Pokesion Break

La Celda #3

Era un dolor insoportable para Ash. Le habían cortado dos dedos pequeños de su pie izquierdo. El momento de cómo Brock y sus lacallos se reían por eso, fue interrumpido unos segundos después. Cuando iba a revisar en el edificio donde justo estaban ellos

Millo: ¿Que? ¡Por Arceus! ¡Rápido, necesito a dos guardias más en la zona de M!

Llamó rápidamente por el Walky Talky. Llegando así, en cuestión de pocos segundos, otros dos guardias y se llevaron a Ash de urgencias a la enfermería...

Stephan vio como le llevaban. Asi que ordenó que todos se largaran. Dejando a solas con Brock

Stephan: Me habías dicho que solo hablarías con el

Brock: Lo se... Lo sé... Pero las circunstancias del ambiente... Provocaron esto...

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Korrina estaba hablando con Valeria en la consulta de la segunda chica mencionada. Cotilleando sobre varias cosas. Pero cuando la rubia vio a lo lejos, como estaban trayendo a Ash de urgencia y los guardias estaban gritando que mecesitaban a una doctora, dejó lo que estaba haciendo y corrio para atenderle lo antes posible

Ya sentado y preparado para que fuera atendido, la doctora Korrina les había dicho que ella tenía controlada la situación, que no hacía falta que estuvieran allí. Pero estos no la escuchaban

Korrina: Ya he dicho que me encargo de todo. Necesito estar a solas con el Sr.Ketchum

Con eso, los dos lograron quedarse a solas. Entonces la mujer se dispuso a mirar la herida pero era muy grave...

Además Ash aguantaba malamente las ganas de llorar...

Korrina: Ash, puedes confiar en mí. Dime que es lo que ha pasado

Ash: No ha pasado nada...

Korrina: ¿Enserio? ¿Nada? Tienes que decirme lo que te ha pasado

Ash: No me hagas mentirte, porfavor...

Korrina entonces entendió lo que sentia Ash. No podía decir nada. Comprendía que si un prisionero empezaba a dar información que dejaba en mal lugar a otro prisionero, este primero no duraría mucho en su vida...

Con su máximo esfuerzo, logró curarle de momento, y apoyarle en lo que duró el problema. Pero lo que si había perdido, eran esos dos dedos...