15

1K 143 85
                                    

Capítulo narrado.






[Capítulo sensible]






Jungkook daba pequeños saltitos de lo emocionado y feliz que estaba, en sus pequeñas manos estaba la cajita blanca decorado con stickers de osito y corazones con una letra en el centro "Taehyung" se la paso toda la noche horneado y mejorando sus galletitas, que estaba muy contento de que les haya quedado lindo y deliciosos.

Su madre le dijo que sería un gran pastelero de grande y el orgulloso respondió

"Obvio mami, este chico de acá va a ser el mejor pastelero del mundo en unos años"

Su madre rie un poco, pero su mirada se mostraba triste

"¿Mami?"

"Perdóname, cariño, es el orgullo que me das"

Jungkook hizo un puchero y la abrazo

"Te prometo que te daré un pastel lindo, que te sentirás más orgullosa"

"Eso sin duda, bebé"

Río un poco al recordar a su madre.

Lo promete, haría todo lo que fuera para que esté orgullosa de él.

Vio desde lejos la entrada de su universidad y tomó aire nervioso. Antes estaba emocionado y feliz, ahora está nervioso y mucha timidez.

¿Cómo reaccionaria Taehyung al ver las galletitas?

Sin duda, estaría feliz y se las comería toda. Al llegar, entro directamente a el aula, yendo al banco de Taehyung. Dejando ahí, la cajita.

Con un tierno sonrojo corrió a su asiento que estaba adelante de todos y se ocultó un poco con su mochila..

Llegaron algunos de sus compañeros que simplemente lo miraron con asco y se fueron a sus lugares.

Jungkook sintió una fea sensación en su pecho, no le gustaba ser tratado así, estaba acostumbrado al cariño.

Llego Jimin y Jungkook le sonrío alegre, hace mucho que no lo veía. Pero solo fue hacia la parte de atrás sin mirarlo.

Jungkook dirige su mirada a sus manos que se rascaban una a la otra, no, no le gusta ser tratado así.

Su visión se vuelve borrosa por una segundos, eran sus lágrimas, rápidamente se las seco con sus mangas y simula que no había pasado nada.

Llego el momento.

Taehyung había entrado adormilado y con la mochila en su hombro derecho, se veía lindo, quiso decir Jungkook pero nego con su cabeza esos pensamientos.

Ignoró a Jungkook yendo a su banco, se sentó y tiro la mochila a la mesa sin ver lo que dejó abajo de esta.

Jungkook volteó un poco otra ver hacia atrás y casi hace un puchero al ver que no vio su regalito, volvió a mirar hacia adelante y sacó sus cosas de la mochila.

Cartuchera, cuadernos y un libro de la materia que tocaba. De pronto, sintió como pedazos pequeños, no tanto, caían en su cabeza. Eran sus galletas.

Volteó a mirar hacia arriba, Taehyung, estaba enojado y mucho.

"Deja de joderme la maldita vida, búscate a otro de quien enamorarte. Pero a mi, déjame de joder" le tiro la caja en toda la cara lastimando un poco por lo fuerte que fue.

"P-pero T-taeh- " No pudo terminar de hablar con fue empujado de su silla, tirandolo al suelo.

"Cállate, no vuelvas a hablarme en tu maldita vida, ni siquiera me nombres o me mires ¡es más! No respires cerca mío, ¿te quedó claro? "

Jungkook no responde su vida se nubla a causa de sus lágrimas, y su voz no venía.

" ¡Dije que si ¿¡te quedó claro!? ¡Malditasea! "

Jungkook con lágrimas gruesas bajando por sus cachetes asiente rápidamente. Su hyung no lo quería, ¿Solo por amarlo? ¿Esta mal amar a alguien?

Taehyung se alejo de el para volver a su mesa y jungkook solo recogió cada galleta rota que horas y horas paso mejorandolos, sus ojeras eran muestras de ello.

Las guardo todas en la cajita que estaba un poco destruida y salió corriendo de ahí sin agarras sus cosas, solo con la cajita apreciada que tenía.

El pasillo estaba desolado, los alumnos estaban ya en sus aulas o cerca de ellos.

Depronto un dolor de cabeza taladra fuertemente en su cabeza tirandolo al piso con sus galletitas.

Quería recoger algunas galletitas que cayeron en su caída, pero su vista es borrosa que ahora, ya no es por sus lágrimas. Busco en sus bolsillo si celular pero recordó que estaba en su mochila.

"...¿Ahora que hago?" Susurra llorando, apenas podía ver y su cabeza dolía a montones.

Entrando en pánico tanteo una pared cercana y intento pararse, un mareo vino a él al no poder ver.

Parpadeo un poco y su vista volvió, pero el dolor de cabeza seguía ahí matandolo por dentro. Sin voltear a recoger la cajita que se había caído fue despacio a la enfermería que estaba lejos.

No hubo príncipe azul, que salvan a la princesa como en los cuentos, esto es la realidad.

[...]

Toco dos veces la puerta blanca de la enfermería pero nadie respondió, sin mucho que hacer abrió la puerta viendo que no había nadie.

Fue a una cama de ahí cercana y se acostó llorando, la cabeza le seguía doliendo, tuvo un golpe de realidad pensado que Taehyung lo seguía queriendo, no hubo príncipe azul a salvarlo, no hubo nada. Es lo que le toca vivir, hasta que se cumplan los tres meses...

Tres meses... haré lo mejor que pueda.

dulces y pasteles    ›    taekook. 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora