Capítulo 4: Problemas

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A la mañana siguiente tenían claro lo que harían, pero tenían que esperar al fin de semana, ayudaron a Kyoka a ocultar su ojo con un parche por si acaso y luego todos fueron a la escuela.

Así pasaron los días, y llegó el fin de semana, todos se alistaron y viajaron a Tokio. Eijiro los guío hacia el café donde trabajó por un par de años.

— ¿Ya llegamos? — preguntó Kat viendo las distintas zonas de Tokio de reojo, estaban en el distrito 20, en Nerima, un lugar tranquilo.

— También estaba por decirlo — dijo Kyoka, quién hace rato vió el hospital General Kanou, lugar donde había sido atendida después de su accidente, y donde estuvo durante varias semans después de despertar antes de poder regresar a su casa en Musutafu y conocer a los chicos.

— Ya estamos cerca, tranquilos, solo doblamos por esta esquina y... aquí está, Anteiku.

— Ya era hora, bueno, ¿A qué esperamos? — dijo Izuku.

— Ya ya...

Entraron al café, tuvieron que subir unas cuantas escaleras y luego entraron, era un lugar comfortable que mezclaba el estilo tradicional con uno más moderno, tenía un bar, un par de mesas redondas cada una con dos sillas al lado de una ventana que daba vista a la calle y al lado de otra pared mesas cuadradas, separadas por paredes con bancas acolchadas. Vieron atendiendo desde el bar a un hombre de tez blanca de pelo castaño claro con un peinado abultado adelante y rebajado a los costados con una mirada confortante y a una chica de pelo oscuro, largo y suelto, de tez blanca y facciones delgadas, con una mirada seria y como meseros a dos chicos, uno de pelo negro, suave y corto, con un parche blanco en el ojo, y la otra era una chica de pelo azulado, con un mechón tapándole un ojo, esa era Touka.

— ¡Touka! Señorita Irimi! ¡Señor koma!

— ¡Eijiro! — dijo Touka corriendo a verlo.

— No soy el único hermana mayor — dijo el chico apartándose.

— Hola.. Touka.. — dijo el joven de pelo verde.

— I.. Izuku.. — La chica se lanzó sobre él llorando.

— Tranquila..

— Bueno, también están Katsuki y Kyoka conmigo, a uno ya lo conoces... — dijo Eijiro separándola de Izuku

— ¿Bakugou?

— Sí y también esta otra amiga, su nombre como ya dije es Kyoka

— Bueno, pasen, ¿quieren tomar algo? — dijo Touka, algo feliz, le habían levantado el animo un poco.

— De hecho, queríamos hablar, en privado contigo y con el señor Yoshimura, quizá tu amigo podría venir — dijo Eijiro con una mirada seria, Touka entendió y les abrió una puerta.

— Por aquí, en un momento iremos.

— Gracias hermana, vamos chicos.

Allí esperaron por unos minutos, hasta que el viejo Yoshimura, un anciano de pelo corto y blanco con una mirada que mostraba calma, pero a la vez otra emoción, que era difícil de explicar, era una mirada vacía, pero calmaba, su expresión calmaba, tenía el uniforme de Anteiku, era el jefe, él llegó a la sala privada junto a Touka, Kaneki los siguió por atrás.

— Bueno, Eijiro, un tiempo sin verte.

— Lo mismo digo señor Yoshimura.

— ¿Y qué se les ofrece?

— Supresores de RC y también Activadores de RC.

— Cómo sabes de su existencia, joven Izuku.

— Mi padre estuvo capturado una vez, y fue torturado con esos, aunque en el momento todavía se estaba trabajando en los Activadores y los dejaron con secuelas, ahora estoy seguro que deberían de estar terminados.

— Interesante, pero porqué los necesitas.

— Kat es humano, Kyo es una ghoul artificial creada por el Dr. Kanou, estuvo en coma por un par de años, y despertó hace unas semanas.

— Entonces, quieren que tu amigo se vuelva un ghoul, pero sabes lo peligroso que es eso, no?

— Estoy dispuesto a arriesgarme — dijo Kat — tenemos una teoría de una forma para que sea posible hacer esto, tengo el mismo tipo de sangre que Eijiro, esto ya me da una posibilidad de que funcione.

— Bueno.. ustedes saben lo que hacen. Me imagino que quieren poder quedarse aquí por su estadía en Tokio.

— Así es Señor Yoshimura.

— Bueno, los dejaré, pero les digo que no es seguro ni fácil infiltrarse en una base del CCG, si quieren ir no los ayudaremos, si alguno de ustedes es capturado será tarea suya el rescartarlo, no de ninguno de nosotros.

— Sabemos los riesgos, no podría hacer sido de otro modo.

Esa misma noche salieron al distrito 23, Edogawa, donde además de estar Chochlea estaban algunas bases de experimentos pequeñas, donde muy posiblemente se podría obtener Supresores de RC.

Se infiltraron en una de las bases alejadas de Chochlea, por suerte allí encontraron distintos fármacos del CCG, encontraron un gas supresor de RC que estaba en proceso, pero decidieron dejarlo porque podría ser peligroso, se adentraron más matando a los guardias de la base hasta que llegaron a los fármacos finalizados que esperaban a ser movidos a los cuarteles principales, allí encontraron los Supresores y los Activadores, estaban almacenados en pequeños botes sellados completamente para conservarlos y poder mandarlos al CCG. Tenían mochilas con espacios para envases, cogieron todos lso que pudieron de ambos y salieron de las instalaciones, pero la alarma ya se había dado, investigadores de segunda clase llegaron con un investigador de primera clase como su líder, eran un escuadrón del CCG que estaba encargado de Edogawa.

Izuku rápidamente intentó incinerarlos, pero atacaron con Bikakus que bloqueaban rápido sus segmentos de tentáculo, los separó para imitar a un ukaku pero seguían cubriéndose con sus quirks, uno de ellos tenía un quirk de campo de fuerza, Katsuki usó sus explosiones para debilitarlo y luego Eijiro atravesó a uno con su Koukaku, los otros se pusieron más agresivos y el investigador de primera clase tomo acción, con su quinque quimera, Hari 針(Aguja), era una Koukaku Ukaku, con un quirk de expansión, el investigador logró dañar el Kagune de Eijiro y mandó a volar a Katsuki, Izuku con las justas se mantenía, en ese momento Kyoka logró activar su Kagune, unas hermosas alas Ukaku, que salían como ondas, creando un sonido calmante, de forma instintiva atacó, las ondas se solidificaron en discos y salieron generando un sonido retumbante, increíblemente fuerte, cortaron las extremidades del investigador y quedaron atascadas en el suelo.

— Eso fue increíble Kyoka.

— ¿Lo hice yo?

— Sí, eras extremadamente fuerte, eh? bueno, vamos, ¿Kat estás bien?

— Solo unos rasguños, no es nada.

— Entonces continuemos, es muy probable que lleguen más, también se podría haber alertado a alguna institución de héroes, estamos en la capital, podrían haber sorpresas.

— Tienes razón, ¡vamos!

Siguieron corriendo, después de unos minutos llegaron a Sumida, el distrito 7, estaban seguros de que ya estaban a salvo, se alejaron bastante, pero en un momento.

— ¡SMASHHH!

BNHA: Ghoul DekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora