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-No digas eso Honey, tú nunca y nunca serás una carga para mi si estoy contigo es porque te amo, y quiero cuidar de todo, ere lo más importante de mi vida. No tienes que odiarte, con las terapias que vas a recibir vamos a poder superar esto y todo va a estar bien.-bese sus labios con delicadeza.
Muestras lágrimas chocaron al juntas nuestros labios, no entiendo a la perfección como se siente en estos momentos, pero haré todo lo que esté a mi alcance para que vuelva a ser la misma Kya de antes. No quiero verla sufrir por sus traumas del pasado, pero no puedo hacer mucho.
Hice que enrollara sus piernas en mi cintura a la hora de pararme, camine con algo de dificultad hasta el baño con una mano abrí el grifo de la bañera hacia el lado caliente, aprovechando ese momento me senté en el inodoro con Honey aún encima mucho y nos empezamos a desvestir, dejando pequeños besos en cada rincón de nuestro cuerpo.
Al ya tener nuestros cuerpo desnudos como Dios nos trajo al mundo, entramos a la bañera he hice que Tn dejara reposar su cabeza en mi pecho, yo acariciaba su cabeza con cariño para calmarla, mi mano bajaba lentamente por su espalda hasta llegar a la bajo y volver a subir. Sentí como dejo un beso en mi pecho para alzar su mirada y chocar con la mía.
-Eres la cosa más bella que he visto en toda mi maldita vida.-me dijo con voz suave.
-Y tu eres y siempre serás la dueña de mi corazón, no importa todo los problemas que hemos pasado y vamos a pasar.-deje un beso en su frente, otro en su mejilla, en su nariz y para finalizar en sus labios rojizos.
Con mis caricias poco a poco Honey se iba calmando y eso me alegra, ya que me deja saber que soy una gran ayuda.
-Eres mi remedio a todos mis problemas, te amo.-de nuevo empezaron a brotar lágrimas de sus hermosos ojos.
Con mis dedos limpiaba cada lagrima que se deslizaba por su mejilla, para luego abrazarla por la cintura.
(...)
-Amor ya pues hay que comprar aunque sea un conjunto de pareja.-hizo puchero.
-No lo sé Honey, nunca me a llamado la atención hacer eso.-me rasque la nuca con una mueca.
-Mira vamos hacer algo, si no te gusta la ropa de pareja que nos vamos a hacer probar, cada vez que tú juegues Overwatch me voy a sentar en tus piernas, ¿Trato?-estire mi mano para ver si estrechaba la suya con la mía y así fue.
Nos tomamos de las manos y entramos a la tienda donde vendían la ropa de pareja, me acerqué a un conjunto que me había llamado la atención. Consistía en una remera bintage y un enterizo, era muy simple me encantaba.
