SEGUNDA TEMPORADA DE ECOMODA

Por GUIOMAR Y CELIA

INTRODUCCIÓN :

¡Hola, aquí nos tienen con una nueva idea!. Le comentábamos a ETERNIDAD, que también nosotras habíamos pensado en la Segunda Temporada de Ecomoda, por si acaso Gaitán y la RCN no se deciden. Así que, lo primero que haremos es copiaros el resumen del último capítulo que se emitió en España, y que copiaremos íntegro del Rincón de Betty. Sabemos que casi todas las bettymaníacas, lo habremos leído y además las españolas, lo hemos visto, pero en atención a nuestras amigas de allende los mares, os lo copiamos. ESPERAMOS QUE OS GUSTE ECOMODA, SEGUNDA TEMPORADA.

ULTIMO CAPÍTULO DE ECOMODA (Tomado del Rincón de Betty)

Capítulo 26 -- FINAL

CAPÍTULO 1º : " SEÑORA DE MENDOZA "

Cuando se dirigían hacia el apartamento, Armando se sentía feliz, el corazón le saltaba en el pecho : por un lado su propuesta era la que había ganado y por otro lado, entendía la prueba de amor que Betty le había dado, en su torpe intento de protegerlo, esas palabras de agradecimiento de ella, llorando a sus pies, por todo lo que tenían, valían para él mucho más que cualquier cosa en el mundo, su mujer lo quería sobre todo y todos.

Sin embargo Betty se sentía fatal. No podía olvidar las risas y las humillaciones de todos, cuando los del Fashion dijeron que su propuesta era la ganadora . No se le iba de la cabeza, la cara de fastidio de Armando, soportándo estóicamente las bromas de mal gusto de Hugo y de Calderón, y la nobleza de su mirada y su sincero orgullo, al felicitarla. Ella quiso ayudarlo y lo dejó en evidencia, lo hizo pasar el rídiculo de doble manera : primero porque todos creyeron que había perdido, segundo porque todos debieron conocer su intento de protegerlo y eso lo haría aparecer más débil aún.

Tenía muchas ganas de llorar, pero Armando a su lado, silbaba feliz y le proponía ir a cenar algo ligero y luego buscar un cine, si llamaban a Lina, ella se quedaría con Camila.

Armando.- Mi amor, vamos a Unicentro, comemos en un italiano y nos vamos al cine... ¿sí?... hace mucho que no salimos y hoy me apetece celebrar, llamas a Lina, seguro que no le importa quedarse con Camila. Si nos damos prisa podemos pillar la sesión de las diez y estaremos en casita antes de medianoche.

Betty se tragó las lágrimas y con la sonrisa más alegre que pudo poner, le contestó :

Betty.- Claro monstris, ahora mismo llamo a la nana... Hoy es un día muy especial y tenemos que celebrar, además hemos tenido tanta tensión los últimos días, que una buena película nos vendrá muy bien.

Tal y como habían planeado hicieron. Cenaron temprano en una pizzería y entraron a una sala de cine. Betty agradeció al cielo que Armando, eligiese el film "Mi padre" de Jack Lemmon. Aquello era un dramón de los que hacen época y Betty pudo llorar a moco tendido, sin que Armando sospechase nada. Lo único malo fue, que la pelicula la deprimió aún más, si era posible.

Cuando llegaron a la casa, Betty estaba agotada y Armando eufórico. Pasaron a ver a la niña, que dormía tranquila en la cuna, y avisaron a Lina, que ya estaban en casa. Betty quiso darse un baño a ver si conseguía relajarse, pero Armando se empeñó en compartir la bañera con ella y lógicamente, su deseo de tranquilidad y silencio, su ansia de soledad en aquél momento, se convirtió en los preliminares del encuentro amoroso, que su esposo apetecía.

Del baño, Armando la llevó a la cama y comenzó su ritual de besos y caricias, pero por primera vez en dos años de casados, Betty no deseaba hacer el amor. No era culpa de Armando, era culpa de ella. Se sentía mal, no podía retirar de su cabeza las palabras hirientes y humillantes, que había tenido que soportar Armando, por su torpeza. Armando lo advirtió y un poco serio, le tomó la cara entre las manos y mirándola a los ojos, le preguntó :