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Antes de que el mundo que conocemos fuera creado o su historia fuera comenzada, todo comenzó con un respiró, todo en el mundo fue creado en un parpadeo, dejando a los primeros humanos en una formación completa entre los 20's y luego a los demonios, “las perdiciones” fueron llamadas, criaturas que según Dios, ayudarían a comprobar la lealtad de sus creaciones, ellos bajaron a la tierra en muchas ocasiones, unos hombres, otras mujeres, para tentar al humano a pecar, hasta que finalmente caían y se iban directo a el infierno.
Actuaban de forma vil al ojo humano, pero ellos nunca los obligaron a hacer nada que ellos no estuvieran dispuestos a cumplir.
Hasta que un día, después de 2,000 años, una demonio llamada Utsukushi, por su gran belleza, por sus varias misiones exitosas, fue convocada directamente por su Amo:
—Gran señor, que desea de mi, su humilde servidora?
—Tranquila, nada malo, solo te convoqué para felicitarte personalmente, eres la más grande de mis perdiciones y por eso te quería asignar a un nuevo humano, el nieto de tu primera víctima, lo recuerdas?
—An Wang?
—Ese exactamente, lo necesito fuera del mundo, Dios me encomendó personalmente que lo probará...
Ella fue al encuentro de un humano que era "un fiel seguidor de Dios", se dijo a sí misma que si lograba engañarlo, lo mataría ella misma, pero... Al encontrarlo, fuerte, trabajador, y francamente hermoso, se quedó embobada, así que se fue hacia él, para hablarle, cuando derrepente el volteó hacia ella y le dijo:
—Hey! Puedes ayudarme con estas cajas?
Ella se señaló a sí misma en confusión, hasta que le dijo:
—Sí tú, aquella que se acaba de señalar!
Entonces ella fue a ayudarle y cargo las cajas de madera en silenció, hasta que volvió a hablar:
—Eres muda? O no te gusta hablar?
Ella contesto:
—Es solo que no encuentro razones para hacerlo, las palabras son irrelevantes
—Ah sí? Cómo?
—Digamos que alguien está decidido a matarte, un "No me mates" no hará que cambie de opinión, o también el hecho de que hable no me da la garantía de ser escuchada
—Ya veo...
Fue lo último que se dijeron aquel día, pero ambos querían volver a encontrarse, a tal nivel que Utsukushi volvió al infierno a ver a su Amo.
—Oh Amo, lo lamento, pero vengo con terribles noticias
—Que paso?
—Lo siento mucho, pero aquel que me has mandado a matar me ha... Conmovido Amo, lo... He dejado vivir
El Amo se levantó de su trono, bajo hasta donde ella estaba y vio como Utsukushi se arrodilló ante el.
—Levantate Hikaru
Ella nunca había escuchado su segundo nombre de la boca de su Amo, así que lo obedeció.
—Hay algo más, verdad?
—Sí, quiero mi libertad, creo que... Ya no deseo matar, lo lamento.
—No, tranquila, no soy un monstruo, tu lo sabes más que nadie, en especial con mis Perdiciones, así que si quieres ser libre de mi, tu puedes, pero deberás llevar algo
—Que cosa?
Su amo encendio sus palmas con fuego negro y al estos disciparse se revelaron dos objetos: Un collar y un anillo de oro negro (un recurso que se utilizaba como bloqueador a los efectos del agua bendita, por tanto, muy especial en el Inframundo)
—Usalos, especialmente cerca de ese humano
fue a su Amo a decirle que lo dejaría, porque no quería seguir matando, y en parte era verdad, así que su Amo, no muy contento, aceptó su decisión. No sin antes entregarle dos obsequios, un collar y un anillo.
Al salir del Inframundo solo eso le quedaba, pero al no tener ataduras, su poder al fin se manifestó, ella podía predecir el futuro.
Ella salió por las calles, con ropa común, solo la destacaba su belleza; Todos la observaban de cerca y de lejos, hasta que lo vio en la multitud, ojos de color miel, cabellos castaños, el se acercó, sorprendido de volverla a ver frente a él, le dijo:
—Eres la chica del otro día?
—Si, no alcancé a decirte mi nombre, soy Utsukushi Nishimura, y quiero saber tu nombre también.
—Eres exigente, pero bien, soy Xieé Tao, aunque soy más conocido por el apellido de mi madre, Wang
—Encantada, Xieé
—Igualmente, Utsukushi...
Poco tiempo después ella se volvió a ver con Xieé, quien la convenció de ir a una misa, curiosamente, no lastimandole las palabras sagradas, pero sí el agua bendita, acepto, diciendo que era alérgica al agua bendita (por suerte eso era común, tanto para demonios, como para humanos) así que le creyó y le juro no usar ese dato en su contra mientras viviera, eso la conquistó por completo...
Muchas reuniones vinieron después, tanto en la iglesia por misas, como en lugares aleatorios, ambos se enamoraron, primero cayó Utsukushi con ese juramento, luego Xieé con ese desinterés por seguirlo a donde sea.
