua-. Comenta Luana mi mejor amiga.

En realidad mi hermana y yo somos gemelas, tes blanca, cabello negro el mío por encima de los hombros y el de Rosa por la cintura, ojos azules , estatura alta y yo cuento con un lunar en uno de mis cachetes.

-¡Lu!- grito mientras la estrujó en un abrazo.

-Feliz cumpleaños chicas.

-Gracias- dice secamente Rosa.

-Estas preciosa- le doy un cumplido.

Y no era mentira, tenía unos vaqueros ajustados y un escote de encaje negro. Su cabello rubio con el mismo corte que el mío y sus ojos azules tan claros que parecen grises.

-Tu también Mila.

Volteé los ojos. Por más que reproche me dirán así. Muchos llegan a pensar que me llamo Mila en ves de Camila.

-Bueno que empiece la fiesta.

Estuvimos más de dos horas bailando y tomando. Hasta que del cansancio me dirijí al salón. Aquí la música no sonaba tan alta.

Me tiré y retiré los tacones para masajear mis pies.

-Estas igual que hace 5 años , huyendo de la gente.

Heredera de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora