Parte Única

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Jiang Wanyin solo quería comer tranquilamente con su (muy embarazada) hermana mayor.

No quería ir a Yiling y definitivamente no quería sacar de problemas a Wei Wuxian.

La situación estaba así:

Wei Wuxian fue enviado a Yiling a comprar verduras y otras cosas con algo de dinero que Wen Qing logró ganar dando algunas consultas médicas aquí y allá.

A mitad del camino de regreso, A-Yuan se quedó dormido en sus brazos, lo cual hacía llevar los vegetales bastante más difícil. Todavía tenía que ir a hacer fila donde el carnicero y comprar algo de carnes. Había una larga fila, y Wei Wuxian sabía perfectamente que A-Yuan no iba a despertar ni aunque Wen Ruohan se levantara de la fosa con un ejército de cadáveres feroces.

"Joven maestro, si quiere puede sentarse aquí conmigo mientras espera." Le dijo una anciana sentada en los escalones de la carnicería. "Se ve que el pequeño es pesado y duerme profundamente. Venga, venga, siéntese aquí a mi lado."

"Ah, gracias Abuela, realmente no es nada."

"Venga, se ve que el niño pesa bastante, a esa edad recuerdo que mis hijos eran un peso muerto en mis brazos. Imposible hacer algo con ellos en ese estado." La anciana lo tomó del brazo libre y lo atrajo para que se sentara a su lado.

Wei Wuxian obedeció, dejando la pesada bolsa de tela con vegetales a su lado, sintió que había rozado a alguien con ella, pero fue apenas un roce, así que no le tomó importancia.

La abuela estaba contándole sobre sus hijos y sus nietos cuando Wei Wuxian lo sintió. Algo que parecía una patada en su espalda. Se puso tenso. Nadie lo había pateado desde que Wen Chao lo capturó y lo lanzó a los Túmulos Funerarios.

Se giró y vio ahí a una mujer que lo veía por encima del hombro, arrugando la nariz.

"Deberías tener más cuidado, omega, me golpeaste con esa bolsa mugrienta tuya y mis piernas están enfermas."

"¿Y no había maneras mas educadas de decírmelo? ¿Tiene que patearme?"

"Apenas te toqué, no cabe duda que a los omegas les gusta hacer drama por todo."

Wei Wuxian alzó una ceja. Por el olor de la mujer, parecía ser una beta.

"Si no se ha dado cuenta, traigo un niño dormido conmigo, fue un accidente y usted podría haber sido más amable."

"No es mi culpa que andes por ahí tú sólo, de seguro eres de esos omegas que se embarazan de quien sea."

Wei Wuxian puso cara de sorpresa. A-Yuan ni siquiera era su hijo y esta mujer atrevida estaba criticándolo.

"Pues no es mi culpa que usted tenga los pies enfermos y ande por ahí sin un sedan con cuatro sirvientes cargándola por ahí como la esposa del emperador, vieja ridícula."

Hubo un largo e incómodo silencio en la fila de la carnicería. Toda la gente los miraba. Wei Wuxian miraba con desdén a aquella mujer, y ella le devolvía la mirada de desprecio.

"Pues a eso se atienen los omegas fáciles como tú." Respondió la mujer y le dio la espalda.

Wei Wuxian arrugó la nariz.

"Sí, lo que usted diga, señora. Agradezca que traigo a este niño en brazos."

Luego lo sintió de nuevo.

¡La vieja lo volvió a patear! La anciana a su lado ahogó un gemido.

Wei Wuxian se levantó, aún sosteniendo a A-Yuan en brazos que seguía completamente muerto para el mundo, se giró abruptamente en el escalón y le dio un codazo en la cabeza a la mujer tan fuerte que ella chocó contra la viga de madera cercana.

Embarazo de mentiras (o no)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora