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Llevabas ya horas delante de la pantalla de tu portátil haciendo un trabajo de la escuela con Bokuto, pero se te estaba comenzando a dificultar ya que este último no paraba de pincharte las mejillas con sus dedos.
Bufaste suavemente. Mira que a veces podía llegar a ser pesado.
―¿Que quieres, Bokuto? - separaste momentáneamente tus ojos de la pantalla para darle atención a tu novio.
El chico sonrió vigorosamente. Por fin había obtenido una reacción.
―¿Y si descansamos un momento?. ¡Llevamos mucho rato aquí sentados!.
Ciertamente Bokuto tenía razón, aunque querías acabar el trabajo, pero pensándolo bien, probablemente no podríais acabarlo si no aceptabas al menos una pausa como quería Bokuto, ya que se distraería muy fácilmente.
Ya habiéndolo pensado, asentiste con la cabeza.
―¿Podemos ir al parque con Akaashi? ¡Porfa! - como no, Bokuto acostumbraba a incluir a su amigo en vuestras quedadas siempre y cuando tu estuvieses de acuerdo, pero al fin y al cabo los tres os llevabais de maravilla.
Después de preguntarle a Akaashi si quería quedar, salisteis de tu casa y fuisteis al parque de siempre a esperarlo para pasar lo que faltaba de tarde.
En momentos así agradecías que Bokuto fuese tan agitado y te hubiese propuesto salir porque lo necesitabas, al fin y al cabo, ya casi teníais el trabajo acabado, así que ahora os merecíais un poco de diversión.
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