Capítulo 1

239 28 25
                                    

Portada realizada por la inigualable Nihameadas

🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰🔰

Miró alrededor con curiosidad, su reflejo en el espejo le sonrió abiertamente, mostrando una hilera de dientes tan blancos como los de las propagandas de pasta dental. Sus ojos color chocolate brillaban emocionados. El baño donde estaba metido era lindo. Pensaba que tenía que tener un baño así cuando fuera grande. Las paredes y el piso de un  reluciente blanco, un delicioso aroma a lavanda que parecían salir de esas bolitas de gel que había sobre el lavamanos de color negro al igual que la taza del baño y el jacuzzi, que el niño simplemente nombró "tina grande" y se veía bastante cómodo ahí dentro. El espejo brillaba de limpio, ni una sola huella se podía encontrar sobre el mismo. Las toallas de un agradable color durazno se veían suaves y se sentían suaves.

Hoseok abrió las puertas de la estantería sobre el lavamanos y con toda la calma del mundo revisó lo que había ahí dentro. Pasta dental, de la misma que él usaba, dos cepillos dentales completamente nuevos y dentro del empaque, aspirinas, venditas con dibujos de superheroes, alcohol, yodo, una cosa que parecía un jarabe que tenía escrito encima con una hermosa caligrafía "para la fiebre" y también había una bolsa de algo que no sabía que era pero decía "Toallas femeninas" ¿Habría acaso toallas masculinas? El niño de 6 años decidió que le preguntaría a su padre para que le comprara unas cuantas toallas masculinas.

Al abrir la otra puerta de la estantería torció el gesto, estaba lleno de papel higiénico y finalmente la estantería baja estaba llena de toallas de bellos y suaves colores.

Hoseok volvió a mirar a su alrededory finalmente lavó sus manos con el jaboncillo líquido de color rojo y delicioso aroma a fresas, las secó con las suaves toallas y finalmente se puso alcohol en gel que tenían unas bolitas color verde y olían delicioso a limón.

Abrió la puerta del baño y salió lentamente mirando a izquierda y luego a derecha.

Siempre era así, a su madre, Park Lia, le fascinaba hacer nuevas amistades y la no había desperdiciado la oportunidad que se le brindó cuando esa nueva y extraña familia se había mudado a la casa que por años estuvo deshabitada en su barrio. Lia siempre llevaba a su pequeño sol con ella a las visitas a sus innumerables amistades.

La madre de Hoseok tenía la firme idea de que los contactos se debían plantar en la niñez, así, cuando se tenía la edad suficiente tendrías cualquier puerta abierta debido a las amistades de años que formabas. Por esa misma razón es que se aseguraba de que sus tres hermosos hijos tuvieran tantos amigos como les fuera posible.

Hyungsik, su hijo mayor que estaba a días de cumplir 18 años y ya tenía suficientes propuestas de trabajo a medio tiempo para apoyarse para la universidad. Nayeon la princesa de la casa acababa de cumplir 15 años y seguía los pasos fieles de su hermano mayor y por último Hoseok, el pequeño sol de la familia que en dos meses cumpliría 8 años no tenía muchos fines de semana libres de asistencia a los mil cumpleaños de los amiguitos que a su corta edad ya tenía.

El pequeño pelinegro había desarrollado cierto gusto extraño debido a las innumerables visitas que su mamá lo, prácticamente, obligaba a realizar en su compañía. Un gusto que no muchos, por no decir nadie, entendían. El pequeño niño adoraba conocer y revisar a fondo los baños de las casas nuevas que conocía ¿Por qué no las habitaciones? ¿Por qué no los patios amplios y llenos de vida? Porque eran aburridas. En cambio en los baños habían tantas cosas extrañas y podías ver que tan limpias eran las personas por qué tan limpios mantenían sus baños.

El niño caminó de regreso a la sala donde los adultos conversaban entre risas y un tono por demás amigable de ambas partes.

—¿Todo bien? —preguntó Lia cuando su hijo menos se sentó junto a ella y bebió un sorbo del refresco de uva que la nueva vecina, la señora Jang les había invitado.

Huele a peligro HopeV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora