Hola, perdón si no actualize lo había olvidado, ahora si empezemos.
— — — —Shuichi agarraba la mano de Kokichi caminando a la casa de Shuichi.
Kokichi: ¡No puedo esperar a ver como es tu casa Saihara!
Shuichi: Jeje, ya casi llegamos. No te desesperes ¿Sí?
Kokichi: Ugh....está bien.
Al llegar, Kokichi rápidamente entró a la casa como si de un niño pequeño se tratará.
Kokichi: Vaya....¡Es hermosa!
Shuichi: ¿Te gusta? No tengo muy ordenado.
Kokichi: ¿Y? Mi departamento es así. ¡Jajaja!
Shuichi: Bien.... oye ¿puedo hablar contigo?
Kokichi: ¿Que pasa Saihara?
Shuichi cerró la puerta y agarró las manos de Kokichi poniéndolas en su pecho.
Shuichi: De ahora vivirás conmigo.
Kokichi: ¿Qué? Yo, yo no puedo....
Shuichi: No quiero que nadie te haga daño, eres como una escultura y yo no puedo permitir que te dañen.
Kokichi: ¡Puedo defenderme, no es necesario vivir contigo!
Shuichi: Escuchame bien, eres mío y no vas a irte de aquí, vivirás conmigo y si sigues así no te permitiré ir a la escuela.
Kokichi se levantó.
Kokichi: ¡No eres ni mi padre, solo eres un chico y no vas a decidir con quién
viva y con quién no!Shuichi le pegó una cachetada a Kokichi y luego se lo llevó a su sótano empujándolo por las escaleras dejándolo adolorido.
Kokichi: ¿Que te pasa? Este no eres tú.
Shuichi: Hazme caso y nada malo pasará.
Dijo finalmente para cerrar la puerta.
Éste no es Saihara, el era todo lo contrario de lo que está haciendo ahora— Pensó Kokichi, llorando de dolor y no solo físico.