único

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Dedicado a Cookie en Twitter, sus dibujos me animaron mucho y yo tenía que escribirle esto, espero te guste 💕

Vayan a verlos para disfrutar más el escrito✨

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Rindou nunca ha sido bueno esperando y menos cuando quería darse una ducha para quitarse el olor a fluidos que emanaba su cuerpo. El pie descalzo golpea contra el piso de porcelanato, impaciente.

Hace frío.

Sus dígitos tantearon su abdomen, el semen seco aún permanecía adherido a su piel.

Y Souya no daba algún indicio de que ya iba a terminar su largo baño. Es más, desde hace rato escuchaba la regadera y aunque la pared que los dividía era de vidrio, no ayudaba el vapor que los empaña.

Maldecía los estados del agua.

Dejó su ropa a un lado y se acercó más, con la intención de picarlo.

—¿Necesitas ayuda con el jabón...?

—¡No! — exclama molesto al notar su broma en doble sentido—. No termina de...salir y si se queda adentro será incómodo.

Una sonrisa baila en el rostro del hombre mayor, sabe bien a lo que se refiere y es que estar anudando por días consecutivos dejaba una incomodidad en el omega y no le podía reclamar nada a Haitani porque fue la idea de Kawata el no usar condón.

De igual manera, volvió a ofrecerle su ayuda.

-No, tú quieres hacer de todo menos ayudar- fue la sentencia antes de escuchar como la regadera se cerraba y el vapor se disipaba.

Ya antes había caído en eso y terminó con Rindou entre sus piernas mientras tomaba los cabellos violetas por los espasmos que le causaba la boca ajena.

Auch.

Brama ante el golpe en su hombro, Souya de inmediato se colocó una toalla en la cadera mientras que otra la usaba para su cabello, su mirada fue directo a Rindou, con el ceño fruncido.

No podía tomarlo en serio cuando aún le quedaban huellas de lo salvaje que fue las noches anteriores, la piel nívea mantenía las marcas de sus dientes y las succiones que hizo su boca.

Su cuello y clavículas estaban adornadas por una paleta de tonos rojos.

Por ahí hasta dejó marcada la silueta de su mano.

La mirada en su contra no duró mucho al ver como se le subían los colores hasta las orejas—¿Estuviste todo el tiempo sin una toalla...?

—No es como si hubiera algo que no hayas visto antes.

Souya no podía refutar contra eso, no cuando su rostro estaba hirviendo y desviaba la mirada.

Antes de que el omega abandonara el cuarto de baño, sin aviso el alfa delineó con toque fantasmal la espalda baja salpicada en escasas pecas.

Rindou sonrió ante la curvatura que provocó.

Angry le lanzó la toalla en la cara y huyó.

En cuanto tuvo el lugar para él solo no tardó en adentrarse en la regadera, lanzó su cabeza hacia atrás en el momento que el agua tibia cayó, acariciando desde su tatuada nuez de Adán y recorriendo cada centímetro de sus músculos.

Se tomó su tiempo antes de tomar el shampoo.

Masajeó sus hebras violeta, mandó hacia atrás su flequillo, no aguantaba un minuto más con que estén apelmazadas y pegajosas.

Ladrón de suéter | RinAngryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora