Asano Gakushuu era el novio perfecto, el hijo perfecto, el amigo perfecto, el amante perfecto...
Bueno, casi perfecto
solo habia un problema con él
-¡Kim NamJoon! ¡Kim SeokJin! ¡Min YoonGi! ¡Jung HoSeok! ¡Park JiMin! ¡Kim TaeHyung! ¡Jeon JungKook...
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Enfocaba la cámara lo mejor que podía, debía guardar ese momento en un lugar además de su mente, y eso sería en un gran cuadro que colocaría en su cuarto
Que linda navidad
—Karma sonríe, esa cara no es la que tendría alguien con espíritu navideño
El mayor fingió una sonrisa, nunca se había sentido tan abochornado, la diadema con cuernos de reno y su nariz con un objeto redondo rojo, sentado en el suelo, tras el estaba el árbol decorado con muchas bolitas de colores brillantes y luces amarillas
A juzgar por la expresión de Gakushuu, para el era divertido, y ¿tierno?
—Ya, terminé, puedes quitarte todo eso —Dijo, refiriéndose a la diadema y lo demás— Claro, si quieres
Solo se quitó la nariz roja
—Me quedaré con la diadema, no es tan incomoda.
Si, la sonrisa del más bajo no tenía precio
Ambos celebraban juntos su segunda navidad juntos, no eran profesionales en la cocina pero intentaron hacer una cena
Karma nunca tenía a sus padres junto a él para fechas importantes, y lo peor, al ser su cumpleaños pensó que lo recordarian ¿Adivinen que? Tiene 22 años y solo lo hab recordado dos veces
Aun así siempre tenía esperanzas
Pero este año no se martirizaria por eso, disfrutaría lo más posible a la persona que estaba junto a él
Gakuho había dejado que su hijo disfrute con su pareja, y el pelirrojo no podía agradecerle más
Por alguna razón, estas dos navidades habían sido las mejores de su vida, claro, en la primera casi fue crucificado por su suegro, pero valió la pena
Y esta navidad no sería la excepción
Eran apenas las 9 de la noche, tenían mucho tiempo
—Gakushuu, vamos a la habitación
El más bajo lo miro, estaba sorprendido
En un segundo su mente creó escenarios faltos de inocencia, igual a los personajes de sus fanfics favoritos
Sus mejillas se colorearon de un leve rosa, y solo fijó su mirada en el suelo
—¿Ahora?
—Si, tengo sueño, quiero dormir un rato, pondré una alarma y ya.
