Sia... [Libro #1] [Saga bebé] +18✔

Capítulo II: ¡A stranger in hell!

Sia;

Como era de esperarse, Jenny logró persuadirme para que fuera con ella a un nuevo night club, llamado Hell. A pesar de ser nuevo, como ya había dicho anteriormente, se ha vuelto el lugar favorito de muchas celebridades importantes, aún se desconoce la identidad del dueño, supongo que eso no es de gran importancia. Ya que voy en camino, viendo los edificios a través de la ventana del automóvil, mi padre insistió en que nos llevara su chofer de confianza; supongo que se imagina en las condiciones en la que nos encontraremos en el momento que decidamos regresar. Christopher sabe que no suelo beber mucho, sin embargo, es de los que tienen el pensamiento de: ¨Prevenir antes que lamentar. ¨

Jenny se retoca el maquillaje por décima vez en el transcurso del viaje, ella optó por un vestido color negro bastante llamativo; yo terminé poniéndome el obsequio de mi ¨recatada prima, ¨ niego para mis adentros. Relamo mis labios y busco la forma de mantener mi mente distraída, creo que esta noche abusaré bastante del alcohol, ¿qué podría pasar? El auto se detiene, sacándome de mis pensamientos, puesto que ya habíamos llegado. El chofer abre mi puerta y sostiene mi mano, no era necesario, puedo caminar perfectamente bien con los tacones. Jenny lo observa por encima del hombro y yo golpeo ligeramente su hombro, no me gusta mirar a las personas con superioridad; todos somos seres humanos, algunos con más dinero que otros; pero seres humanos después de todo. La música retumba por todo el lugar y me aturde hasta cierto punto, decido ignorar la incomodidad y enfocarme en mi objetivo de la noche: Divertirme y olvidarme de que soy una cornuda, en fin…

La música se vuelve pegajosa en todo el sentido de la palabra, muevo mis caderas y paso las manos por mis senos, cabello y caderas. Sin lugar a duda, el alcohol está haciendo de las suyas en mi organismo, uno que otro chico baila conmigo y no me molesto en apartarlo. Jenny en cambio, baila con alguien que me resulta bastante familiar, sin embargo, mi alcoholizada mente no me permite buscar mucho en ella. Lo único que soy capaz de distinguir es que parece un gigante en comparación conmigo, aunque siendo sincera, ¿quién no es un gigante a mi lado? Ni siquiera llevando tacones disimulo un poco mi estatura. Él me observa con los ojos entrecerrados y yo meneo la cabeza. Jenny parece angustiada y enojada, No le presto mucha atención, ya que suele tomar esa actitud cuando no logra lo que quiere: Después le preguntaré que le sucede; la noche transcurre entre baile, alcohol; alcohol y baile. Decido sentarme en la mesa cuando todo comienza a darme vueltas, bebo un poco de agua y masajeo mis sienes. Tomo mi celular y reparo una vez las fotos de James con varias chicas. ¡Lo odio! Lo detesto tanto, aunque no fue mi primera experiencia romántica, sí fue el primer chico que quise de verdad y con el que llegué a plantearme un futuro. Me golpeo mentalmente por seguir repitiendo lo mismo, ¿cambiará algo que mi mente me torture con lo mismo una y otra vez? Jenny se acerca a nuestra mesa sin rastros del labial rojo que se había aplicado.

—Me marcharé con el chico que está allí. —señala al sujeto tamaño edificio, este tiene una expresión seria, casi podría asegurar que es un amargado de la vida. Hago una mueca de desagrado. —No te preocupes, está en la universidad y no es la primera vez que tendremos un encuentro privado.

—¿Te irás ya? —Cuestiona y niego, el ambiente me gusta, a pesar de estar algo ebria. Mi mejor amiga besa mi mejilla y la pierdo de vista cuando comienza a caminar entre las demás personas.

Pasé alrededor de quince minutos en completa soledad, hasta que un mesero se acercó a mí con una sonrisa. Correspondo el gesto porque maleducada no soy, me extiende una botella de champaña que nunca había pedido. Carraspeo, en un intento de recuperar mi voz.

—Disculpe, creo que se equivocó, yo no he pedido nada. —Aseguro y él niega frenéticamente, sin dejar de sonreír. Es cierto que su trabajo es ser agradable y respetuoso, pero ¿no le dolerá la mandíbula?

—El señor que se encuentra en el reservado de la zona VIP, me pidió expresamente que le entregara una botella a la chica de la mesa nueve, y como es evidente solo existe una mesa nueve en este lugar. También que le expresara el enorme placer que él sentiría si usted lo acompaña por esta noche.

Okey, no soy el tipo de chica que acepta la invitación de un extraño sin conocerlo, mucho menos sin verle el rostro. Levanto el mentón y enarco una ceja, ¿qué podría pasar? Quizá es un viejo verde, tal vez un asesino serial, un psicópata tal vez… Suspiro con resignación y a pesar de la presencia de alcohol actúo racionalmente. Niego como respuesta, el camarero asiente, su sonrisa flaquea por unos segundos.

—No puedo aceptar la invitación de alguien que jamás he visto en mi vida, solo porque él desea que "le haga compañía." —Musito, haciendo comillas con mis dedos, pensé que el asunto quedaría ahí. En ese momento exacto donde observas a alguien que resalta por encima de los demás, no solo en belleza, sino también en elegancia. Mis ojos reparan a un hombre que baja las escaleras con determinación en cada paso que da. ¿Quién es él? Paso saliva con dificultad, y aunque nunca admitiría algo tan vergonzoso en alta voz, puede que mis bragas necesiten un remplazo. Como si ya todo fuese surreal la existencia de alguien así, no me es muy difícil deducir a dónde se dirige. Sus ojos negros se conectan con los míos azules y yo siento que voy a desfallecer, aun así, mantengo la compostura. ¿Será él el hombre que deseaba mi compañía esta noche? Arrugo el entrecejo y relamo mis labios al sentirlos resecos.

—Buenas noches.

Su voz, oh, ¡Dios todo poderoso…! Enfócate, Sia, sus ojos negros son mucho más oscuros de lo que pensé….

—Soy el hombre que acaba de rechazar hace quince minutos, y admito que fue un error enviar a un empleado cuando pude haber venido yo mismo. ¿Aceptaría usted, hermosa joven, tomar una copa conmigo? —Pregunta, ay, Dios, bien… ¿Por qué estoy en un bar a las dos de la mañana en primer lugar?

1)- Mi novio me traicionó.

2)- Me deprimí.

3)- Mi mejor amiga me trajo a un night club para distraerme y me dejó sola; no me molesta ella también tiene una vida.

4)- Estoy completamente soltera y no tengo que darle explicaciones de mi vida a absolutamente nadie.

—Sí…

Fue la respuesta que salió de mis labios antes de aceptar la mano de aquel hombre, del cual, desconozco hasta el nombre.

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Hola, ¿cómo están?

He aquí el segundo capítulo.

Espero les haya gustado.

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Dedicado a:

ElaineBentezCastillo

AinaraGomezChaveco

MarujaXO

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