Don't forget me | Tom Felton

FINAL

un tiempo después...

La lámpara para leer aún está encendida dejando ver claramente la fotografía junto a ella. En el rostro de ambos se ve la felicidad y la paz que sentían. Su madre había guardado la fotografía pensando que sería un gran recuerdo.

Hacia algún tiempo que le había dicho adiós y había decidido continuar.

Las cosas con ella no fueron miel sobre hojuelas, pero si de algo estaba seguro, era de que no ha amado a nadie como la amó a ella. Después de aquella noticia no volvió a ser el mismo, pero se esforzó, necesitaba hacerlo, por él, por ella y por su ahora familia.

Parpadeo unas cuantas veces cuando unos sonidos en la puerta se escucharon, dejando ver a una pequeña de ojos cafés y cabello castaño.

–Papá, ya estamos listas– la niña entró para correr hacia él que se encontraba sentada detrás del escritorio. Tom la recibió y la sentó sobre su regazo.

–Entonces es hora de irnos.

La niña lo miró y frunció el seño, los ojos azules de su padre tenían un ligero color rojo y su naríz también aparentaba la misma tonalidad.

–¿Estabas llorando?– su curiosidad la impulsó a preguntar y pasó su vista por el mueble de madera, la foto sobre este llamó su atención. Su padre se veía joven y estaba con una chica que claramente no era su madre. –¿Quién es?

Sorbió su nariz y miró hacia la dirección en la que la pequeña lo hacía, –es una amiga.

–¿Estás llorando por ella?

–Anne, hoy estás haciendo muchas preguntas.

–Me gusta preguntar, me gusta saber.– la niña lo miró con un brillo en los ojos. –¿Qué pasa con ella? Si la extrañas, ¿porqué no le llamas?.

–No creo que exista una línea para hacer una llamada a una distancia muy larga– volvió a sorber su naríz mientras soltaba una risita.

–No entiendo.

–Ella ya no está aquí, hace un tiempo se fue... Y ya no creo que regrese.

–¿Murió?

Tom la miró a los ojos cuando está giro el rostro para verlo, sabía que Anne no lo preguntaba por malicia, era únicamente curiosidad de una niña de 6 años.

–Sí, murió.

–Lo siento– se disculpó al notar la mirada triste en los ojos azules de su padre.

El asintió, habían pasado 6 años desde que decidió ponerle un punto final a lo que había pasado con ella, con Annabel. Le había dolido mucho que las cosas hayan pasado como lo hicieron. Realmente había pensado que las cosas con ella irían bien, pero se dejó llevar por lo que la gente decía, por opiniones y consejos que lo único que hicieron fue dañar lo que tenían. Inventando cosas absurdas, y haciéndole más daño. Fue una lástima que se haya enterado de la verdad después de aquel suceso, en los primero días no hubo día en el que no llorara pidiendo disculpas por no haberle creído. Fue doloroso al punto de no querer hablar con nadie, pero ahí estuvo Bonnie para él, ella estuvo para él.
Muchas veces le habló a la nada, con la esperanza de que Annabel lo escuchara, no estaba seguro de que eso parada, pero cada que lo hacía buscaba una paz magnífica.

–¿Estás lista para irnos?

–Sí, por eso vine a buscarte.

–Bien, entonces vámonos.

La niña se bajó de su regazo y corrió hasta la puerta dela salida, miró la fotografía sobre el escritorio y sonrió, si ella estuviera aquí sabía que le gustaría saber que lo había logrado, tenía una familia y era feliz con ella. Tomó el cuadro en sus manos y con una última lágrima saliendo de sus ojos la guardó en el cajón. La extrañaba, pero no podía seguir en el pasado, de vez en cuando le gustaba sacarte la foto de marco y mirar el reverso, una palabras escritas a puño y letra de Annabel.

No me olvides.

A.

Claro que no, él nunca se olvidaría de Annabel Smith.

∞

Si ustedes están confundidas, yo más :).

Empecé esta pequeña historia por impulso, el mismo día que se me ocurrió, la subí; no le dí tantas vueltas al asunto porque no me quería complicar, simplemente estaba escuchando música triste y dije ¿Por qué no?.
Reglamente no sé si dí con el clavo de que trataba la historia, pero espero que la poca experiencia que tengo les haya gustado.
Prometo que la próxima historia tendrá más profundidad. Los tqm y gracias por leerme.