Adicto.

01. Esa hija, no es tuya.

¡Plass!

El rostro se mostro marcado por la palma de una mano, al cual se torno en un tono rojizo, la mirada llena de sorpresa con una mueca dolor de parte del rubio, mientras lentamente acercaba su mano al área afectada mientas seguía en shock.

Hinata, la causante de que Naruto tenga un tatuaje de una mano en la cara, parecía avergonzada, dolida, haciendo un gran esfuerzo pero no romper en llanto.

—Por qué? — Ahora era el rubio que se encontraban dolido.

—Yo- yo.... — Hinata, aun sin poder articular alguna palabra para responder, su nerviosismo aumento por la presión de la miraba de Naruto, sólo agachó la cabeza.

Dejando que el silencio inundará la habitación por unos minutos, mientras que Naruto solo la veía con decepción.

—¿No vas a responder? —Pregunto de nuevo —¿Por qué me engañaste Hinata? — hablo lo mas calmado posible, aunque en sus ojos se reflejaba lo dolido que se encontraba ante lo sucedido.

Pronto, algo hizo que Hinata, agarrara confianza levantando su cabeza de golpe con una expresión de enojó.

—¿Engañarte? ¡¿A quien engañe?! ¡Porque yo no tengo un esposo! Solo tengo un hombre que vive bajo mi mismo techo, que viene cuando quiere o si tiene tiempo, claro. — su tono subió repentinamente y siendo sarcástica a lo último. Cosa que sorprendió a Naruto

En toda su juventud no pensó que aquel sueño de niño, solo se convertiría en un problema para cuando sea adulto.

El tiempo que estuvo encerrado en aquella torre, las horas de sueño que tuvo que sacrificar, para reducir a mínimo su trabajo y tener tiempo con su familia.

Siendo en vano....

—¡Tengo trabajo y lo sabes Hinata, no son solo completar unas misiones! ¡Soy el Hokage, yo doy las misiones! — El tono de voz iba aumentando mientras discutían, siendo escuchados por sus vecinos que estaban muy entretenidos.

 hasta que....

—Himawari, no es tu hija. — dijo sin pudor, dejando a el rubio con las palabras en la boca.

La habitación se quedó en silencio, al igual los chismoso de los vecinos entretenidos decidieron dejar de escuchar, por ser un momento demasiado privado.

Hinata con sorpresa se tapó la boca al darse de lo que dijo, con miedo levantó su mirada y vio cómo Naruto seguía en shock.

—¿Qué...?

—Yo -yo no...no... Si, verdad Himawari, no es tu hija. — aunque al principio dudo, decidió ya no ocultarlo y lo dijo.

El rostro del rubio se torno sombrío, mientras ejercía presión en su puño volviendo blanco sus nudillos ante la bronca, al igual que sus uñas se encajaban en la palma, dejando que pequeñas gotas de sangre brotaban.

Mientras que la Hyuga retrocedía con miedo, al ver cómo Naruto se acercaba a pasó rápidos en tanto aflojaba su puño y dado que percibió la sangre que brotaban de su mano derecha.

Solo para pasarla de largó e ir hacia la puerta, mientras la gotas de sangre caían en pizo de madera a cada paso.

Al llegar a la puerta dijo —El lunes haré que firmes los papeles del divorcio, después de eso no te quiero volver a ver. — y en seguida salió de la habitación.

La Hyuga, sorprendida por lo que sucedió, sonrió feliz.

Eso era lo que quería, el divorcio.

Aún con el pensamiento de como es que se habrá enterado de su infidelidad, mientras abandonaba la casa.