Él se confesó a Utsukushi, ella casi se desmayó.
—Perdón! No sabía que te daba pánico, lo entiendo si me recha...
El se detuvo por qué Utsukushi lo miro fijo, sonrojada, eso lo distrajo.
—Mira, Xieé, estoy más que alagada, pero sin saber algo, no puedo responderte.
—Que quieres saber?
—... Me querrías aunque no fuera lo que tú piensas?
—A que te refieres?
—Pues... Digamos que no soy de aquí, y tú haz de haberlo suponido por lo de la alergia, perdón, entenderé si no quieres volverme a ver Xieé..
—No digas tonterías, soy creyente, pero no me molesta que tú no lo seas, que me acompañes es lo mejor que me hubiera pasado, eso significa que te importo y por eso te prometo que voy a hacerte feliz.
Ella no necesitaba más, así que le dió el gusto.
—Es recíproco, Xieé.
El se paró, la abrazo, se apartó y la besó, ella estaba sorprendida, Xieé nunca le había demostrado su afecto de esa manera, pero igual correspondía lo mejor que podía.
Unos meses después, le propuso matrimonio, ella le respondió:
—Mientras no haya agua bendita, sí acepto.
—Prometo que no habrá, gracias.
Hizo lo mismo que aquella vez, solo que ahora con lágrimas de felicidad brotando de sus ojos, demostrando que sí la quería, y mucho, todos los días, cumpliendo la promesa de hacerla feliz.
Se casaron en primavera, con los padres de Xieé y sus amigos como los únicos asistentes.
—Estamos aquí en presencia de Dios, para unir dos almas que se aman, por favor, si hay objeciones, diganlas ahora, o cállense para siempre —Nadie dijo nada — Muy bien, Utsukushi Hikaru Nishimura Satō, te comprometes a amar, respetar, cuidar y ser fiel a Xieé Zōngjiao Tao Wang?
—Sí.
—Xieé Zōngjiao Tao Wang, mismas preguntas
—Sí.
—Entonces, por el poder que me otorgó el Señor y la iglesia, los declaro marido y mujer, ya puedes besar a la novia.
Ellos luego de once meses, terminaron teniendo un hijo, un hijo muy, MUY callado, les daba miedo que se hubiera muerto cuando nació, pero resultó que solo no quería hacer ruido...
Lo llamaron Yang, había nacido al medio día, y casi nunca hablaba desde que aprendió cómo, pero estaba sano, era bastante pendiente de su entorno y se interesaban bastante en como lo veía, pero no les diría mucho...
Cuando ese niño cumplió 4 años llegó su hermanito, lo llamaron Yin, nació de noche, cerca de las 12, totalmente opuesto a él, era MUY llorón, era muy enérgico y demostraba todo lo que pensaba (era muy expresivo) y así mismo cuando llegó le dió vida a su hermano mayor, le hizo más comunicativo, más que su hermanito, lo veía como su mejor amigo...
Por otro lado, su padre estaba cada vez menos presente, en reuniones con otros seguidores de su religión, planeando como acabar con las perdiciones. Todos en su iglesia le preguntaban cómo el sabía tanto de ellos, el solo atino a decir que su mujer las investigaba, aunque tampoco sabía de lo factibles que eran sus fuentes...
Utsukushi, su esposa, se quedaba en casa educando a sus hijos, a Yang se enseño un juego de palmas para que jugará con su hermano menor, a Yin le hacía caras gracias qué igual Yang veía y reía bastante.
Les dió de comer, y siempre dejaba un poco para su marido, aunque en las mañanas lo encontrará intacto.
Cuando Yin aprendió a hablar, Yang le enseño cómo pronunciar correctamente y de ahí ya no pararon de hablar, hasta inventaron su propio idioma mezclando los dos que ya hablaban para poderse comunicar sin que nadie tenga idea de que están diciendo, esa era su forma de decir “Solo hace falta que nosotros comprendamos".
Ambos se volvieron los mejores amigos, y su madre estaba feliz por eso, pero, para ella, había llegado la hora de mostrarles...
Los llevo a los dos al granero, se sentó en el piso y sus hijos la imitaron, entonces cerró los ojos respirando profundamente, para luego mostrar los cambios físicos, su cabello cambiaba a gris, su piel se volvía blanca como el papel, y sus ojos se hundían en el vacío, pero sus hijos lejos de aterrarse, la miraban asombrados.
—Mis niños, la verdad a estado oculta para ustedes por más tiempo del que hubiera querido, pero ahora se que ambos están preparados para saberlo, yo soy una perdición, o lo era al menos, renuncie a ello, y a mi lugar para estar con su padre, pero aún no le he dicho a él que soy.
—Tranquila mamá, te prometo que no le diré a papá, sé... Que los está cazando, lo leí en su bitácora.
—Mamá, yo no abriré la boca, lo juro.
—No es por eso que se los digo — Empezo a decir —. Es por el hecho de que ustedes tienen mi sangre corriendo por sus venas, y esa sangre está maldita.
