La belleza será el principal factor de nuestras peleas, cuando la inseguridad rompa mi cascarón de escritor serio empedernido. Y la belleza será la culpable de no sentirme un igual. Y la belleza será la culpable de no hablarle en días que parecieron condenas. Por no encontrar lirios en la maleza, así como él jura, a diestra y siniestra, en mí ver.
Con un ramo de los mismos, decidí un cuatro de diciembre disculparme. Por no detenerme a escuchar, por dejarme llevar. Y para celebrar que ese mismo día hace treinta años, la belleza más pura llegó al mundo en un llanto sosegado.
Las aceptó, leyó mi escrito con los ojos cristalizados. Besó mis labios de forma tan fina que deseé que los latidos erráticos de mi corazón se escucharan menos para así oírlo decir con toda la claridad:
—Sí, Jungkook. Sí quiero.
La belleza de un lirio se equipara a la calidez del hilo que se centra en tus libros del funcionamiento de la cabeza humana. La belleza de un lirio se define en la dulzura del brío que brota del mismo. Llenando a todos de un amor sin filo, tan divino que resulta maravilloso enumerar sus cualidades.
La belleza de un lirio está en el amor, y el amor es cuando preparas el café que tanto amamos y pruebas el mío primero solo para asegurarte de que esté bueno.
El amor es saber que eres quién roba mi trozo de pastel todos los días después de la cena y aún así sigo dejándolo ahí para ti.
El amor es lo que sientes por ti.
Y el amor es lo que quieres que sienta por mí.
La luna y las estrellas se alinean hoy por ti. Por mí, porque conocen nuestra unión y están celosos de como florece nuestro amor.
Déjame tomar tu mano, mirar al cielo y jurarle al viento amarte para siempre.
Kim Seokjin, ¿te casarías conmigo?
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» La belleza de un lirio © ┃ kookjin
FanfictionTeniendo meses sin poder iniciar su próximo libro, el escritor ermitaño Jeon Jungkook abre la puerta de su departamento sin prisa, con el único propósito de sacar la basura maloliente de su casa. Y ahí estaba Seokjin, con la serenidad en la cumbre...