--Esto no puede seguir así...--Con esfuerzo logré decirlo.
Estaba atrapada con un hombre en la terraza empezando a anochecer.
Sonreía ladinamente sin perder su encanto, manteniendo mi barbilla firme hacia él mirándolo con piedad de que parase. Se centraba en mis pupilas viendo como iba retorciendo mi cuerpo contra el suyo.
Obtenía miedo por el saber como podría proyectar mis pensamientos más oscuros hacia él.
--Mientes.--Insistió dibujando una gran sonrisa en sus labios.--Lo deseas.
Logrando que sus manos fueran directamente hacia mis piernas tomando de ellas sosteniéndome. Caminó hacia la puerta de salida con total cautela.
-- ¡Espera, espera! ¿Qué crees que haces? -- Intenté salir de donde estaba agarrada, al mover mi cuerpo.Estaba a punto de gritar histérica antes de que pudiese tapó la boca con su mano derecha.
--Melissa...Melissa...¿De verdad crees que no planeé esta situación contigo? No me hagas reír.
Estiró su brazo izquierdo hacia su chaqueta retirándola ágilmente para luego pasar por su otro brazo derecho, quitándolo completamente arropando la prenda de su traje.
Camuflándome con total facilidad.
-- Ahora, estate callada, nadie se dará cuenta si no alzas tu bonita voz.-- Lo decía en tono demandante.
Me quedaba callada sumisa en sus órdenes. Ignorando lo que estaba ocurriendo con todo lo demás. Me quedé absorta por aquella idea que tenía.
Sin pensar en lo más detalladamente si estaba haciendo lo correcto o no.
Al estar bajando por las escaleras, sus manos mantenían mi peso como si fuese una leve pluma que no pesa escuchando ruidos en el bar ya estando adentro; Escuchaba voces, gritos, la música ya no era la calmada de antes, se había formado una locura dentro de ahí.
Sus pasos eran ligeros y rápidos, viéndose bastante decidido y impaciente de no querer esperar por ningún segundo más.
Al salir sentía la brisa por la manta aunque era leve y cálida por fortunio. De noche siempre hacía algo más de calor.
--Estamos cerca, bebé. Si tanto querías haberte ido, como ayer...Ya no estarías entre mis manos
Se burló sin ninguna pena
Me callé mordiendo mi labio inferior con bastante brusquedad.
¿Por qué yo, por qué? ¿Qué hice para tener que estar engañando a mi marido de esta manera? Oh.
Me excusaré con el alcohol.
Tras llegar a su vehículo abrió la puerta con rapidez dejándome en el asiento delantero a su derecha.Él iba hacia el volante con toda la marcha acelerada excediendo los límites de velocidad, no tenía ningún miedo por si llegase algún policía.
Centrado en la carretera manejando el control como él deseaba.
Amaba verlo sin ningún miedo. Al estar concentrado lo miraba.
-- ¿Por qué me miras tanto? Tranquila, luego haré que esa mirada se retuerza como nunca lo has sentido al lado de tu maridito.-- Aún tenía la sonrisa picarona en su rostro.
--Solo miraba la carretera, la forma en que conduces podrían hacer que te multen ¿Lo sabes, insensato?
--Sí, si... Solo disfruta con las vistas de este insensato.-- Prendió la emisora hacia una de sus listas. Dejando sonar The weeknd -Call out my name.
Estuve callada, estaba siendo bastante egocéntrico, no podía callarle si seguía de ese modo. Me mantuve tranquila hasta que noté que estaba su mano en mi muslo acariciándome suavemente sin distraerse de la carretera.
Rechisté.
-- ¿Qué crees que haces? Deja de tocarme. --Aún tenia algo de conciencia.
--A ver si dices eso después...Reina.-- Nuevamente se burló.
Finalmente pudimos llegar al edificio donde convivía, el calor que obtenía en la terraza se había disminuido por dejar el tiempo pasar.
-- ¿Quieres llegar hasta el final?
-- ¿Ahora...Por qué preguntas eso?
¿Ya no tendrá ganas sólo quería seguir mofándose de mi hasta llegar? Oh dios, Melissa que tan bajo has caído.
--Solo pregunto ¿Quieres o no?--Enarcó su ceja izquierda, ofreciéndome el permiso de marcharme o de quedarme hasta el mediodía.
O me iba y dejaba todo este lío aquí o seguía hasta no aguantar más. Era todo o nada. Y yo... Era caprichosa, otra excusa infalible es por genética.
Asentí para luego cerrar mis ojos queriendo que devorase todo mi ser.
--Bueno princesa. No seré nada gentil con tu cuerpo avisada quedas.
Al estar a mi lado, me jaló hacia mi con brusquedad ante mi cuerpo, estando apegada al suyo cerrando el vehículo.
Aprovechó al estar distraída dándome besos por la zona lateral de mi cuello. Al estar ya dentro de su casa, enredé mis piernas hacia su cintura mirándolo coquetamente guiñándole el ojo.
Su cuerpo iba directamente hacia el dormitorio, tras llegar me tiró de la cama con fuerza enviando su cuerpo hacia mi, estando bocabajo podría ver todo los detalles.
Sus antebrazos marcaban sus venas haciéndome delirar por el cuerpo que me mostraba al retirar su camiseta a mi lado.
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" ¿Qué me ocultas? "
Roman d'amourEn muchas ocasiones las personas hemos deseado vivir una vida loca llena de aventuras y sin tener que sufrir las consecuencias de la parte de nuestras decisiones. Melissa tras descubrir que su propia vida ha cambiado al tal punto que no se va a esta...