01: Me gustan las pollas grandes, no puedo evitarlo

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-¿Me estas jodiendo? -Exclamó el de mechas rubias, alterado. el flujo acelerado de su excitación parecía haberse cortado de golpe al conocer el pequeño... muy pequeño amigo de su acompañante

-¿De que estas hablando? -Inquirió, levemente molesto, ya que el menor había decidido pararlo todo en el peor momento. Su erección dolía y el chico solo se dedicaba a joderle 

-!Ese jodido tamaño! -Grito Kazutora, rojo de la rabia- ¿No te da vergüenza andar con esa miniatura entre las piernas?

El chico abrió la boca, pero las palabras no salieron. Necesito un momento para procesar lo que estaba pasando.

-Debes estarme jodiendo tu a mi -murmuro, frunciendo el seño. Kazutora apretó los dientes- ¿Miniatura? ¿En serio? ¿Qué demonios esperas? ¿Treinta centímetros?

-Pues tampoco esperaba cinco. 

-!Diecisiete! -exclamó el chico, incrédulo- !¿Unos jodidos diecisiete centímetros no son suficiente para ti?! 

El silencio proveniente por parte del menor fue suficiente para que el chico alcanzara su máximo nivel de vergüenza e indignación. Se alejo con furia del Pelinegro con mechas rubias arrodillado frente a su hombría y camino con pasos desequilibrados y rápidos hasta su ropa tirada en un extremo de la habitación.

-!Espera! -exclamo Kazutora, poniéndose de pie precipitadamente. Su acompañante lo miro sin dejar de ponerse la ropa- Y-Yo... eh... p-podría intentar hacerlo contigo...

Un jadeo de exclamación salió de los labios del chico. 

-¿Intentar? -inquirió, sintiendo el enojo crecer cada vez más- Vete a la mierda

-P-pero... -Kazutora se quejo, revolviéndose el cabello con frustración- !Oh, demonios! No es mi culpa que no cumplas mis expectativas...

-¿Que clase de expectativas tienes? -exclamó el chico, haciendo una mueca de horror- Zorra traga pollas.

Kazutora se indignó.

-Quizá sí, pero sólo pollas grandes, no como la tuya, amigo. Suerte con ese gusanito -canturreó, empujando al chico fuera de la habitación sin darle tiempo alguno de agarrar su camiseta ni su cartera, lo cual había sido completamente a propósito, pero su acompañante parecía estar cegado de indignación, ya que no reparo en devolverse por ellas.

Kazutora se recostó contra la madera de la puerta, soltando un suspiro pesado.

-Y yo que creí que porque era extranjero me había ganado el premio gordo -se quejó para si mismo- Demonios, realmente es mejor mi vibrador.

El Teñido se mordió el labio inferior. Se sentía un poco culpable por herir el ego de su acompañante, pero no podía evitarlo. Simplemente cuando un hombre no cubría aquél especial requisito tan importante para Kazutora, este enloquecía.

Caminó hasta el bolso que había llevado consigo al club esa noche (donde había tenido lo que creyó que podía llamar suerte al conocer a ese guapo extranjero que acababa de salir echando humo de la habitación del hotel), en el cual guardaba lo que era calificado por sí mismo como "botiquín de emergencia", para casos como estos, el cual contenía un dilo rosa y un vibrador del mismo color, los cuales median aproximadamente veintitrés centímetros cada uno, mas una botella de lubricante. 

Se encogió de hombros y se tiro a la cama, dispuesto a resolver por si mismo aquel problema que el extranjero le había ocasionado con besos, pero no había sido capaz de resolver con su polla. 

(¯'*•.¸,¤°'✿.。.:* ƑA𝕃ᗝ𝔣𝐈L𝐢𝓪 *.:。.✿'°¤,¸.•*'¯)

-Chifuyu, por favor, estas llamando mucho la atención... -murmuro Kazutora, enterrando cada vez más la cabeza en su plato, notando que las personas que los miraban extraño a causa de la risa de delfín de su mejor amigo, eran cada vez más.

ꜰᴀʟᴏꜰɪʟɪᴀ (ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ) (ʙᴀᴊɪᴛᴏʀᴀ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora