Era un día frío y nublado en la bella ciudad de Kansas, los pájaros no cantaban ciertamente la ciudad parecía desolada, pero en cada casa se encontraba una linda familia esperando ansiosamente la navidad, excepto aquella peculiar familia que se encontraba en el hospital esperando la llegada de ese tan inesperado bebé. Gritos se oían desde la sala de partos, la madre del pequeño, Elena esta sufriendo los dolores de parto a gritos pedía que dejaran entrar a John, su esposo, la señora pujaba mientras apretaba fuertemente la mano de su esposo, sus hijas se habían quedado con la abuela.
Tras unas horas de gritos y pujidos se había escuchado un pequeño llanto, había nacido Jacob, un pequeño con el peso menor al debido, unos ojos oliváceos cambiantes, una pequeña cabellera color castaño claro, su piel pálida hacía contraste con la azul sábana que lo cobijaba, sus padres sabían que había algo extraño en él.
Unos días después habían llevado por fin al pequeño Jacob a casa, las pequeñas Eleonor y Emma se encontraban esperando a su "hermana" por lo que se llevaron una gran decepción al ver que era un pequeño y débil niño.
- ¡Mamá, tú me prometiste una hermana para jugar! – gritó enojada la pequeña Emma, se sentía tan decepcionada como sus padres y su hermana, un pequeño llanto interrumpió la pequeña discusión que se estaba formando. La madre se levanto y fue a amamantar al pequeño y dejarlo en su cuarto dormido.
Luego de eso la pequeña familia cenó y durmió a las pequeñas, una vez hecho eso los padres se sentaron y tomaron una pequeña copa de vino, cada uno pensando decepcionado en aquel pequeño que acababa de llegar a su familia.
- ¿Crees que lo debemos criar nosotros? – pregunto Elena tomando un pequeño sorbo de vino, mientras miraba a su esposo.
-No lo se amor, supongo que sí, ¿si no que dirán de nosotros? – dijo John mientras se terminaba su copa y se levantaba en dirección al baño- cariño ya es noche y Jacob no dejará dormir, ya sabes como es un bebé recién nacido-.
Para su sorpresa pudieron dormir sin ningún llanto de el pequeño, tuvieron una excelente noche, por lo que en la mañana se dirigieron a la habitación del pequeño y lo que encontraron fue una imagen un poco extraña, el niño se encontraba riendo risueño y ni siquiera se había enterado de que habían entrado al cuarto, unos segundos después Jacob volteó a verlos sus ojos eran una tonalidad miel y alzó sus brazos para que lo cargaran, su madre lentamente se cargó y lo alzó en sus brazos y lo empezó a amamantar notando como sus ojos cambiaban su tonalidad a ser un tono oliváceo claro, poco a poco se fue quedando dormido.
Mientras tanto las pequeñas se despertaban y se dirigían al cuarto de sus padres y se quedaron desconcertadas al no encontrarlos, como dos gotas de agua fruncieron el ceño y se dirigieron a trompicones al cuarto de su pequeño hermano y fruncieron aún más el ceño al ver que sus padres se encontraban con su pequeño hermano.
- ¡Mamá! - grito Emma llamando la atención de sus padres.
- ¡Queremos el desayuno! - dijo la pequeña Eleonor haciendo una rabieta junto a su hermana, eran unas chicas que habían sido consentidas desde que eran chicas, por lo que no estaban acostumbradas a ser la segunda opción de sus padres, mucho menos de no tener toda la atención sobre ellas, así que esa pequeña familia se dirigió al comedor.
AÑOS DESPUES
Otro frío invierno en Kansas city, la calle parecía más cálida que hace años, la gente salía a comprar los regalos para la navidad próxima, mientras que la familia Williams se encontraba comiendo, el pequeño Jacob intentaba comer fallando en el intento, se había ensuciado todo haciendo que Elena se enojase con él ya que pensaba que era lo suficiente mayor para hacerse cargo de sí mismo.
La familia habiendo terminado de comer, se dirigió al centro comercial a comprar los regalos para navidad, el pequeño caminaba a trompicones intentando seguirle el paso a la familia. Las pequeñas Emma y Eleonor tenían ya seis años, se habían vuelto unas niñas que conseguían siempre lo que querían, que con solo decir lo que querían lo tenían. Aquella familia tan perfecta por fuera, nadie sabía que aquella navidad sería diferente a cualquier otra.
Por fin había llegado ese día tan ansiado por las pequeñas, la familia se encontraba alrededor de la mesa, cuando el timbre sonó avisando la llegada de alguien, esto extrañó a la familia dado que no esperaban a nadie, Elena se levantó y abrió la puerta desconcertada, grande fue la sorpresa de la familia al ver una pequeña familia, una pequeña niña y sus padres, la niña tenía un cabello rubio y unos profundos ojos azules sus mejillas regordetas y de una coloración rojiza hacían un contraste con el frío día, sus padres estaban con una enorme sonrisa tomando la mano de la pequeña niña, ciertamente la niña tenia un enorme parecido con sus padres, la familia se veía llena de felicidad, con sus sonrisas llenas de vida.
-Hola, m-me llamo Sam- se oyó que dijo la pequeña cuyo nombre era Samantha, sacudiendo su mano energéticamente a forma de saludo, sus ojos recorrieron rápidamente la casa en busca de niños, al encontrarlo sus ojos se posaron en él mirándole con intriga, los mayores se encontraban platicando en el pórtico, la niña apretó la mano de su madre y le señaló a aquel niño que había despertado su curiosidad.
- ¡Mami! ¿Mira un niño, puedo jugar con él? – dijo mientras jalaba la mano felizmente, la madre de la pequeña le dio una mirada a la madre del pequeño pidiendo permiso para que su hija jugase con el recibiendo un asentimiento de parte de Elena por lo que la niña entro corriendo a tomar de la mano al pequeño Jacob, el cual la veía confundido, la niña llego junto con sus padres y le pregunto.
- ¿Cómo te llamas? – pregunto entusiasmada la chica mientras daba vueltas alrededor del pequeño, el cual se encontraba nervioso al jamás haber hablado con alguien, mucho menos con una chica.
- M-me llamo Jacob- dijo el chico tímidamente, una sonrisa enorme se dibujo en el rostro de la chica.
- Yo me llamo Samantha- dijo la chica mientras le miraba fijamente, ninguno de los dos sabía que ese sería el inicio de una hermosa y extraña amistad.