—Mgh — se escuchó un último gemido antes de que ambos se corrieran, terminando uno sobre el pecho de ambos y el otro dentro suyo.
Cómo costumbre.
—¿Te gustó amor? — preguntó un agitado Tiago mientras lo abrazaba por la cintura mientras empezaba a repartir unos besos en su pálido hombro.
Esté asintió sin siquiera decir una palabra.
Esto Tiago lo noto, por qué cuando no escucho una respuesta por parte del peli-blanco paro con los besos inmediatamente.
—¿Por qué no decís nada Mau?, ¿Sucede algo?
«Si» — quiso responder Mauro.
Pero no pudo.
—¿Bueno? — una llamada le había entrado.
Eso a Tiago no le gusto tanto porque cuando lo escucho contestar sin siquiera tomar en cuenta su anterior pregunta solo rodó los ojos y se alejo un poco tomando también su propio celular.
—¿Ahora?
Tiago alzo una ceja, ¿Ahora?, «¿Ahora que?» — se preguntó mentalmente.
—Bien, si. Te veo en cinco.
Mauro había terminado su llamada.
—¿Quién era? — preguntó Tiago fingiendo que no le importaba tanto.
Pero Mauro lo conocía bien.
—Era mi mánager, ya sabes. Dice que tengo que irme a dar un par de entrevistas. — contestó Lit simple.
—¿Ahora? — volvió a preguntar Tiago con un poco de molestia.
—Si, ¿Por? — dijo Lit intentando pararse de aquella cama en la que minutos antes se encontraban teniendo relaciones. Pero le fue imposible cuando una mano lo tomo de su brazo siéndole imposible el poder moverse.
—Quédate un rato más Lit — se volvió a acercar él pelinegro a su novio empezando a repartir besos en su cuello. Mauro sintió su cuerpo estremecerse.
Pero no podía faltar.
—T-Tia-
—Que te parece si mejor dejas esa boba entrevista para otro día y mejor te quedas aquí — le dio un leve mordisco en el lóbulo de su oreja — La pasamos bien y capaz tenemos una segunda ronda, ¿he Mauro? — el contrario sintió unas manos traviesas empezar a acariciar su piel que permanecía aún desnuda bajo las sábanas. Tenía que pararlo. — Incluso podríamos-
—N-No Tiago, para
—¿Por qué amor?, Si se nota que te gusta
Tiago intento recostarlo de nuevo en la cama pero Lit se lo impidió.
—Dije que no Tiago — dijo con voz firme empezando a recoger su ropa y ponérsela
—¿Y por qué no?
—¿Si escuchaste la parte donde te decía que tenía una entrevista? — Se colocó el primer zapato
—¿Y eso que Mau?, Antes solías aceptar mis propuestas y no pasaba nada, al contrario. La pasábamos bien. ¿Qué hay de diferente ahora? — dijo molesto.
—Aaa, ¿Mucho?
—¡Mauro!
—Es la verdad Tiago, esos eran otros tiempos y recién estábamos iniciando nuestra relación. Era obvio que quería tener relaciones contigo todo el tiempo
—¿Pero?
Mauro suspiro.
—Pero ya llevamos dos años de relación Tiago, además ahora hay más personas que apoyan mi trabajo. No puedo solo decidir no ir y quedarme aquí contigo, ¿Entiendes?. No quiero descuidar esto que tengo ahora, vos más que nadie sabes todo lo que tuve que laburar para conseguir estar donde estoy.