E ɴ ᴠ ɪ ᴅ ɪ ᴀ (𝑶𝒏𝒆-𝒔𝒉𝒐𝒓𝒕 𝑪𝒓𝒐𝒔𝒔𝒎𝒂𝒓𝒆/𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕𝒄𝒓𝒐𝒔𝒔)

Única parte.

__________________________________

Sus puños sonaban una y otra vez sobre un rostro ajeno. Arriba, abajo, derecha e izquierda, daban fuertes sonidos al son de los quejidos del esqueleto monocromático. Sus manos intentaban subir a parar o empujar al atacante pero este no paraba. Le alzaba la voz frustradamente, pero no podía detenerlo, solo escucharlo.

¿Cómo lo había encontrado? Si fue llevado a ese lugar para que no lo encontraran. Pero era inevitable saber que el rey de las pesadilla lo haría he iría por su dulce venganza, claro, luego de días de recuperación desde la última pelea que tuvieron y que escapó con su secuaz.

— ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! — Repetía mil veces el de arriba, el que yacía sentado en su estómago golpeando a puños.

Sus nudillos sangraban y esta sustancia carmesí se mezclaba con la púrpura del contrario. Se escuchaban solo los gritos de desesperación y los murmuros cada vez más fuertes de la voz potente del guardián que, con sorprendentes lágrimas amargas que recorrían sus pómulos, le repetía odioso.

Cuando los gritos se calmaron por el desgarre, al fin, el de te tentáculos exhausto se detuvo respirando con agitación, su pecho dolía, pero no tanto como el rostro del de abajo.

— Te lo dije, te lo dije maldito bastardo, te encontraré siempre... Cada vez que pienses en mal, cada vez que sientas pesar, siempre vendré por tí y estoy muy cabreado hoy...—Le escupió a la cara asqueado al verlo.

Le había roto el hueso de la cavidad nasal a Cross, el cual escupió un diente en respuesta a lo dicho, indicando desafío.

— A veces eres realmente estúpido... Cross —Con su mano fuerte agarró y los pómulos del mono romántico apretó con furia insaciable— Te dije hace tiempo que haría que repitieras la muerte de tu AU una y otra vez hasta que no tuvieras ganas de seguir viviendo, lo intenté la última vez... Quise atormentarte, casi lo logro, casi lograba que sucumbieras pero ¡Noooo! Tenía que venir mi hermano ¿No? El es tan cercano a tí... Se lleva tu mirada de, ahg, cariño y respeto. Tu y YO teníamos un trato ¡Pero lo rompiste! No sabes cuánto te odio, no debería importarme que un juguete más de la nada se fuera como perro faldero tras ese... Esa princesa de Disney. ¿Qué pensabas? «¡Wow! Conocí a alguien que me ayudara y aún así de no fiarme por completo voy a hacerle caso ¡Es una increíble idea!» INGENUO DE MIERDA.

— Al... Al me-menos él no es u-un pulpo petrolero co-con delirios de grandeza...—Decía con una voz entre cortada, estaba realmente herido y dolía todo su cuerpo.

—...

Nightmare no soportó más y agarró el cuello del sujeto bajo él.

— No debería hacer tratos como alguien cómo tú... Oh, Cross, Cross eres tan fácil de manipular. Crees que esto es gracioso ¿No? En el fondo eres como los demás, como podría ser él. —Esbozó su gran sonrisa de extremo a extremo, abriendo su cuenca grandemente y dirigiendo su fina pupila al contrario.

— N-No...—Su voz desafiante se desvaneció con el aire y lo miró detenidamente.

Sabía que Nightmare sufría de esto aún así que no lo admitiera, y se dió cuenta también de que estuvo empeorando la situación.

— Te gusta ver sufrir a los otros, oh, sí, sí, eso también me va, jaja, oh Cross...—Apretó el agarre de a poco con un tono seco pero entre sollozos que a veces le daba.

— C-calla...ah...—Sentía cómo lentamente le faltaba el aire.

Con sus pocas fuerzas y un HP muy bajo, tembloroso, agarró las manos de su atacante. Lo miró al iris fijamente haciendo contacto visual.

— ¡No! Cállate tú... Te tengo tanta envidia cruz traidora, envidio que a pesar de todo tengas esperanzas, envidio que seas feliz, envidio a mi hermano por llevarte con él y te odio por enamorarme de esa manera. —Vio cómo Cross quedó atónito— Odiaba que se llevarán algo de mi propiedad, envidiaba a los que te hacían sentir fuerte, envidiaba que no pensarás en nada más que en algo que te importaba y aún envidiaba más ver cómo escapabas de este lado oscuro y, sin duda, me dejabas atrás, con las palabras en la boca. —Acercó su rostro levemente sonriendo sádico mientras lloraba— Envidiaba a mi yo interior que sí podía amar a alguien ¿Y yo? Una masa negra de oscuridad inestable emocionalmente y maligna por todos lados. No, no quiero que me tientes a probar de ti, lo sabes... Tu sabías que sufría y no hiciste nada, como todos.

— N-Night...—No podía casi respirar su vista se volvió borrosa y sentía presión tanto en su cabeza como en su cuello. La sangre empeoraba todo, se desprendía para dentro de su boca atragantándolo lentamente, era doblemente asfixiado tanto fuera que por dentro.

La frustración.

La tristeza.

El pesar.

La culpabilidad.

La impotencia.

La enferma fragancia que se desprendía malévolamente del de arriba. Cuando el monocromático la olió supo que sería lo último que olería.

Su aroma elegante, muy elegante pero con un toque a una vainilla fuerte, mezclado con la fragancia metálica del líquido que recorría sus nudillos. Sentía como una oscura aura inundaba su ser, terrible pero cálida, sentía como esta transpiraba su poco oxígeno faltante.

Era aterrador. Pero ¿Entonces porque no se sentía lo mínimo horrorizado? Su mente casi en blanco se iba por el placer que ardía de sus heridas al tocar mares salados, sus pómulos calentura a la par que la tenue luz de su miraba marchaba del vacío infinito que llamábamos vida.

Todo se volvió oscuro.

A eso sí se le podría haber llamado un beso de muerte, el primer y último beso que tendría.

Y el que causó el llanto entre risas del de mayor edad.

Tuvo envidia toda su vida, sabiendo que quedaría como segunda opción, pero al menos por primera vez había experimentado ser el primero en algo.

Y fue en quitarle con tan sumo sufrimiento el beso que le quitó la vida al que amaba y detestaba.