Utsukushi volvío a su forma e hizo ademán de irse, pero sus hijos la detuvieron.
—No está maldita...
—Es una bendición por qué es tuya
—La verdadera maldición la poseen los humanos, te matarían a pesar de ser cercanos a tí
—Yang tiene razón, papá está cazandolos, que pasa si se entera que tú también lo eres? Crees que lo dejara pasar porque somos prueba de que están juntos?
—Se que no será así — Comenzó a explicar —. Desde que nos casamos supe que algún día el iba ser la persona que acabe con mi vida, pero... Al verlos a ustedes dos, vale totalmente la pena. — terminó de decir ahora revolviendoles el cabello.
Ambos a su vez dijeron:
—Eso es una locura, como podría ser así?
—Lo entenderán en el momento que una persona especial llegué a su realidad, créanme.
—Yo lo dudo mucho, o al menos, dudo aceptar morir con tal de estar allí, los únicos por los que lo haría son ustedes.
—Yin, espera unos años para responder así, tarde o temprano alguien te va atrapar como papá con mamá
—Pero... Si la descubre
—Me matará, lo sé cariño, hace mucho que lo sé, pero no me importa, ustedes son todo lo que me alegra y enorgullece de esta decisión.
Los hermanos se miraron por un segundo y luego ambos se lanzaron a su mamá haciéndola cáer al suelo, ella reía, bastante, a ambos les gustaba ver a su mamá feliz, pero no sabían lo que estaba por llegar...
2 años despues
—Yang! Por qué haces tanto ruido!? — pregunto Yin irritado
—Hermano... Ven a ver!
Yin de mala gana se fue con su hermano pero se fijó en la hora, ya era el 17 de enero, el cumpleaños de su hermano, entonces se fue más rápido al llamado de su hermano...
Pero al llegar se encontró con algo increíble: Su hermano estaba creando unas ramas. Cómo lo sabía? Normalmente si solo las tomara no estarían enredadas en sus manos.
—Wow — atinó a decir en susurro.
—La verdad sí. No sé cómo está sucediendo esto.
—Vamos con mamá a preguntarle!, Aprovechemos que papá no esta.
—Podriamos...
Yang ni siquiera pudo terminar cuando su hermano menor ya corría a la habitación de su madre, el rodó los ojos y lo siguió igualmente corriendo.
—Mamá! Yang tiene algo que decirte!
—Niños?... Oh por dios! Yang! Tu creaste esas ramas?
—Sí, osea, no estoy completamente seguro, pero solo se que ví un árbol por la ventana, y al segundo siguiente me estaban creciendo ramas en las manos.
—Ay, no, es cierto, 12 años... Bueno, era de esperarse supongo, pero estaría bien, a ver, pásame las manos Yang.
El obedeció a su mamá y le pasó las manos.
—Wow! Así que así se ve el poder de creación, es impresionante mi amor!
—Gracias mamá.
—Ahora, Yin, podrías acercarte por favor?
—Voy.
Se acercó hacia ellos, su madre le indico:
—Toma la mano de tu hermano, voy a hacer un límite temporal.
—Cómo funciona? — Pregunto Yang perspicaz.
—Yo voy a hacer un pequeño límite, con su lazo de sangre no se necesita hacerles cortes, pero bueno, lo que es seguro es que tus poderes serán más fáciles de controlar con tu hermano al lado. Luego, cuando practiques, yo les daré un obsequio que los ayudará a manipular el límite, tranquilos, yo les enseñaré todo.
Yang con más tranquilidad le tomo la mano a su hermano con más firmeza, y su madre termino el límite más rápido de lo que esperó.
—Y no creas que tú te libras jovencito — Dijo dirigiéndose a Yin — el límite funciona en ambas direcciones, ambos estarán bien.
Y así fue, le quitó las ramas de las manos y ambos fueron a dormir...
—Casi lo olvidó — dijo Yin — Felíz cumpleaños hermano.
—Gracias — Respondió Yang.
Luego de ese día, no sé separaban mucho, aunque no lo hacían a menudo antes, ahora la cercanía era más importante para no fallar. Se quedaban juntos durante las tardes en las que su padre no estaba, y Yang practicaba, mientras Yin estaba escuchando atentamente a todas las explicaciones de su madre con respecto a su futuro como medio demonios...
—Mamá... Crees que esté listo para hacer algo que... Vive?
—Sí, podrías intentarlo, pero te advierto que la primera vez casi siempre sale defectuosa.
—No importa.
Hizo una paloma, por qué? Nunca supo. Pero ahora era así y estaba orgulloso de su primera creación, la llamo Lu-shi, solo porque podía, aunque murió rápido, comprobando lo que su madre les dijo.
Todas las tardes seguía con esa rutina de prácticas, pero esa tarde, unos meses después, no iba ser igual, y nunca lo volvería a ser.

A/N:
Sean muy bienvenidos a mí segundo proyecto, espero le den tanto apoyo como al primero, gracias
Atte: La autora intelectual

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2021 ⏰

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