Soledad

Soy un cometa

Alex no sentía nada. No sentía el clima helado de principios de Enero, ni el sudor correr por su brazos desnudos, ni el dolor de garganta que amenazaba con cortarle la voz. Si acaso sentía la adrenalina y el éxtasis de oír como sus seguidores lo alababan cual mesías. Lo único que iluminaba el cielo eran la luna y las estrellas, y las lámparas de los celulares del público. La luz se había ido del lugar, pero eso no le importó. Consiguió bocinas inalámbricas, al igual que micrófonos y siguió con el show a capela. Él no era el vocalista principal, por supuesto, sino su amigo Leo quien estaba al centro del escenario. Muy cerca de él estaba Ava, cantando a todo pulmón sin desentonar. Su cabello castaño claro estaba suelto y su fleco le cubría gran parte de la cara. Alex quiso continuar mirando, apreciando cada pequeño detalle de ella, pero se abstuvo de hacerlo. Si continuaba, seguro un fan o paparazzi le tomaría una foto y crearían todo un show que crearía discordia entre los miembros de la banda.

El cambio de ritmo de la batería de Daniel lo hizo salir de sus pensamientos y regresar al presente. Era el momento del solo final de Leo, y con eso, el fin del concierto. Todos detuvieron en seco sus instrumentos, Ava el teclado, Daniel la batería, Alex el bajo, y Leo su guitarra eléctrica, para con una última nota alta cerrar lo que hasta ahora había sido una gran noche.

-Gracias, Biergartenmr- gritó Leo.- Nosotros somos Nessie, esperamos verlos de nuevo.

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-Eso...fue...¡GRANDIOSO!- Daniel gritó.- Wey, ¿De dónde sacaste tantos micrófonos?.- le preguntó a Alex, dándole un codazo en las costillas.

Alex rió y se sobó su costado.

-En una película vi que pasaba algo parecido a lo de hoy. Me dio miedo pensar que podría pasarnos lo mismo y siempre traigo algunos en la camioneta.

-Espera, ¿Me estás diciendo que mi camioneta siempre tiene todo ese equipo?.- le preguntó Leo. Venía agarrado de la mano con Ava.

-Eh...¿sí?.- Alex sonrió.

-No mames, cabrón.- Leo soltó la mano de Ava para para girarse por completo a ver a Alex.- ¿Incluso cuando fuimos a Tepito a ese pub de mala muerte?

-Sí.- contestó.- Cuidado atrás.- Alex jaló a Leo para dejar pasar a una chica. 

Estaban tras bambalinas yendo en dirección al bar.

-¿Donde casi nos asaltan los chakas?.- preguntó Daniel.

-¿Sí?

-¡No mames, Alex!- gritaron Daniel y Leo.

-¿Qué tiene? Al final no nos pasó nada y nos sirvieron ahorita.

-Pues sí.- dijo Leo.- Pero esa vez casi terminamos sin calzones y tú llevando hasta los pinches vasos de la Reina.

-¿Que casi pierden qué?.- preguntó Ava.- Me dijiste que sólo habían sido unos ladrones de bolsillo.- frustrada, Ava se cruzó de brazos para encarar a Leo.

-Daniel.-susurró Alex.- ¿Cómo hacen las carnes en el sartén?

-TSSSSSSSS.- susurró Daniel, aunque no lo suficientemente bajo como para que Ava no los escuchara.

-Y esto va también para ustedes.- los señaló.- ¿Por qué no me dijeron nada?

-Te estresas demasiado, amor- Leo la abrazó por detrás.- ¿Ya qué importa si te dijimos o no? Lo hecho hecho está.