Hermosas casualidades (3x5)

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Historia 6. Hermosas casualidades

Miró a su alrededor con fastidio, no podía creer que su mejor amigo lo hubiese convencido de estar ahí en ese momento y lugar. La verdad es que no se sentía con ganas de estar ahí, las fiestas normalmente no eran lo suyo, mucho menos cuando acababa de terminar con una relación de dos años.

—Vamos viejo, anímate —instó su amigo Duo cuando vio su cara de pocos amigos

—Fue un error venir —dijo tras un suspiro

—No digas eso —palmeó su hombro un par de veces— Han pasado tres semanas desde que Heero te dejó

—No es solo eso —admitió con incomodidad— Sabes que no soy de fiestas

—Pero eres de alcohol, así que vamos, deja la amargura y busquemos unas bebidas

El par de amigos se alejó rumbo a la mesa con las botellas y los vasos, Trowa, que era un chico bastante tranquilo, se sirvió un poco de whiskey con soda, mientras que Duo bebió vodka

—Por los corazones rotos —brindó el trenzado hacia su frío amigo

—Como digas —chocó el vaso con el de Duo y luego ambos bebieron

Mientras tanto, un chico se acercó hacia el alegre chico, saludándolo, este lo presentó con Trowa pero luego ambos se alejaron, pues ese amigo quería mostrarle algo a Duo

—Me trae y luego me abandona, típico de él —pensó con pesar mientras miraba a su traidor amigo dejarlo ahí, sin compañía

Sin ganas de nada, Trowa se paseó por la sala de aquella casa donde se llevó a cabo la fiesta, ni siquiera conocía al dueño, tampoco a los amigos de Duo, este era tan social, que su lista era bastante larga, mientras que él, solo tenía al trenzado como cercano.

Pensó incluso en marcharse, sin avisar ni nada, simplemente regresar a casa y pensar en su infinita soledad.

Mientras miraba por aquí y por allá, no muy lejos de él y con la casualidad cerca haciéndole una terrible broma, ahí estaba Heero, acompañado de un chico rubio bastante lindo, este lo tenía agarrado por el brazo, sonreía, aunque Yuy estaba serio, escuchando.

De pronto el mundo se congeló, alrededor solo estaba él y la nítida visión de su ex muy bien acompañado. Por si fuera poco, la ruptura fue extraña, Heero no dio mayores explicaciones, pero ahora todo era claro para Trowa, su ex tenía otro cuando estaban juntos, lo dejó por él, no había duda.

Del otro lado, Heero también sintió una mirada sobre él y miró en dirección a Trowa, este lo observaba como quien mira un espejismo. Los dos compartieron una eterna e incómoda mirada

—Tiene que ser una broma —pensó aturdido Trowa— Haz algo, vamos, no quedes como un completo idiota

Confundido y estresado, a Barton se le ocurrió una rápida y extraña solución, volteó hacia un lado y vio a un chico pasar por ahí, no le importó nada, si iba solo, acompañado, o siquiera su nombre, simplemente lo jaló del brazo y acercándolo a él, le robó un beso.

El otro chico, extrañado, confundido y un poco cabreado, abrió con más amplitud los ojos, sintiendo la suave y ajena boca sobre sus labios, un ladrón de besos desconocido que ¡Por Dios! Que bien besaba.

Mientras tanto, Heero observó la escena con algo de recelo ¿Qué diantres estaba pasando? ¿acaso Trowa tan pronto lo olvidó? Si él estuvo todos esos días sin poderlo sacar de su mente, hasta que su primo, que iba con él a esa aburrida fiesta, lo sacó de casa y lo obligó a asistir.

—Por favor no digas nada —susurró Trowa cuando dejó los arrebatados labios

—¿Qué te sucede imbécil? —espetó molesto el otro, pero sin armar una escena, hablando en voz baja

Disparity in Love: Historias cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora