Sia White;
Camino de la mano del desconocido hacia la zona VIP del night club, en el momento exacto que nuestras manos se unieron un escalofrío recorrió mi cuerpo, sin embargo, ¿qué problemas podría causarme alguien que no sabe siquiera mi nombre? Supongo que esa será la única información que le brindaré de mi persona, me siento frente a él y como ve que no me decido a hablar el desconocido decide hacerlo.
—Háblame de ti, ¿cómo es posible que una chica como tú se encuentre sola en un lugar como este? —cuestiona, llevándose la copa de vino a los labios. Sonrío de medio lado e imito su acción. Un jadeo involuntario se escapa de mi boca al degustar un vino tan exquisito, sin duda, él tiene un buen gusto.
—¿Cómo soy yo? —inquiero y él enarca una de sus perfectas cejas. Jamás había conocido a un hombre tan perfecto, al menos físicamente. Su comisura derecha se eleva en un intento de sonrisa que no llega a sus ojos. Son ese tipo de ojos que por mucho que lo desee son imposibles de descifrar. Cruzo mis piernas y me concentro en corresponder su mirada.
—Eres una mujer increíblemente hermosa, razón por la cual te invité a tomar una copa conmigo. —responde, sí, sé que soy hermosa; pero desde que supe de la traición de James, había comenzado a dudar de mí misma. Jamás necesité que un hombre ratificara que soy atractiva, sin embargo, gracias al desconocido frente a mí, una parte de la confianza que había perdido regresó; espero que esta vez no se atreva a abandonarme nunca. A pesar de pensar de una forma diferente, termino agregando:
—Hay muchas mujeres hermosas esta noche, desconocido.
—Ninguna que llame mi atención, desconocida. Puedo asegurar que esta noche será muy entretenida para ambos. —inquiere y siento mis mejillas arder, gracias a su comentario. ¡Enfócate, Sia! Ya había olvidado cómo reaccionar a este tipo de coqueteos. Humecto mis labios y él los observa. ¿Es posible que su mirada pueda oscurecerse más? Pues ya no me cabe la menor duda, acaba de hacerlo.
.........
Arqueo mi espalda y me aferro a sus brazos cubiertos de tinta, por desgracia la poca iluminación de la habitación no me permite ver con exactitud que tiene tatuado sobre su pálida piel. ¿Cómo terminé en una habitación de hotel teniendo el mejor sexo de mi vida con un desconocido? Pues...Me dejé llevar, y en estos momentos al sentir mi cuerpo desfallecer por el glorioso orgasmo que lo recorre, no me arrepiento de nada. Él llega al orgasmo al igual que yo y escuchar su gemido varonil me pierde más. ¡Santa madre de Dios! ¿Quién es este hombre y por qué siento que no conocía el verdadero significado del placer hasta que él me tuvo entre sus brazos?
Me dejo car sobre su cuerpo, el cual se encuentra algo sudado por la reciente acción que hemos tenido. No me causa asco, ni mucho menos, ya que yo me encuentro igual o peor. Nos observamos por una fracción de segundos, lleva su mano izquierda a mi mejilla con delicadeza; cierro los ojos, el tacto es realmente agradable. Uno mis labios a los suyos en un beso bastante feroz y apasionado, no negaré que el alcohol que hay en mi organismo me dio la valentía inicial que necesitaba; pero ahora, ya no siento vergüenza. El desconocido me aparta y lleva su mano hasta el interruptor de la luz. En cuestión de segundos el cuarto se ilumina, permitiéndome así detallar su cuerpo por completo. Siento su mirada devorar con mayor intensidad el mío, como si eso fuera posible. Siento tantas sensaciones juntas que me resulta casi imposible describirlas todas. Aunque todo es netamente sexual, eso no cambia el hecho de que nunca me había sentido así con nadie.
—Eres tan adictiva...
—¿Eso es malo? —Cuestiono con diversión y él sonríe de medio lado, haciéndolo más excitante. Besa mi cuello y acaricia mis senos expuestos. Me erizo por completo al escucharlo susurrar algo en mi oído, muerdo mi labio inferior al interiorizar lo que ha salido de sus labios.
No sé cuántas veces estuvimos juntos en toda la noche, no me impuse la tarea de contarlas, ni lo que hablamos antes de que me quedara dormida, simplemente me dormí en sus brazos, en los brazos de alguien que ya no era tan desconocido para mí; y aunque nunca nos volveríamos a ver, puedo asegurar que se quedará en mi memoria por un largo tiempo.
Horas después;
Abro los ojos con dificultad, ya que la luz que se filtra por la ventana es verdaderamente molesta. ¿Cómo llegué aquí? Me incorporo en la cama, y comienzo a asustarme al percatarme de que no llevo nada de ropa. Mi teléfono comienza a sonar en alguna parte de la inmensa habitación; masajeo mis sienes y haciendo un esfuerzo sobrehumano, ya que no hay una parte de mi cuerpo que no me duela en estos momentos; me levanto de la cama. ¿Qué hice anoche? ¿Cómo terminé en una habitación de hotel sin nada de ropa? Fuerzo mi mente a recordar algo que me permita responder alguna de las interrogantes que me atormentan. Que mi teléfono suene sin parar no me ayuda en lo más mínimo. Las imágenes, más bien fragmentos van regresando de apoco y unos ojos negros son los protagonistas de mis recuerdos. En pocos minutos ya soy consciente de todo lo que hice la noche anterior y la madrugada de hoy. ¿Siquiera utilizamos protección? No quisiera tener sorpresas y no me refiero solamente a un embarazo no deseado, sino también a una ETS. Mi cuerpo entero se relaja al distinguir algunos envoltorios de preservativos en el suelo. Decido contestar el teléfono, después de que milagrosamente encuentro mis bragas.
—¿Diga? —Musito masajeando mis sienes y llevándome un poco de agua a los labios. No volveré a tomar así en mucho tiempo.
—¡¿Se puede saber dónde demonios estás Sia White!? —Vocifera mi mejor amiga, logrando que un gruñido de dolor salga de mis labios, ¿desde cuándo la voz de Jenny es tan chillona?
—Baja la voz que la cabeza me va a explotar. Estoy en un hotel, y no, no me violaron, mucho menos secuestraron. Después te cuento todo con lujo de detalle, ahora necesito llegar a mi casa y sí tuve una noche increíble....
Cuelgo la llamada antes de que ella decida comenzar con un interrogatorio digno de Criminal Minds. Termino de vestirme y me coloco los tacones, muy a mi pesar. Dormiré doce horas seguidas de ser posible. Llamo al chofer de mi padre, el cual envié a casa anoche para que venga por mí. Es una suerte que Gerald sea bastante discreto, moriría de vergüenza si decide contarle algo a mis padres. En menos de media hora me encuentro en el vehículo, propiedad de Christopher White, el cual tiene por destino mi casa. Mi mente no permite dejar de pensar en el desconocido. Después de todo, ni siquiera nuestros nombres dijimos, me encojo de hombros restándole importancia. Salgo del automóvil y entro en mi casa, para mi mala suerte hoy mamá decidió tomarse el día libre; lo sé porque su fuerte y contagiosa risa se escucha desde el porche de la casa. Pensé que se trataba de mi hermana, incluso de la madre de James, quien tampoco sabe nada de nuestra ruptura, sin embargo, alguien en el mundo está en mi contra.
—Mi amor...—inquiere James reparando mi aspecto, la pregunta aquí es: ¡¿Qué demonios hace él en mi casa?!
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Sia... [Libro #1] [Saga bebé] +18✔
Teen FictionSia White es la chica que lo ha tenido todo en su vida, desde dinero, hasta un novio que la adora desde el momento en que iniciaron su relación. Sin embargo, ¿qué ser humano tiene una vida perfecta? Exacto, absolutamente nadie puede vivir con plenit...