Sapnap se encontraba tranquilamente en su habitación, recostado mirando el techo. Suspiraba de forma agitada, mientras el tacto de su mano hacía que lentamente callera en un placer tan grande. Esa sensación de estar tan caliente, pensando en tantas maravillas para el que eran aberraciones para el mundo, lo hacían sentir tan excitado.Ya no aguantó más y terminó en sus sábanas, soltando un suave gemido.
—ah... Eso fue-No pudo terminar la frase al notar como su teléfono sonaba. Con curiosidad, tomo su teléfono con su otra mano y revisó.—
Resulta que hace poco tiempo se había echo un perfil en una página para citas sexuales, y alguien quería juntarse con el. Sonrió ampliamente y le contestó. Al parecer mañana tendría un día maravilloso con el cual satisfacer sus deseos de sexosos, alguien estaba muy dispuesto a cumplirlos.
En otro lado de la ciudad, se encontraba Karl, preparando un pastel para mañana echo con un relleno de manjar, chocolate, y mermelada. La cubrió encima con crema chantilly, para luego decorarla, mirando que está le había quedado divina. Sonrió y la dejó en el refrigerador para que se mantuviera. Se estiró un poco y se fue a sentar en su sillón, tomando su teléfono y viendo que aquel muchacho le había respondido y que habían quedado para mañana. Eso lo emociono bastante! Había visto sus gustos en su biografía y, la verdad es que siempre quiso encontrar a alguien igual.
Al final, encontró a su "media naranja".
Chilló emocionado y sin más fue a alistarse para dormir, la cita empezaría temprano y tenía que estar bien descansado.
A la mañana siguiente
Los dos chicos ya estaban terminando de arreglarse. Sapnap llevaba algo simple pero apretado, y Karl tenía puesto unos mini shorts con un polerón holgado que hiciera parecer que no traía sus prendas en sus caderas.
Una vez ambos estuvieron listos, se dirigieron al lugar de la junta, bastante emocionados y preparados para todas las cosas locas que harían.
Este día sería muy emocionante y... Trágico.