I Hate You ᥫ᭡

Prolongó ᥫ᭡

Apenas fue capaz de ver cuando aquel puño se estampó contra su cara, logrando que perdiera el equilibrio y cayera contra el suelo, después de aquel puñetazo le siguieron tres más acompañados de risas burlonas.

–¡Hey Dazai! ¿Por qué no te suicidas una puta vez? Así te ahorras los golpes –dijo entre carcajadas el pelirrojo, mientras tomaba de los pelos al castaño, obligándolo a voltear hacia aquel celular sostenido por uno de sus amigos.

–Hazme un favor y sonríe a la maldita cámara – menciono con una sonrisa burlona.

Después de aquella foto, el grupo de amigos se alejó del lugar dejando al castaño extendido sobre el suelo del oscuro callejón, pasaron minutos para que el castaño recuperará las fuerzas para volver a caminar e irse a casa.

...

(4 años después)

Los rayos del sol entraban por aquella ventana, dando una cálida bienvenida al inicio de un nuevo día, ahí se encontraba aquel castaño preparándose para su primer día en la Universidad más prestigiosa de Yokohama.

[Narra Dazai]

Una vez que me sentí listo para irme, salí de aquel cuarto que el plantel me había entregado hacé una semana para que me pudiera establecer antes que empezará el período de clases. Cerré mi cuarto con llave y me dirigí a la cafetería, quería desayunar antes de mi primera clase. Fue ahí cuando lo vi...

Estaba ahí, Nakahara Chuuya estaba ahí sentado hablando con algunos amigos mientras desayunaba, él había cambiado, pero no lo suficiente para no pudiera reconocerlo, pero ¿Qué hacía aquí? ¿Cómo alguien como él, podría estar aquí?

Sin que me diera cuenta me había quedado paralizado hasta que sentí que alguien me tomo del hombre –¿Estás bien? Parece como si hubieras visto un muerto –dijo Odasaku interviniendo en mi trance.

–Estoy bien, solo tuve un recuerdo malo eso todo – dije sin despegar mi mirada de pelirrojo.

–¿Es por lo que pasaste en bachillerato? –preguntó para después plantar una leve sonrisa en sus labios –No te preocupes, cambiaste y ahora eres lo suficientemente fuerte para defenderte, además nos tienes a nosotros –dijo para después abrazar mi cuello con su brazo –Deja de ser tan pesimista en tu primer día –comento aun sonriendo.

–Bien... dejaré de pensar en el pasado y tomaré un maldito café –dije mientras me soltaba de su agarré.

...

Una vez que acabé mi café y la comida de Ango, me dirigí al salón de clases, donde no había tanta gente, fácilmente éramos unos siete –Tks... Llegue bastante temprano –pronuncie en forma de susurro.

– ¿Viste lo lindo que es? –escuche entre murmullos, los cuales provenían de dos chicas sentadas en el otro extremo del salón y si bien, las dos son bastante atractivas, preferí recargar mi cabeza en la banca y cerrar los ojos por un rato.

Al volver abrir los ojos pude escuchar que una voz me llamaba– Dazai Osamu ¿Podrías presentarte? –habló el profesor, así que sin objeción alguna, me levante de mi asiento y fui hacia al frente del salón, ahí lo pude ver, Chuuya, Nakahara Chuuya estaba en la misma clase que yo. Mi mente se puso en blanco por lo que no fui consciente de los minutos que llevaba parado sin decir palabra alguna.

–¿Qué espera para presentarse? Lo estamos esperando –volvió hablar el profesor, provocando que volviera a la realidad.

–Mi nombre es Dazai Osamu, un gusto conocerlos –dije acompañado de una leve reverencia, para después caminar hacia mi lugar y tomar asiento.

La clase había empezado, pero por más que quería concentrarme en ella, no pude evitar que Chuuya invadiera mis pensamientos, así que me atreví a voltear a donde se encontraba sentado, ahí estaba, tomando nota de la clase.

–¿Cómo es que alguien como él, pudo terminar aquí? –dije en forma de susurro, pero al parecer fue lo bastante fuerte para que me escuchara cierto azabache, el cual se encontraba sentado atrás mío.

– ¿Hablas de Chuuya? Es muy popular por aquí –comento entre susurros aquel chico azabache – Por cierto mi nombre es  Fyodor Dostoyevski, mucho gusto –dijo mientras se enfocaba en volver hacer nota de la clase. 

– ¿Popular? –pregunté en forma de susurro, mientras seguía observando al pelirrojo desde mi lugar. 

– Si, popular, es bastante bueno en deportes y por supuesto que eso les encanta a las chicas, además es bastante atractivo –volvió a hablar el azabache. Tenía razón, por mucho que odie admitirlo, el pelirrojo era bastante guapo y atlético, tal como era en secundaria y eso molesta, me molesta el hecho que el pelirrojo siguiera teniendo una plácida vida después de todo lo que hizo. 

Quiero que pague ...