La música llenaba el ambiente, una música ensordecedora con palabras en un idioma que Tendo estaba bastante seguro de que no era el suyo. O tal vez si lo fuera ¿Cuántas copas había bebido? No lo sabía, había cogido una copa y no recordaba verla vacía. Aun así, él se sentía dueño de sus actos. Se sentía totalmente capaz de decidir que era una buena hora para saltar al ritmo de los golpes de sonido, a pesar de que con cada saltó un poco del amargo líquido que llenaba su copa caía al suelo.
Él estaba bien, él siempre estaba bien. Nunca tenía malos días, ni momentos en los que no pudiera más, y hoy, alcohol en vena, no iba ser diferente. Un grito avisó antes de que la música cambiará, algo así como "Ahora toca Taylor Swift, perras". A pesar de que la voz era una que conocía desde hace tiempo, le costaba enforcarse en quien decía aquello. Tampoco importaba demasiado, porque ahora solo importaba una cosa ¡Cantar!
—¡I remember when we broke up, the first time! —Las estrofas salían de su boca a gritos exagerados y desafinados.
Varias personas más estaban cantando a gritos las estrofas de la canción, y el pelirrojo quería correr hacia ellas, echar sus brazos por encima y ser un coro.
Pero en cuanto su cuerpo se giró para ir con sus amigos chocó contra un muro. Bueno, no era tan duro como un muro, Tendo lo sabía, había chocado con muchos muros caminando distraído.
Además, pensaba el pelirrojo, los muros no tenían brazos musculados. Y mientras pensaba en eso una de sus manos apretaba el bíceps del que, cuando levantará su mirada, reconocería con su mejor amigo.
—Pues está más duro que antes. —Fue el primer comentario que salió por la boca del pelirrojo, que si de por si solía tener poca capacidad de inhibición ésta era aún mayor bajo la influencia del alcohol.
—He estado entrenando. —Contestó Ushijima con su estoicismo habitual, o eso creía el pelirrojo, porque quien lo observara desde fuera y lo conociera muy bien notaría su ceño ligeramente fruncido.
Pero una de las partes de esta conversación seguía evitando mirar demasiado a la otra, y es que desde el intento de Ushijima por pedirle una cita a Tendo este lo había estado esquivando. Ya fuera de manera intencional o no, llevaban sin hablarse de verdad desde aquel extraño abrazo.
—Tú siempre estas entrenando. Aunque supongo que por eso tienes esos hombros ¡Mírate! —Y conforme lo dijo sus manos subieron por el brazo del contrario para darle unas palmadas en su espalda, todo esto sin levantar la mirada.
O al menos esa había sido la intención inicial del pelirrojo, pero en cuanto sus manos rodearon los hombros ajenos el más alto rodeo su cintura y ahora su ceño se frunció más notablemente.
—¿Cuánto has bebido?
—Unadostres. —Habló el pelirrojo con la lengua trabándosele al decirlo, arqueándose un poco para no seguir completamente pegado contra el pecho de su mejor amigo—. No sé, ¿Qué importa?
—Importa, no quiero que te hagas daño.
—No me ha...—no acabó la frase pues de sus labios salió el estribillo de la canción, elevando ambos brazos mientras la cantaba a gritos. —¡We are never ever, ever getting back together!
El castaño aprovechó ese momento para sujetar las mejillas del contrario y obligarlo a mirarlo a los ojos. Era la primera vez, a su parecer, en demasiado tiempo que lo hacían. El pelirrojo se quedó con una estrofa de la canción colgando en sus labios, y un leve sonrojo en sus mejillas.
—¿Ya puedes mirarme a los ojos?
—No. —Otra vez su lengua habló antes de que él pudiera pensar. Todo mientras se contradecía porque no podía dejar de mirar los ojos ajenos ahora.
