Había una vez ...
Un rey solitario y odiado , un hombre injusto y cruel que gozaba de la sangre de inosentes ciudadanos y abusar de su poder , ningún aldiano se atrevía a dar un paso cerca de el inmenso palacio.
Jamás han visto un solo empleado entrar o salir de las garras del tenebroso rey por lo que circulaba por el pueblo que una vez entrabas al palacio no volvías a salir. El odio hacia el rey era simplemente por el boca en boca porque si hablamos de pobreza , el pueblo era hermoso y bien mantenido, ni una sola persona vivía en las calles aún así el rencor ante el rey era más que vivo y latente.
Lo único que podían saber con seguridad era la obsesión de el rey por la carta de corazones , teniéndolo así como escudo grabado en la puerta , no sabían su nombre pero si que era el temido rey de corazones , hijo de la reina roja , una mujer conocida por las tantas cabezas que alguna vez nadaron por el Río rojo sangriento , Río que ahora estaba seco y adornado con cráneo en mal estado. Muchos creyeron que el rey de corazones era un maniático que ocupaba los corazones en referencia a las cabezas cortadas , esto porque cada tanto se agregaba un corazón rojo a la puerta.
Minho , un muchacho sin gracia alguna , era un curioso chico con ganas de entrar a ese aterrador lugar. Sus padres no eran muy comprensivos, deseaban alejar a su hijo menor de las garras oscuras pero era inevitable que Minho volviera cada día a las puertas de el palacio a golpear con insistencia.
Sus padres dejaron de preocuparse cuando vieron que nunca nadie abría , dejaron a Minho ir todos los días para que se entretuviera mientras ellos buscaban una buena esposa para casarlo de una vez. El pueblo lo trató de loco pero eso le daba igual , era bien sabido que el pueblo era caprichoso, despreciaba y no agradecía.
Como siempre volvió a alejarse de su hogar , dando saltos apresurados para no decir que estaba corriendo hacia las grandes y pesadas puertas. Era ya tarde , el cielo estaba pintado de amarillo cálido . El día anterior le dijo a la puerta que lo esperara con una sorpresa , como si lo estuvieran escuchando.
—Feliz cumpleaños chiquillo.
La voz de el hombre lo hizo parar , el anciano era el que vivía más cerca de el castillo , el único que nunca lo nombró loco y también uno de los fieles creyentes de que el rey no era un desquiciado asesino.
—¡Tarrant! Hoy es el día, estoy seguro de eso. –dijo confiado mientras le tomaba la mano al viejo– Espero que las historias que tanto me dice sean ciertas, no me gustaría que fuera como la reina roja.
Tarrant negó lento mientras despeinaba su cabello.
—Por más que los pueblerinos lo nieguen , el rey de corazones fue criado por Mirana , la reina más buena que conocí jamás , muchos dudan de el rey pero estoy seguro que será tan bueno como ella.
Minho no tuvo más que decir , se despidió en silencio y volvió a correr Tarrant temeroso y con algo de angustia se despidió de el chiquillo que le acompañaba cada día , lo extrañaría pero sabía que el corazón que se ganaría en la puerta sería el más grande y hermoso que jamás se haya visto.
Minho se detuvo abruptamente , giró su cuerpo para ver a Tarrant pero ya no estaba , eso le dió un mal presentimiento , jamás le tuvo miedo al palacio pero en ese momento lo tuvo. Su puño golpeó con fuerza e insistencia , tratando de no arrepentirse .
Se quedó ahí parado , mirando la puerta con esperanza , realmente quería entrar , lo deseaba , no por no querer su vida con sus padres , eran personas relativamente buenas , es solo que desaba ver con sus propios ojos al rey, quería ver si era tan malo como decían o si era un hombre bueno como Tarrant tanto insistía.

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Minho y el rey de corazones. ʙᴀɴɢɪɴʜᴏ
Fanfichabía una vez Minho y el rey de corazones... Bang love Lee Fantasía Soft (?) one shot