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One Shot

Una piedra golpeando la ventana fue lo que despertó a Kyungsoo de su sueño.

Gruñó incoherentemente mientras se sentaba en su cómoda cama, temblando cuando su piel sintió el frío aire. La TV en su habitación estaba encendida, transmitiendo una serie.

Originalmente Kyungsoo había estado viendo una película de terror después de estudiar para un examen que tendría esa semana, pero en algún momento se había colocado bajo los cobertores y dormido.

Otra piedra golpeó su ventana, y Kyungsoo maldijo.

Decidiendo dejar ahí, un poco más al tonto chico que sabía estaba afuera, Kyungsoo se inclinó hacia su mesa de noche para revisar su celular. Desafortunadamente, no había notado los 9 mensajes – eso pasaba cuando se dormía por 3 horas. Gruñó cuando brevemente miró la hora y vio que eran las 12:30.

Cuando otras dos piedras golpearon su ventana al mismo tiempo, Kyungsoo por fin quitó los cobertores de su cuerpo y fue hacia la ventana.

Abrir la ventana fue un reto porque estaba vieja, es decir, tomó toda su masa muscular para tratar de abrirla.

Siempre tendía a no abrirla porque era una pesadilla cerrarla, pero su tonto novio nunca escuchaba sus quejas.

Con un gruñido, Kyungsoo alzó la ventana y exhaló enojado cuando vio a Jongin de pie en el jardín. Era una vista agradable – Jongin con una camiseta ceñida a los brazos y chándal gris – pero no borraba el hecho de que había despertado a Kyungsoo en la peor forma posible.

"¡¿Qué rayos, amor?!" Jongin susurró alto, mirando a Kyungsoo con el ceño fruncido. "¡He estado aquí por 10 minutos!"

Kyungsoo viró los ojos. "Disculpa, estaba tomando una bien merecida siesta."

"No leíste mis mensajes."

"No, porque estaba tomando una siesta." Kyungsoo resopló, sonriendo juguetonamente. Si había una cosa que amaba, definitivamente era molestar a su novio. "Además, deja de lanzar piedras a mi ventana. Vas a romperla algún día."

"Pero es romántico. En las películas lo hacen todo el tiempo." Jongin explicó, defendiéndose.

"Tienes una llave, la cual nunca usas a menos que quieras comer o copiar mi tarea. Mis padres te la dieron por una razón." Kyungsoo arqueó las cejas, colocando los codos en el alfeizar y recargándose ahí.

"Exacto. Me la dieron porque me aman." Jongin sonrió. "No es mi culpa que adoren al novio de su hijo. Además, ya que es mi llave, puedo hacer con ella lo que quiera." El tono pagado de sí estaba acompañado de un guiño y una lamida de labios.

"Ugh. No sé por qué les agradas tanto." Kyungsoo musitó apartando la mirada.

"¿Disculpa? ¿Quién dijo que sí cuando lo invité a salir en secundaria?" Jongin dijo dramáticamente, llevando una mano a su pecho como si hubiera sido herido. "Estabas tan sonrojado. Recuerdo eso porque Chanyeol siguió riendo toda la semana."

"¡Cállate!" Kyungsoo gritó mordiendo su labio inferior, avergonzado.

"¿Vas a dejarme entrar o qué?" Jongin preguntó, finalmente yendo directo al punto. Sus brazos estaban cruzados sobre su amplio pecho y aún tenía ese brillo juguetón en sus ojos, haciendo que Kyungsoo casi quisiera dejarlo ahí de pie.

"No. No bajaré y abriré la puerta para ti." Kyungsoo dijo queriendo molestarlo aún más. Él conocía a Jongin desde hace años y reconocía el mensaje entre líneas en los ojos de su novio. "No quiero despertar a mis padres."

"¿Es en serio?"

"Sí." Kyungsoo le sonrió con dulzura, pero el sarcasmo era evidente. "Si me quieres, tendrás que hacer un esfuerzo. Además, si mis padres despiertan, nunca nos dejarán a solas."