Capítulo 8: Un plan o un as bajo la manga, ambos sirven.

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Allison:

Chase movía sus caderas al compás de la canción que tenía puesta en la grabadora. Matt y yo tratábamos de concentrarnos.

—Ha habido ataques aquí —señalé un país en uno de los mapas del mundo—, aquí y aquí.

Matt buscó información en el portátil de Chase.

—El dragón que nos atacó ahora se encuentra en Asia. Cambia constantemente de ciudad y país. Es muy veloz.

Le dirigí una mirada.

—¿Qué me dices de la serpiente Marina?

—No ha atacado más costas desde Hawái y Cuba.

Interesante... ¿Cómo hace para moverse así? Si bien sabemos que es una criatura maligna aún es mortal, debe tener una debilidad. Suspiré dejándome caer en la silla detrás de mí, hice una mueca, aún no estaba del todo curada.

Girls just want to have fun... —cantó Chase mientras encendía un cigarrillo.

Me ofreció uno, lo tomé y lo tiré en la mesa sin probarlo.

—¿Puedes ayudar? Matt y yo estamos dando vueltas, necesito ubicar a la serpiente, al dragón y buscar al grupo. Tengo las coordenadas de nuestro último refugio, pero no sé si seguirán ahí.

Chase se sacó el cigarrillo de la boca y expulsó el humo.

—¿Ayudar? ¿Te parece poco los computadores que robé, la comida y la ropa? Que, por cierto, los computadores son de última generación.

Matt se giró hacia nosotros, frunció el ceño hacia Chase.

—¿De dónde sacaste el internet?

Él se ajustó la camisa mientras volvía a tomar el cigarrillo en sus labios.

—Del vecino. ¿Para qué tenerlos si no es para eso?

Intercambié una mirada con Matt y luego volví a poner toda mi atención en las notas sobre la mesa. ¿Qué se supone que estaba haciendo? Mi prioridad era encontrar al grupo y luego... ¿luego qué? ¿Pelear con los monstruos? No éramos un ejército, tampoco iba a llevar a mi grupo a la muerte. Sentí como la silla en la que me encontrada fue arrastrada hacia atrás por Chase, tomó las notas que había escrito y las leyó en voz alta.

—Mm... Primero, encontrar al grupo. Segundo, reagruparnos y prepararnos. Tercero, hacer una bolita grupal en el suelo mientras lloramos... ¿Qué clase de mierda es esto?

Rodé los ojos.

—Lo que siento.

Bufó, dejando salir otra nube de humo de su boca, dejó las hojas sobre la mesa sin delicadeza.

—Allison... —se pasó una mano por la cara—. Sé que te sientes inútil e impotente, quizás eras así antes, pero ya no puedes darte ese lujo. Lo sé, ya sé que eres joven, pero no es momento de actuar como uno.

—Ya lo sé, y he madurado, aunque no lo creas. ¿Tienes un plan? Necesito un punto tres más... valiente.

Matt cerró el portátil, se puso de pie y se acercó a nosotros.

—Ya te había dicho sobre un tío que tenía, ¿no? —me miró a los ojos.

Asentí.

—Bien —se encogió de hombros—. La verdad fue él el que me ayudó a "volver" junto con Cartter.

Hice una mueca.

—Matt... yo vi tu muerte, estaba segura de que tú...

—Sí, sí, lo sé. Pero resulta que mi parte Bulgaty es más resistente, así que, mi cuerpo entro como en una hibernación y mi mente también. Supongo que es lo que me hacía parecer estar muerto, después desperté en una casa. Tal parece que la antigua iglesia era territorio de mi tío.

Mi Ángel Guerrero EDITADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora