Sia;El rostro de James no muestra felicidad en este momento y bueno… No es para menos, aunque no estábamos haciendo nada malo, la situación podría malinterpretarse; para empeorarlo todo, Elijah continúa sujetándome, al notar que estoy paralizada. Levanto levemente la cabeza y observo sus orbes negros observarme con curiosidad. Me separo con delicadeza de su agarre, siento un vacío que no me gusta para nada, es como si tenerlo cerca y sentir su toque fuera algo fundamental para mí; y eso algo que me desconcierta, ya que ni siquiera con James he sentido algo así.
—Hice una pregunta, ¿ninguno de los dos me va a responder? —Vuelve a preguntar James y acabo con el contacto visual que estábamos estableciendo su hermano y yo. Me volteo encontrándome esta vez con otros ojos negros que a diferencia de los de Elijah, me parecen normales; quizás sea porque estoy acostumbrada a verlos. ¿A quién quiero engañar? Desde que volvimos a estar juntos nada se siente igual, y no, no me comencé a sentir así cuando supe del embarazo, sino antes. Las manos me tiemblan, y no precisamente por el frío, las oculto en los bolsillos de mi abrigo. Relamo mis labios, y respondo con la mayor tranquilidad del mundo:
—No está pasando nada.
Me sentí mal al decir aquellas palabras, porque, aunque en ese momento no sucedió nada, mi cuerpo entero, quería que ocurriera algo. ¿Qué está mal conmigo? ¡Es el hermano de mi prometido! Y en su momento, ya había errado lo suficiente al liarme con él en el night club, independientemente de estar de estar separada de James en aquel entonces y el hecho de desconocer que Elijah es su hermano, no va a ser relevante cuando la verdad salga a la luz. Me acerco al menor de los hermanos Sanromán y dejo un casto beso en sus labios. James me pega a su cuerpo sin delicadeza y lo observo molesta. Durante toda nuestra relación tuve que lidiar con sus ataques de celos y toxicidad. Hemos discutido infinidades de veces por eso y siempre promete que cambiará, aunque si me preguntan a mí, creo que solo empeora con el tiempo.
—¿Segura de que todo está bien? —Inquiere mientras me escanea y asiento levemente con la cabeza. Al estar cerca de él, puedo percibir algo que en la distancia era imposible, ¿tiene miedo? ¿Acaso teme que su hermano pueda hacerme algo malo? El antes mencionado carraspea y su hermano menor deja de mirarme a mí para observarlo a él. Si las miradas mataran, hace tiempo que ciertos trigueños estarían muertos. Cada día que pasa, me convenzo más, ¿de qué exactamente? Pues que lo que ocurrió entre ellos fue realmente grave, porque vamos, yo también tengo una hermana y a pasar de las diferencias que hemos tenido, no me veo odiándola de esa manera que ellos demuestran al mirarse.
—Deja el drama, James, solo la traje porque se sintió mal al salir de la reunión. —agrega el trigueño mayor y el menor me observa con preocupación. Mis alarmas se activan y le doy una sonrisa de boca cerrada para tranquilizarlo, ya que puede decir algo que no me conviene frente a mi nuevo jefe. Y sí, sigo manteniendo la misma decisión de mantener en secreto que mis bebés son suyos, he llegado hasta pensar en decirle a James que no son suyos omitiéndole el detalle de que son sus sobrinos. ¿Por qué? Lo cierto es, que, soy una cobarde.
Es en ese preciso momento en el que caigo en cuenta de algo que había olvidado por completo con la llegada de James. Elijah es mi nuevo jefe y en un inicio no pensé muy bien todos los contras que eso podría. Porque, aunque le dije que no me afecta en lo absoluto su presencia, tango claro que le mentí y mis pensamientos lo dejan muy claro. Más importante que la atracción que siento por él, está el hecho de que mi embarazo no es algo que voy a poder ocultarle si mi pasantía se extiende por más de dos meses. Bueno… Supongo que debo tranquilizarme y pensar con calma qué haré cuando las situaciones se vayan presentando. Tanto estrés podría afectar a los mellizos y eso es algo que jamás me perdonaría.
ESTÁS LEYENDO
Sia... [Libro #1] [Saga bebé] +18✔
Teen FictionSia White es la chica que lo ha tenido todo en su vida, desde dinero, hasta un novio que la adora desde el momento en que iniciaron su relación. Sin embargo, ¿qué ser humano tiene una vida perfecta? Exacto, absolutamente nadie puede vivir con plenit...