Sous le Ciel de Paris -[JJK&KTH]

V

V

Te voy amar hasta hacer encender el infierno de tus ojos,

Hasta hacer jurar todos los truenos de Dios,

Te voy amar...

Te voy amar como nadie más se atrevió a amarte,

Te voy amar mas de lo que tus sueños han imaginado,

Te voy amar...

Te voy amar como me hubiera gustado que me amaran.

-Louane - Je vais t'aimer

Caminar bajo la Luna brillante de esa noche de sábado se siente como algo mágico para JungKook, no mágico por el lugar donde se encuentra sino por la presencia de la persona con la que esta siendo acompañado. 

"No quiero que te sientas presionado por lo que dije antes" comentó antes de detenerse en su camino hacia el auto. Viendo la manera en que los ojos de TaeHyung ahora tienen un brillo distinto al de antes, no es algo melancólico sino esperanzador, al menos, eso es lo que JungKook siente.

"No me haces sentir mal con lo que dijiste, de hecho me has puesto a pensar y puede que luego me arrepienta de esto, pero ahora mismo tengo una terrible necesidad de probar tus labios" TaeHyung le dijo haciendo el aliento del pelinegro le abandone al escuchar esas palabras salir de la forma mas casual que podría existir.

"Kim TaeHyung" le llamó de forma seria, viendo como este se encamina hacia él, deteniéndose cuando están frente a frente, a tan solo un metro de distancia. "No vayas por la vida haciendo ese tipo de comentarios, no deberi..." 

La distancia, pequeña gran distancia, se cortó gracias a un movimiento suave que TaeHyung hizo, acercándose de manera sigilosa a su cuerpo. Con el aliento de ambos mezclándose, unió  sus labios delicadamente, tan solo un rose antes de que el castaño decida  alejarse y JungKook simplemente no puede quedarse quieto, le tomó las mejillas con sus manos para poder acercarle nuevamente porque, ese mínimo instante no le es suficiente.

Se movieron en el lugar hasta que la espalda de TaeHyung se recarga en una de las paredes de aquel callejón con JungKook sosteniéndose en uno de sus brazos apoyado la pared para no aplastarlo, aferrándose a su cuerpo en un apretado abrazo, besándole como nunca había besado antes. Con el sentimiento de pérdida que quisiera o no va a tener que enfrentar.

Besando y amando sabiendo que va a perderle.

Lo que siguió a ese beso fueron caricias y jadeos suaves. El alcohol también ayudó a que se sintieran así, la atracción existía pero ser decididos a hacer algo con ello era algo diferente.