las frías sabanas te mantuvieron despierta durante toda tu jornada de descanso. Las únicas seis horas que tienes para dormir han sido espantadas por la helada zona de Kitorim -nombres tan extraños que ponen hoy en día, en otro tiempo una zona así recibiría algún nombre complejo y absurdamente difícil de pronunciar como Coldbrinshwuk-57- No existe el día ni la noche en este lado del espacio...
Los ojos te pesan del cansancio acumulado en todas esas noches simuladas por el enorme contenedor al cual estas confinada por el resto de tus días con toda la tripulación, peinsas ahora que ese anticuado trabajo de escritora para periodicos no era tan mala idea, en cambio te decidiste por la aventura de un lugar desconocido, ser quien documentara todo lo que se viera y viviera, las suscitaciones de los ultimos días tampoco te han dejado descansar: Primero el Oficial al mando enloqueció a mitad del desayuno de quien sabe qué hora en este horrible lugar, Después la Capitana tiró los planos de la nave por el caño, inundandolos por tres días en aguas negras, dos de los cinco técnicos que venían contigo se han decidido por abortar la misión ante el terror de ser consumidos por la locura de este viaje. Tú solicitaste tu baja hace una semana, pero te la negaron hasta encontrar a un remplazo adecuado para ello ¿qué les costaba dejarte salir de una buena vez? lo único que lo sdivide es un muro de nebulosas inexplicables, es todo lo que te separa del mundo real y acostumbrado.
-a comer- suena una voz robotica por el altavoz de tu habitación, y de manera automatica te calzas para dirigirte al pequeño comedor de comida insipida de aspecto dudoso
-la paga no compensa esto- suelta alguien que deja caer su charola en el lugar junto a ti
-¿de qué sirve ganar tanto si no podemos usar ese dinero?- gritaba otro a una de las cámaras en el comedor
-callense- susurraste mientras tomabas tu cabeza -al menos ustedes pueden salir cuando sea-
-ya habló la escritora- de burlaba uo de ellos -¿crees que si pudieramos salir seguiriamos aquí?-
-¿ya lo pidieron?- volteas con incredulidad, en la respuesta que te dieron fueron claros al decir que de escritores era lo único que no tenían postulantes en lista para poder remplazarte
-como mil veces desde que ingresamos el primer día y vi esto- señaló la comida -nadie- comenzó a susurrar- puede ser remplazado- seguramente enloqueció también, piensas, porque ya tres técnicos se pudieron ir hace unos días en naves de salida, de hecho contaban con naves de salida, al libre alcance, con acceso total, no tiene sentido solo es de tener el remplazo y marcharse.
-ya se fueron tres técnicos- ¿porque buscas razonar con este hombre?
-a a- niega con la cabeza -da una vuelta por el lado sur de esta basura que llaman capsula- toma una cucharada de la horrible comida- y pon mucha sal a la comida- sin mas palabras se fue de tu lado
¿te quedarás con la duda? ¿estará loco e intentará matarte en aquel lado olvidado de la capsula? ¿valdrá el tiempo invertido?
Como escritora de todo lo que pasa en esa "aventura" tu deber es registrarlo todo, cada rincon, cada azaña, cada desgracia, no puedes quedarte con las manos quietas y las dudas impregnadas sin resolver. Tomas el tenedor de tu bandeja y con suma precaución lo guardas en tu oberol, y por alguna razón te llevas también el bote de sal de la mesa, podría ser util para algo.
Despues de un largo día escribiendo cada movimiento de la tripulación restante, el desgasto del piso y botones del lugar, decides escabullirte del angar para ver lo que tienes por descubrir. el pasillo al lado sur de la capsula se encuentra más oscuro que el resto de la nave, es transparente y te deja ver la absoluta nada de afuera, el miedo te hace sentir que en cualquier momento algo te podría salir de la inmensa oscuridad en el pasillo. tiembla levemente la capsula a tus pies, como si se tratara de una turbulencia.
Al ser consumida por el miedo sales corriendo por un largo tramo, si en los aviones eso te asustaba, en este mastodonte de metal, inestable, en medio de la oscuridad de algún punto de no sabes dónde, te da pánico de caer en la nada y perderte para siempre en la oscuridad -no debí acercarme- piensas -por algo nadie viene- al entrar a tu pequeña habitación sientes tu pecho subir y bajar apresuradamente, tu corazón late demasiado rápido -debo de salir y regrear a donde hay luz de verdad- caminar a tientas en la oscuridad no era algo que hayas planeado jamas en tu vida, con solo ir de tu cuarto a la cocina, en casa, de noche, con buenos focos funcionando te daba cierto miedo, ahora seguir ahí era aterrador con cada "día" que pasaba -me voy- dejas todo lo que hay en la capsula, no tomas nada, la paga no importa, puedes ser lo que sea que se pueda ser en el mundo real, no más oscuridad en tu vida, ya fue demasiado.
Tomas la nave de salida más cercana a tu habitación, tienes miedo de que alguien escuche tu salida, así que entras tan suave y lento como puedes, cierras la puerta despacio, al mirar el tablero frente a ti intentas recordar el entrenamiento sobre cómo usar esa cosa para salir. era algo de un botón rojo y una palanca verde, pero con esta oscuridad ¿cómo distinguir colores? entras en pánico al sentir demasiados botones bajo tu mano -como sea- sueltas antes de presionar cualquier botón y jalar la primer palanca que sientes cerca de ti. eso hizo un ruido extraño, sientes que esa cosa se empieza a alejar de la capsula -libertad- sueltas al fin- presionas otro botón, esta vez uno junto al que presionaste anteriormente, si el aquel te liberaba de la capsula, según tu memoria este debería de encender todas las luces que necesitabas, estabas en lo correcto, la luz te ciega por un momento, no habías visto tanta luz desde hacia tiempo, te molestan los ojos, pero podrías llorar de felicidad al haberlo logrado, tardas un momento en recobrar la vista y acostumbrarte de nuevo a ver adecuadamente, volteas a ver todo a tu alrededor, es esferico, podrías dar como tres pasos dentro de la cosa de metal, es dorada y los botones son tal como lo recordabas, las palancas también, al ver tus manos notas lo sucia que te encuentras, despues de todo parece ser que tampoco te habías estado limpiando tan bien en ese tiempo, tomas asiento al fin, puedes regresar a casa, el dinero no importa, tenías algo ahorrado antes de partir a ese horrible trabajo.
Pero la curiosidad te dice que mires por detrás, ¿cómo era ese lugar en el que pasaste tanto tiempo encerrada y a oscuras? increiblemente lo ves tan resplandeciente como el oro, con luces por fuera, no lo recordabas así, ni siquiera algo como eso, el lado oscuro, por el que caminaste hace poco en aquella nave, parecía dar a una capsula más grande, con verdadera luz, lo que sea que fuese, no importa, regresarás al verdadero lugar seguro, eso quedaría atrás para siempre.
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El Futuro de Goobishen Prime
Science FictionLa eterna sensación de caída, en el inmenso abismo que está frente a tus ojos, se había vuelto tan familiar. Desde las estrellas de Galaac, hasta el cruce en el viejo río de meteoros en Guilak, te haz sentido con la ansiedad de sacar a tu pueblo de...