When i'm with you, i'm happier than ever...
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La muerte había cometido una grave falta al alargar la vida de una humana con tobillos gordos, la excusa fue que aquella albina había encontrado a su media naranja y no podía quitarle la vida antes de que pudiera tener su primera cita soñada, los dioses del orden decidieron darle una segunda y última oportunidad, si volvía a cometer aquella falta el seria castigado, su alma se volvería polvo en el inmenso cosmos.
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Para evitar el mortal castigo, decidió no volver a entablar amistad con las personas que estaban destinadas a morir a una edad temprana, logrando hacer con normalidad su trabajo durante décadas.
Un día, su lista se alteró, el nombre "Yugi Amane" se había borrado, confundido convoco su libro y paso pagina tras página encontrando el mismo nombre en un tiempo de muerte lejana, y al regresar noto que se agregaba el nombre "Yugi Tsukasa" con el tiempo de muerte dentro de unos meses. El Dios del destino nunca cambiaba nada, lo que decide escribir sobre los mortales se queda tal y como él lo eligió, si algo cambia puede ser a causa de algo externo.
Intrigado por aquel drástico cambio, fue a observar a los jóvenes Yugi, - "gemelos" – pensó con desinterés, por lo que había visto, era una familia de 4 personas, todo parecía normal, la mamá y el papá eran amables y Amane era un chico saludable y normal, Tsukasa era el único enfermo que debido a la fragilidad que tenia se quedaba encerrado en su cuarto. Aun así, su curiosidad siguió y visito al gemelo menor para preguntarle si su condición siempre fue así.
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Kou miro con ternura al gemelo menor, se sorprendió de la valentía del chico, hacer tratos con demonios era algo difícil, pero él se esforzó para alargar la vida de su hermano a cambio de la suya, eso le recordó a su hermano Teru, si él no hubiera pedido a los dioses del orden una segunda oportunidad, Kou ya no estaría ahí.
A partir de ese día Kou uso más sus habilidades, mandaba a sus títeres a recoger las almas y guiarlos al mundo de los muertos, mientras él pasaba todo el día hablando con Tsukasa.
De alguna manera los dos lograron entenderse, platicaban por horas sobre cualquier cosa, y con ayuda del rubio, podían salir al mar o a los lugares que el chico quería ver, ambos eran felices juntos, al menos, hasta que llego el día de su muerte.
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- ¿Qué puede matar a un Dios?
- Hm... supongo, que, el amor
- ¿Los dioses sienten amor?
- Sí -.
- Cuéntame más -.
-Hace mucho tiempo, el Dios de la belleza se enamoró de un humano, pero, pronto llego la muerte de aquel mortal y el Dios no pudo soportarlo. No hay vida después de la muerte, las almas permanecen dormidas en el mundo de los muertos, así que, aunque él esperara, el alma de aquel mortal no volvería a nacer, la realidad le dolió mucho, él quería volver a verlo y nadie se lo permitió, porque no se debe irrumpir el mundo de los muertos, aquel Dios decidió hacer todo a su alcance para estar con su amado, sin dudar un momento, robo un arma del Dios de la guerra, una espada, y con ella atravesó su corazón, creyó que si podía morir iría al mundo de los muertos y podría estar con su amado, pero, no salió como lo planeo, los dioses del orden se enteraron de su plan y lo castigaron, su alma fue enviada a otro lugar, fue encerrado en una torre donde su luz se iría apagando por la oscuridad y soledad.
- Eso es bastante triste – susurro y después tosió fuertemente, cuando paro de toser, volvió a hablar. – Kou – nombro al rubio y lo volteo a ver.
- ¿Sí?
- ¿Me amas? -.
- Que dices, claro que no – dijo con un sonrojo visible en su rostro.
El menor rio – Yo si te amo – declaro en un débil murmuro. – Tengo sueño, ¿Podrías cantarme algo antes? – susurro lo suficientemente audible para el mayor.
Kon, Kon
¿Por qué el conejito de la colina tiene las orejas tan largas?
Porque su madre, comió hojas largas cuando era bebé
Por eso él tiene las orejas largas.
Kon, Kon
¿Por qué el conejo de la colina tiene los ojos rojos?
Porque su madre, comió frutos rojos cuando era bebé
Por eso él tiene los ojos rojos.
Tsukasa se había quedado dormido y Kou se mantuvo a su lado, solo quedaban unos pequeños minutos y por el bien del rubio, no debía intervenir, pero, su corazón dudo, él necesitaba vivir, aun le faltaba mucho que experimentar. Agrego más arena al reloj de vida de Tsukasa y antes de que pudiera ser enviado al mundo divino, beso la frente del chico y susurro – Yo también te amo -.
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- ¿Aun estoy vivo? – pregunto mirando su habitación y tocando su rostro confundido. - ¿Kou? – llamo al rubio varias veces, pero él no aparecía.
Cuando recordó sus platicas con el rubio sonrió – Al final, si me amabas, Kou – dijo con lágrimas saliendo de sus ojos, intento mantener su sonrisa, pero no pudo lograrlo, así que lloro más fuerte, permitiéndose liberar la tristeza y el dolor que sentía al saber que no volvería a ver a aquel rubio que se sacrifico para que él pudiera vivir más tiempo.
Recuerdos
- ¿Entonces tu podrías alargar mi vida si quisieras?
- Podría, pero si lo hago, convertirán mi alma en polvo, lo siento – hablo decaído.
- No importa, me basta con pasar tiempo contigo, ¡eres muy divertido! – exclamo genuinamente feliz.
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And if I hear that you miss me, I will return immediately...
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No sé porque siempre que imagino algo TsuKou termina siendo triste o de contenido sensible xd
Teru es el encargado de cuidar el mundo de los muertos. Las almas permanecen "dormidas" durante un mes y después se vuelven polvo, que es arrojado al cielo, formando parte de las estrellas. (al menos estarán juntos en el cielo).
Los castigos que dan a los dioses del orden, por incumplir con los reglamentos, son terribles y por ello muchos se limitan a hacer su trabajo sin sentir empatía por los mortales. Partiendo de aquí, el Dios del destino no hace nada si el destino de alguien cambia, porque seria involucrarse con mortales y prefiere evitar problemas con los dioses del orden, por lo que solo se limita a crear el destino de los bebés que nacen y ya.