¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Beomgyu veía con admiración a su pareja, quien estaba enfocada en terminar una escultura que debía entregar la siguiente semana.
El cómo amoldaba las alas del ángel le parecía fascinante, pues las hacía parecer tan reales con cada detalle en las plumas. Ya estaba ansiando ver toda la escultura con color.
—Me siento muy afortunado, tengo a una hermosa y talentosa chica como novia —sonrió.
Eunbyeol lo miró por unos segundos antes de regresar su vista a la escultura, sintiendo sus mejillas calientes.
—Creo que estás exagerando, pero gracias —murmuró avergonzada.
—Cuál gracias, págame.
Esta vez la castaña si se volteó completamente, fulminando a su pareja con la mirada.
Era claro que la cursilería no duraría mucho tiempo, y menos sabiendo que se trataba del mismísimo Choi Beomgyu.
—No traigo dinero, pero te puedo pagar con otra cosa —rodó los ojos regresando la atención a su trabajo.
—¿Cualquier cosa? —sonrió emocionado ante el sonido de afirmación de su novia. —Entonces, quisiera que hicieras una escultura de guitarra para mi tumba.
Beomgyu rodeó delicadamente su cintura, abrazándola por atrás, comenzando a mecerse levemente.
Eunbyeol frunció su ceño. —¿Para tu tumba? ¿Ahora qué estás diciendo?
—Así como lo oyes, una escultura de guitarra, grande y llamativa para ser el más cool del cementerio —y ahí estaba su característico tono burlón.
Fue cuando la chica comprendió que se trataba de otra broma suya, así que decidió seguirle la corriente.
Una sola vez no haría daño, ¿cierto?
—Bien, te prometo que haré la guitarra acústica más linda del mundo, únicamente para el amor de mi vida —rió, dándose la vuelta para verlo de frente.
Beomgyu posó una de sus manos en la mejilla de la castaña y acortó la distancia que los separaba, juntando sus labios en un dulce y lento beso.
Cuando se separaron, ambos sonrieron, mirándose fijamente.
—Recuerda, una gran y llamativa guitarra, de todos los colores —soltó una carcajada al ver a Eunbyeol rodar los ojos nuevamente.
—Arruinas el momento, eres un idiota.
—Pero así me amas~ —canturreó.
—Lastimosamente, si —trató de ocultar su sonrisa cuando Beomgyu empezó a repartir besos por todo su rostro, pero claro que falló totalmente.
Él era muy bueno haciendo a la gente feliz, siempre tan alegre.
Pero también era muy bueno mintiendo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
