Autoridad

13 0 0
                                    

Ahi estaba yo perdido en clase, no preste atención sino hasta que escuche sonar el timbre que anubciaba el comienzo de una estampida humana por todo el corredor de la Universidad.

- Rayos! - pense cuando el Rector un hombre ya mayor de unos 40 años, de tez blanca algo robusto pero con cuerpo que a simple vista parecía moldeado por el gym, quiza en su juventud habría entrenado algúm deporte y habría formado ese tan esquicito cuerpo. Me llamo en cuanto cruce por su oficina, ¿Pero en qué clase de peoblema me habría metido? Siempre habia sido el chico con apariencia tranquilo que no se metia con nadie, nunca comenzaba una pelea solo las terminaba claro defendiendome solamente.
- Inerth, necesitamos hablar. - dijo cuando cruce la puerta hacia su oficina.
- Claro, que se ofrece esta vez.- dije con un poco de desdén y aburrimiento.
- Esta semana se incorpora un alumno nuevo y como parte de el comité de estudiantes debes darle la bienvenida y darle un recorrido por el campus. - No podía perder de vista su encantador acento, una mezcla de español e ingles, me parecía muy sexy.
- Seguro, y ¿Dondé esta el susodicho?.- Pregunte un tanto animado, raramente me sentía asi con un aire de superioridad, claro un tanto soberbio, pero esque la idea de ser quien estuviera a cargo me resultaba algo exitante.
- Se supone que hoy debería haberse presentado, imagino que se perdió en el campus o quizá no le apeteció entrar hoy a clase. - dijo un poco sin importancia.
- Bien en cuanto sepa algo sobre el me avisa, para no perder tiempo.-
- Perfecto Inerth te avisare, ahora ve a clase.- Me hecho de su oficina no sin antes guiñarme un ojo. Siempre tan seductor, pense mientras salia de alli.

Tenía hora libre asi que me dispuse a caminar sobre las jardineras del campus, me gustaba y disfrutaba de estar solo pero nuca estaba demás estar rodeado de "amigos" por llamarlos de alguna manera.
- ¿Qué pasa Sebastián?.- Pregunto Dave con un tono burlón. Dave era un tio bastante divertido los pequeños oyuelos que se formaban en sus cachetes lo hacían verse tan inocente pero para nada lo era, su cabello negro azabache que brilla con los rayos del sol, y cara tan perfectamente definida le hacían parece una muñequita de porcelana todo contrastaba con su voz y su forma de expresarse tan varonil.
- Bro, ¿Cuantas veces te he dicho que odio que me llamen así?, esque aun no lo entiendes Inerth llamame Inerth!.- respondí algo cabreado, pero de verdad me molesta que me llamen por mi nombre de pila, y Dave lo sabía hemos sido amigos desde que eramos pequeños, asi que sabía que lo hacía solo para molestar. Solo a el le permitía de vez en cuando que me llamase asi.
- Bien tranquilo bro no te exhaltes, que plan hay para hoy? .- pregunto mientras nos dirigiamos a una pequeña palapa algo alejado del mar de gente que había por toda la cafeteria. Era el punto de encuentro de nuestro circulo social o bien asi lo denominabamos nosotros.
- Ire a donde mi padre, tengo que recoger unos papeles. Ya sabes lo de siempre ser su mensajero. - Dije algo abrumado y esque lo habia olvidado, ya planeaba pasarme al trabajo de Kein a visitarle.
- Ni hablar, lo que tienes que hacer por un rato de tranquilidad. - Solo le oi decir a Dave estabo por responder algo contra mi padre cuando llego Noah.
- ¿Han visto a Sophie?.- pregunto Noah al tiempo que mordía su sandwish, y nos ofrecia de sus patatas. Noah era del tipo deportista siempre tan bien cuidado un tanto mas exagerado que cualquiera de nuestro circulo social, practicaba Natación y vaya que lo hacía bastante bien, solo que odiaba tener que depilarse y no lo culpa con la velludo que era debia batallar bastante. El era moreno claro o broceado como el mismo decía estar, su cuerpo bien formado resaltaba bajo su ropa todo ajustada, su cabello castañado le reboloteaba a causa del viento que soplaba contra nosotros.
Ambos respondimos con un No al unísono, tanto a su pregunta como a su ofrecimiento.
- Ni hablar ya aprecerá.- solo dijo Noah refiriendose a Sophie, eran novios desde la secuandaria, a veces me prunto como esque Sophie podria aguantar las manias de Noah que ran bastantes y algo exageradas, Sophie era de tipo de chica delicada subitamente femenina pero con algo de fuerza masculina, una mezcla rara de humor e inocencia que la hacia la chica perfecta o por lo menos de esa forma la miraba yo.
Escuche sonar mi celular,mire el mensaje que acababa de llegar, recorde que tenía una cita en menos de 20 minutos.
- Joder olvide por completo que tenía cosas que hacer, nos vemos por la tarde.- Me despedi de ambos y me lance corriendo a la salida del campus.
¿Como pude olvidarlo? Siempre estaba alerta cuando de una cita se trabataba, claro yo debía llevar el control, pero desde el encuentro con aquel chico en el Bus mi dia se volvió torpe. Me confundio la forma en que me miraba generalmente el tipo de miradas que se presentan ante un desconocido denotan lo mismo lujuria, o reproche, no tanto coqueteo a mi parecer.

