El renacer de un Dios.

Capitulo 8.

Ya han pasado varios días desde aquel incidente entre Issei y Mío y desde entonces las cosas han estado un poco densas entre ellos, Issei a pesar de que trataba de acercarse ah ella y poder hablar sobre lo que había pasado entre ellos y lo que le había dicho sobre lo que sentía por el, pero nada, ella siempre encontraba la forma de evadirlo y alejarse de el. Eso era algo que de verdad le dolía a Issei, siempre trataba de hablar con ella hasta que llegó al punto en el que vio que ya no tenía caso seguir intentando.

Ahora lo podemos ver acostado en su cama viendo al techo mientras pensaba en todas las cosas que le pasó en su vida, tanto malas como buenas, si es que alguna vez pudo experimentar cosas buenas, la mañana se empezaba a apoderar del cielo, Issei solo se mantenía acostado en su cama sin importarle nada, en eso escucha como el cuarto de su "hija" se abría para después cerrase además de escuchar pasos, si fuera el de antes saldría de inmediato y trataría de hablar con ella si o si pero el y no era el de antes.

Espero a que ella se fuera de la casa para después salir de su habitación y prepararse para irse a trabajar. Escucho como en la planta baja estaba Mío preparándose su desayuno para después escuchar como lavaba los trastes que había utilizado y después salir de la casa con dirección a la escuela, Issei procedió a levantarse revelando que solo traía un pantalón para después caminar a su armario y empezar a buscar en su armario su ropa de trabajo. Al ya estar cambiado salió del cuarto y se dirigió a la cosina donde vio un plato de comida con una nota la cual tomo y empezó a leer.

Te prepare algo de comida Oto-San espero que te guste y también decirte que me gustaría poder hablar contigo sobre lo que pasó entre nosotros y lo que ahora pasará. Lo lamento por haberte evitado estas semanas Oto-San espero poder hablar contigo después Oto-San.

Att: Mío.

Issei al leer la carta solo procedió a hacerla bola para después tirarla a la basura junto al plato de comida para después el servirse su propio desayuno e irse a trabajar, durante el camino al trabajo estubo pensando sobre que hacer de ahora en adelante, pensó que podría llevar una vida normal, pero tal parece que lo normal no era para el, después de todo una vez entras en el mundo de lo extraño te quedas ahí para siempre sin la posibilidad de poder conseguir una vida llena de paz y tranquilidad como una persona normal.

Con Mío: Ella se encontraba caminando con dirección a la escuela mientras pensaba en que podía hacer para poder arreglar las cosas con su "padre" después de todo ella vio como el intentaba hablar con ella hasta el punto en que pudo ver cómo el castaño se rindió en tratar de hablarle, ahora ella era quien quería hablar con el y resolver todo. Un poco hipócrita de su parte si lo pensaba bien. Estaba tan centrada en sus pensamientos hasta que noto como ya estaba enfrente de su salón de clases así procediendo a dar un suspiro cansado y entrar actuando como si nada.

De vuelta con Issei: Este se encontraba trabajando de forma tranquila, como si nada lo tuviera perturbado, pero en eso sintió que lo miraban de forma fija haciendo que se ponga bastante incómodo por eso así que en un acto de poder despejarse un poco volteo a un lado para distraerse un poco pero viendo como había una joven de cabello plateado y ojos del mismo color dandole una tienda sonrisa para después parpadear un par de veces viendo como el lugar donde se suponía que estaba ya no había nadie, si fuera el de antes pensaría que tan solo era su imaginación.

Issei: Tal parece que ella me logro seguir hasta aquí-Dijo para después dar un suspiro y sobarse la barbilla-(Suspiro) no se por que, pero me dieron una grandes ganas de darle una muy buena paliza a Gran Rojo cuando venga de visita-Dijo para continuar con su trabajo.

En la Brecha Dimensional: Se podía ver a Gran Rojo estar sentado en un sillón mientras tomaba un poco de café, estaba enfrente de una chimenea y vestía una pijama con una bata para dormir cubriéndolo el cual tenía diseños de varios Dragones chibis con gorros navideños. En fin estaba de lo más tranquilo hasta que sintió un enorme escalofrío recorre por su espalda para después dejarlo de lado y seguir en lo suyo mientras miraba el fuego de su chimenea.

Gran Rojo: Tuve el presentimiento de que Issei me mata por algo que hice, pero Neh de seguro solo fue mi imaginación-Dijo mientras le daba un sorbo a su café y hacia aparecer unas donas blancas para acompañar su cafecito sin sabe que ese iba a ser su posiblemente última cena.

Fin del capítulo 8.