Sentía cada vez más el repiqueteo de mis latidos, en aumento, una más rápida que la anterior, una pequeña gota de sudor se deslizaba por mi frente y podía ver el pequeño baileteo que realizaba el hacha consecuencia del temblar de mis manos.
"Tengo que hacerlo" me decía a mi mismo, "si no esto nunca acabará".
Podía ver mi rostro reflejado en la hoja del hacha, asustada y cansada.
Sentí mi pelos erizarse y un "hazlo" sonó levemente junto a mi oído.
Todo alrededor estaba tranquilo y sereno, gigantescos árboles se levantaban y cubrían todo el bosque, las hojas de estos realizaban un baile al unísono con la fria brisa del invierno, luego un silencio terrorífico interrumpido por mi onda respiración y...El silbido del hacha al bajar contra el aire; un golpe seco, y la afilada hoja incrustada en su cuello.
Podía oír al animal ahogarse con su propia sangre, podía oír como luchaba para meter aire a sus pulmones.
No lo logró.Arrastré el cuerpo hasta mi Volkswagen voyage del 95, y lo coloqué en la parte trasera; conduje lentamente hasta mi casa, una pequeña llovizna empapaba el parabrisas y el camino estaba cubierto por una fina capa de niebla.
Encendí el radio, en ella sonaba una vieja canción, No surprises, subí el volumen y traté de concentrarme en ella, pero me era imposible, en mi mente solo rondaba una cosa, y está era la imagen de aquel animal desplomandose frente a mi, una imagen que no sería fácil de borrar de mis recuerdos..Al llegar a casa dejé el auto en el garaje, saqué el cuerpo y lo llevé hasta el sótano, arrojé al animal muerto al medio de la habitación que se mantenía fría, un pequeño foco alumbraba débilmente ocasionando que los rincones permanezcan a oscuras, manchas de humedad cubrían las paredes, o al menos lo que se alcanzaba a ver, ya que diferentes muebles cubrían las éstas, incluido ese maldito armario... el que lo había empezado todo.
-Listo, ya lo he hecho- mi voz hizo eco en el pequeño lugar- ahora por favor termina con esto, ya no doy más.
Silencio, todo lo que había era silencio... no recibí respuesta alguna, y ahí me di cuenta de algo, y era que aquello no había acabado.