Llegue 10 minutos tarde al lugar de la cita, el ya se había marchado, como era posible que justo ese dia en ese momento camino a la cita mi cel se quedase sin bateria. Me disponìa a marcharme y entrar al centro comercial cuando reconoci su mirada através del cristal, senti un cosquilleo recorrer todo mi cuerpo. No es que fuese mi primera vez, pero siempre se sentia como tal.
Todo el tiempo trataba de llevar yo el control de la situación, demostrar una seguridad que impusiera, pero en algún momento del encuentro terminaba sintiendome dominado.
- A que te dedicas?. Fue lo primero que se me vino a la mente preguntarle.
- Soy medico - respondio a secas.
Pero claro tiene toda la pinta de serlo o por lo menos eso imagine, su barba de candado muy bien recortado, sus ojos azul penetrante y su cabello un poco grisaseo daban todo la imagen de un medico de unos 30 años.
Sabia a la perfección que en cuano menos se preguntase sobre la vida personal mucho mejor fluian las cosas.
-Diga - Respondio su celular tras una larga espera.
Yo no hice más que tontear con mi desayuno.
Evite escuchar su conversación.
- Hasta luego amor. - Finalmente lo escuche decir. Una terrible sensación me sacudio, pero ¿Qué pasaba? ¿Acaso tenía pareja? O peor aún quizá estaba casado. Una ansiedad por disipar todas esas dudas me envolvio, pero no me atrevería a cuestionarlo, no era algo que hiciera a menudo, como siempre había dicho entre menos sepa sobre la vida personal mucho mejor me iba.
Tome nervioso la taza de café, esperando que preguntara algo o diera una simple explicación, un silencio estresante nos hacia compañia, solo miraba el celular esperando algún mensaje que me salvase de esta tan penosa situación. Todo el deseo que al pricipio surgio se desvanecio lentamente conforme paso la cita, el no hacía más que mirarme esperando alguna reacción que diese pie a algo más.
Yo solo imaginaba como salir de ahi, alguna escusa tendria que inventarme o simplemente decir la verdad.
Pero ¿ Cuál era esa verdad? ¿Realmente no me atraia ni un poco ese medico? O ¿A caso me asustaba la idea de que fuese casado?. Eso nuca fue un impedimento para que surgiera todo como se habia previsto pero claro comumente ese tipo de información salía a relucir depués de concretar un trato.

Iner-TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora