ocho

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Día 5 - Viernes

Grandes gotas caían en la tela de su camiseta mientras él corría hasta el horizonte del jardín trasero de aquel enorme edificio. El miedo recorría su piel y las lágrimas salían de sus ojos casi inevitablemente, temblaba de tan solo pensar que la persona que lo estaba persiguiendo podía ser la misma que termine con su vida.
Y es cierto, Sunoo era una persona depresiva, quería morir; pero como todo ser humano, también siente la necesidad de aferrarse a lo que lo sigue alentando a estar vivo.

— ¡Kim Sunwoo, por favor espera un segundo! — La voz estaba cada vez más cerca, podía escucharse la respiración agitada del chico detrás suyo, y era algo lógico, Sunoo estuvo corriendo durante varios minutos dentro de la casa — Ya he descubierto como salir — Continuó el muchacho — Pero necesito que pares de correr

— ¡No pienso arriesgarme a caer en una trampa, así que déjame en paz! — Sus lágrimas caían otra vez, y siguieron cayendo hasta que el joven Kim quedó sin salida.
Una gran pared la cual indica el horizonte del edificio; era casi cinco veces más grande que Sunoo, lo que lo hacía imposible escapar.

Y ahí fue cuando se encontraron cara a cara por primera vez en 4 semanas.

— Sunoo querido, tengo un plan de escape — El menor temblaba cada vez que el mayor hacía un paso hacia delante — pero necesito que colabores y ¡dejes de escapar! — las últimas tres palabras fueron dichas con fuerza, casi gritando — Quieres vivir, ¿verdad? Tengo todo escrito

Sunoo se enderezó cuando vió a Lee sacar un papel de su bolsillo, estaba mojado y sucio, pero los dibujos en el eran claros.

— Con esto podemos salir de este infierno, Sunoo... Podemos ser felices ahí afuera sin que nadie nos lastime — Heeseung quedó a unos pocos centímetros de Kim — Podemos vivir felices para siempre

El menor tragó saliva — Podemos... ¿Podemos escapar?

— ¡Así es, Sunoo! ¡Así es! — Dijo con una gran sonrisa, poniendo sus manos en los hombros del menor, quedando frente a frente — Sunoo, siempre te quise ¿sabes?, siempre confíe en ti. Antes de que ejecutemos nuestra salida, ¿puedo cumplir mi último deseo aquí? — preguntó con una mirada dulce

— ¿Cuál es?

— ¿Podemos abrazarnos? No tengo nadie ahí afuera y tampoco aquí adentro, los últimos años fueron difíciles para mi y una muestra de cariño no me vendría nada mal — Sunoo lo miró con desconfianza — ¡Ya se que parece extraño! pero realmente necesito un abrazo, hace años que no siento el calor de una persona junto a mi.

Sunoo lo pensó y accedió. Ambos chicos se abrazaron. Heeseung lo sostenía muy fuerte, puede que lo que le haya dicho sea verdad; el mayor comenzó a llorar muy tranquilamente, no tenía la respiración agitada ni la cara roja, las lágrimas simplemente caían

— Sunwoo, los deseos siempre se cumplen si alguien se lo propone ¿sabés? — Dijo Heeseung. Kim ya había escuchado esa frase recientemente, tragó saliva; Jay dijo eso antes de tirar a Sunghoon del techo, lo recuerda perfectamente

"Los deseos siempre se cumplen si alguien se lo propone y tu no estás ayudándote, así que yo lo haré por tí"

— Lo lamento — Lee sacó el cuchillo que había agarrado antes de salir y lo clavó en la espalda se Sunwoo, haciendo que este caiga al suelo y grite de dolor. La sangre salpicó la pared y la ropa de Heeseung, el mayor veía como se retorcía Kim en el suelo — Hacía tiempo que no sentía algo así — Sonrió de lado

— También será lo último que sientas — Ahí estaba Riki, apuntandole a Heeseung con aquella pistola que tanta controversia generó. En el piso había dejado un botiquín que encontró en el baño, Heeseung sabía que era su hora.

Sin pensarlo, apenas se dió vuelta la mafia, Nishimura disparó directamente en su frente, haciendo que el cuerpo caiga al lado de Sunoo.
Kim miró para arriba, encontrándose a un Riki preocupado por su herida. No podía quitar el cuchillo porque al hacerlo arriesgaría la vida de Sunoo, así que subió al mayor en sus brazos y corrió lo más rápido que pudo hacia la casa.

Cuando llegó, rápidamente llevó a Sunoo al baño. Cortó las ropas del mayor y lo metió en la tina llena de agua para luego segir los pasos de una pequeña guía de auxilios que estaba dentro del botiquín.

— Sunoo, voy a retirar el cuchillo de tu herida ¿Está bien? — El mayor asintió — Quiero que sostengan estas vendas en tu mano y cuando yo retire el cuchillo, me las pasarás automáticamente — Dijo Riki mientras le pasaba las vendas a Sunoo — Esto va a doler mucho.

El japonés quitó el cuchillo un grito de dolor inundó la casa, Sunoo le pasó las vendas a Hwang exactamente como le dijo; el menor empezó a vendar el corte una y otra vez.
Sunoo trago saliva — Lo siento.

— ¿Por qué, durazno?

— Porque no te hice caso — Dijo mientras jugaba con el agua — Fuí un idiota — Tapó su cara con vergüenza

— Tranquilo, tampoco te expliqué porqué tenía una pistola en mi cuarto, así que parte de la culpa también es mía — Dijo para tratar de calmar al mayor — Antes de entrar al establecimiento al policía también se le entrega un arma de fuego. Probablemente Jay no lo dijo porque tenía algún tipo de plan con Lee — Riki terminó de vendar a Sunoo al darse cuenta que la herida dejó de sangrar — Lo lamento si te aprieta mucho la venda, necesita tener presión para que deje de desangrar.

— Está bien — Ambos quedaron dentro de un silencio incómodo

— ¿Quieres que me vaya así puedes ducharte tranquilo? — El mayor negó — Bien...

— ¿Ganamos?

— Eso parece

— Riki — El menor respondió con un pequeño "¿mhm?" — ¿Volveremos a encontrarnos fuera de este edificio?

— Espero que sí, deberíamos intercambiar números de teléfono — Declaró el menor

— Si, deberíamos — pensó en voz alta — ¿Qué pasará luego de que nos vayamos?

— Volveremos a nuestras vidas normales, supongo

— No quiero volver a mi vida normal, es una mierda — Riki se cruzó de brazos y se apoyó en el lavamanos

— ¿Hubieras preferido morir? — Sunoo quedó en silencio — Eso pensé.

— Quiero salir de la tina

— Eres como un bebe asqueroso — Riki se acercó hacia Sunoo para ayudarlo a pararse, Kim hizo muecas de dolor pero no pasó a mayores — ¿Sabes? Si allá afuera te sientes fuera de lugar o algún día tienes ganas de morir, siempre voy a estar para tí, puede que no físicamente pero mi presencia siempre estará — El mayor lo miró fijamente — Pensé que unas palabras de aliento te harían mejor, disculpa — Automáticamente, Kim abrazó al alto como si fuese una de sus personas favoritas que no vió hace años

— Gracias — Habló — Gracias por confiar en mi y gracias por hacer que confíe en tí.

— Gracias — Habló — Gracias por confiar en mi y gracias por hacer que confíe en tí

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La mafia Lee Heeseung ha muerto, los ciudadanos son los ganadores.

- mafia game ; enhypenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora