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Ella caminaba por las calles de aquel pequeño pueblo, tenía frío pues la época invernal estaba en sus inicios.

Se abrazaba a si misma, todas las casas estaban en oscuras.

—Genial —murmuró sarcásticamente, su aliento se convirtió en humo cuando hizo contacto con el aire frío.

Unas pequeñas lágrimas se resbalaron de sus mejillas, se sentía cada vez más cansada.

De todo; familia, amigos, cercanos y parejas.

No estaba bien para nada.

No supo que sentir cuando encontró a su prometido engañándola con otra mujer.
Sabia que había llegado muy lejos para que ese pequeño sueño de ser amada fuera real.

Aquella cabellera pelinegra dando gemidos de placer mientras que el, su prometido jadeando era lo que recorría su mente en estos momentos.
Sentía que era una imagen que no podría olvidar fácil.

Ahora no tenía donde quedarse.

—Niña —ella volteó a sentir que le hablaban—, es peligroso estar así a estas horas, especialmente en este frío.

Una señora ya de la tercera edad la detuvo, entregándole un haori que le podría brindar algo de calor.

—Muchas gracias —mustió cubriéndose con la prenda—, le debo mucho.

—No te preocupes —sonrió amablemente—, no tienes porqué devolverlo, solo busca un lugar para quedarte.

—Claro, que tenga buena noche.

—Tu también querida.

Y así siguió caminando, recordando los mejores momentos que había tenido con su ahora ex-pareja.

No podía creer que el había tirado todo por la borda.

No podía más, se resignó a aceptar que este sería su final.

Miró sus alrededores, la nieve comenzaba a caer, solo árboles y más árboles.

—De esta no salgo —suspiró—, algún lobo o animal me matará.

Miró sus manos, estaban congeladas. Rió un poco.

—Si sobrevivo, no volveré a esperar cosas de alguien.

Siempre había fingido ser algo más, crear una máscara la cuál la hacía alguien perfecta, estaba cansada de eso.

Miró el cielo, las estrellas lo adornaban.

Se sintió tranquila, aceptó su final sin más.

El frío consumió por completo su cuerpo, su vista se torno negra, las pocas fuerzas abandonaron su cuerpo.

Lo último que sintió fue su rostro golpear con el frío pasto.

Lo último que sintió fue su rostro golpear con el frío pasto

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I Just Wanna Be Your's; Douma x Lectora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora