—maldito James—dije furiosa cuando senti un extraño líquido caer encima de mi cabeza, mi mano toco el liquido pegajoso
—¿Qué te pasó Jules?—su voz irritante, esa maldita voz que me ha estado molestando desde el primer día que nos vimos en el anden y mi gato rasguño su túnica
—eres un gran idiota James.—dije furiosa mientras lo empujaba del pecho
—¿por qué tan violenta querida Jules?—preguntó haciéndose el desentendido, tenía grandes ganas de borrar su sonrisa con un lindo golpe en la cara
—deberías de madurar Potter, ya eres prefecto y no eres para nada un modelo a seguir.—dije furiosa mientras me daba la vuelta
—y tú deberías de sonreír un poco más Jules, eres prefecta pero de las más amargadas.—su risa burlona me hizo girar a su dirección, la voz de mi mi mejor amiga me llego a la mente
《Yo creo que Potter esta enamorado de tí, en el mundo muggle cuando un hombre molesta mucho a una mujer en particular es porque le gusta》
Una sonrisa de satisfacción se asomo por mi rostro y ese gesto lo confundió porque se detuvo de reír
—¿sabes qué creo Potter? Tú estás enamorado de mí. —me acerque a paso lento hacia él y una vez estuve a centímetros de su rostro mis manos pasaron por sus hombros, puedo jugar que vi al chico tragar saliva.—pero es una pena, porque yo jamás me podría fijar en alguien tan infantil como tú. Lo lamento pero tranquilo, muchas chicas en Hogwarts te aman, que tengas una buena vida.—me voltee para irme pero él me agarro de la muñeca para volver hacerme girar y pegarme a su pecho
—ten cuidado Montilia, estas jugando con fuego. Además, ya quisieras tenerme en tu vida, sería la persona que siempre saque la hermosa sonrisa en tu precioso rostro, tu panza te dolería de todas las risas que te sacaría, no habría tristeza solamente felicidad.—el rostro de Potter se acercaba al mío y está vez fui yo quien trajo saliva pesadamente. —pero es una lástima, que nuestros labios jamás se van a tocar.—nuestras respiraciones se comenzaban a mezclar y nuestros ojos no deseaban separarse
—sí, una pena Potter.—asentí mientras mi mente se contradecía, me estaba gustando sentir este nerviosismo
<<¿una pena? , ¡¿Cómo que una pena?!, fortuna Jules Montilia, ¿Qué demonios estás haciendo?>>
Ambos nos quedamos disfrutando de la sensación que se estaba instalando entre nosotros, no tuve tiempo de analizar cuando James Sirius Potter, hijo mayor del gran Harry Potter, Salvador del mundo mágico, posó sus labios sobre los míos y peor, que yo, Jules Montilia, hija de unos padres profesores del mundo muggle, una chica común y corriente le seguía el beso.
Cuando nos separamos fue solamente para recuperar aire, ambos nos quedamos observandonos, no sabíamos que hacer.
<<Mierda>>
—Nadie tiene que enterarse de esto Potter.—le advertí y él asintió antes de volver a besarme.
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