Incumplir las tres reglas y no ser uno de clase inferior. Esto es lo básico que debes hacer para vivir una vida "digna" o por lo menos lo más parecido a una.
Hace trescientos años empezó todo. Yo ni siquiera había nacido, pero puedo imaginar el miedo que todos debieron sentir todos en ese momento. Los causantes de todo esto eran los malditos chupa sangres.
Al descubrir la verdad, la humanidad se dividió en tres grupos; primero los que se arrodillaron ante ellos y les honraron como sus dioses; los que gustosos se ponían de rodillas para satisfacerlos y agradarles en cualquier ámbito. Luego están los que simplemente se rindieron, y por mucho odio que guardaran en su interior, cerraban la boca para no acabar muertos. Y la gente que no lo acepto, que no iba a renunciar a sus derechos; gente que prefería morir a doblegarse ante ellos.
Lucharon con uñas y dientes, nunca se rindieron y cuando consiguieron llamar su atención, fueron bautizados como rebellium, o más conocidos entre los mundanos (humanos), como los cazadores de demonios.
Con el curso del tiempo, los rebellium se hicieron más fuertes, más poderosos, más inteligentes, más rápidos. La naturaleza les había recompensado por su sacrificio y valía, pero eso no evitó que se extinguieran a manos de los vampiros.
Hoy en dia solo quedan las siguientes generaciones de los vampiros y de los rebelluim, al cabo de estar lucha tras lucha se acabaron muriendo ambos bandos. Nos volvieron a clasificar en tres sectores, nos adaptaron a su sistema. Los que fueron clasificados con el nombre de clase superior fueron los reyes, para entendernos, clase alta. Son los privilegiados, los adinerados, los beneficiados, a cambio de su lealtad hacia ellos, claro está.
Las siguientes generaciones de los que se rindieron, fueron considerados como clase media y recibieron el nombre de clase media. Viven bien, en bonitas casas en el poblado de su clan correspondiente. Suelen trabajar por ellos solos, trabajan en artesanía, el comercio...
Y por último están los de clase inferior . Para nuestra mala suerte, no heredamos las cualidades de nuestros antepasados, se perdieron con el tiempo. Somos la clase baja en el mundo de los mundanos, los repudiados, los que no valen nada. Los que solo sirven para la servidumbre.
Dejando todo esto atrás, nos encontramos con la lista de las tres reglas, más conocidas como las praecepta mortis. Todos los mundanos deben de seguir al pie de la letra la lista de las tres reglas, pues todo el que las incumpla acabará muerto.
Pero bueno al fin y al cabo, mueren igual.
Regla número tres: No te rebeles. Negarte a pagar tus impuestos o a donar sangre una vez al mes, es considerado como rebelión, y se te juzgará por ello.
Regla número dos: Enseña tu marca. Todos los humanos mayores de quince años tienen una marca para diferenciar su clase, negarte a enseñarla, de nuevo, es rebelión. Esa marca es una especie de runa que se "tatúa" en la piel para diferenciar si somos de clase alta, media o baja, y así no hay ningún tipo de confusión.
Regla número uno: No huir. Todos los mundanos tienen prohibido escapar del poblado. El que nace aquí debe vivir y morir aquí. De todas formas nadie sale, ya que por lo menos nuestro poblado está rodeado por bosques en los que habitan licántropos.
Y por último nos encontramos con la Magnus auction o también llamada la gran subasta. Una vez al año se hace un sorteo, todas las classis inferioribus de la pequeña ciudad se enfrentan a una rifa, y las diez jóvenes elegidas serán sirvientas exclusivas para vampiros. Se asigna una chica a cada una de las nueve familias nobles de la corte vampírica y la última de ellas es llevada al castillo real como sirvienta.
Por lo menos esto es lo que nos cuentan, ya que esas chicas jamás vuelven a casa, y la verdad, si no fuesen asesinadas, no necesitarían diez más al año. Si cumples todos los requisitos que acabo de mencionar, ¡felicidades! Vivirás una vida feliz y normal dentro de lo que cabe.
Pero si eres como yo, una de clase inferior a la que no le gusta las reglas, es probable que sufras el mismo destino que mis antepasados.