Capítulo 1

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Lorenzo estaba confundido, la pandemia le había dejado bastante tiempo para reflexionar y cuestionar distintas partes de su vida y una de esas era su sexualidad, desde siempre supo que le gustaban las mujeres, de eso no había duda y el solo hecho de pensar en un hombre le daba asco, no se veía junto a uno, nunca lo hizo. Ni siquiera cuando por norma social así debía hacerlo.

Lorenzo era un chico transgénero de 23 años, desde pequeño sabía que no era como los demás, nunca lo dijo o demostró, solo lo silenció, hasta que todo el silencio se volvió ruido en su cabeza y a los 21 años no pudo más. Sin imaginarlo tuvo la mejor aceptación por parte de su familia y amigos, al fin podía descansar de esos pensamientos tormentosos, aunque ahora unos nuevos empezaban a surgir.

Después de un largo tiempo dándole vuelta a sus pensamientos, decidió tomar cartas en el asunto, a comienzos de año se había realizado la mastectomía y su cuerpo al fin se veía como él quería, al fin se sentía más cómodo para intentar hacer algo. Como todo joven descargo aplicaciones de citas e hizo un perfil, de preferencia solo puso "mujeres", deslizaba de izquierda a derecha, no estaba muy interesado. Así transcurrió un tiempo hasta que cambio las preferencias a "hombres y mujeres" y comenzó a hablar con un chico, todo normal hasta que menciono que era trans y Lorenzo fue rechazado, no le importo y siguió buscando gente.

A lo largo de un mes Lorenzo había hablado con distintos hombres, varios le ayudaron a aclarar sus pensamientos con respecto a su sexualidad "puede que solo quieras probar", "no creo que seas gay", "intenta salir con un hombre", pero él aun no estaba listo para salir con uno. Prefería solo chatear, ni fotos ni nada, solo hablar, se le hacia extraño cuando un hombre le coqueteaba, pero le seguía la corriente, era divertido de todas formas, hasta que uno le recomendó instalar la aplicación Grindr, así que lo hizo.

Durante las noches, en la intimidad de su habitación Lorenzo abría la app de Grindr y chateaba con algunos hombres, no todos respondían rápido, algunos le decían que no, ya que en su perfil especificaba que era un hombre trans, pero sin perder la fe Lorenzo seguía buscando, hasta que encontró un hombre que quería hacer una video llamada, al principio le cortó, no quería mostrarse, pero el tipo insistió, así que contesto la videollamada y lo primero que ve es un hombre desnuda en una habitación con la luz tenue, el tipo mostraba su pene y lo movía, Lorenzo sintió su estómago caer, su corazón se aceleró y no sabía que hacer, la llamada termino rápido y el tipo le escribió – ¿podemos hablar por Whatsapp? – Sin pensarlo mucho Lorenzo dijo que si y le dio su número.

Era la primera vez que hablaba con un hombre por videollamada, trataba de no hablar fuerte ya que no quería que nadie se enterara en su casa de lo que hacía. Tuvo un par de videollamadas con este tipo, en donde solo lo veía tocarse, esto dio paso a que hablara con otros hombres por video. Eran dos los que siempre le hablaban, el tipo que siempre salió desnudo y mostrando todo con gran comodidad y otro sujeto que siempre estaba en su habitación mientras de fondo se oían gritos y voces.

Aburrido de solo ver por video, Lorenzo quiso ir más allá y busco algún hombre que quisiera tener un encuentro con él. Actualizo su perfil y ya mas decidido en lo que buscaba y que tipo de hombre quería, ajusto su búsqueda a hombres un poco mayores que él, no quería jóvenes inmaduros, quería un hombre que estuviera seguro, ya que él no se sentía así. Un hombre llamado Esteban le hablo, resulto ser de la misma ciudad que Lorenzo y hablaron un poco, le conto que era un hombre de closet, se había casado y ahora estaba divorciado, tuvo hijos y nadie sabia que él era gay, le daba miedo aceptarse, vivía una doble vida, en donde solo podía ser libre por internet.

Quedaron en juntarse para tener sexo casual, todo estaba planeado, ahora Lorenzo solo debía crear la excusa perfecta para no levantar sospechas en su casa, ya que él no era un chico muy sociable, no tenia amigos en su ciudad y no salía casi nunca, menos durante la pandemia, no quería que su madre supiera lo que haría o empezara a hacer preguntas. Aun tenia una semana para pensar qué hacer, en eso seguía con su vida, iba a trabajar y volvía a su casa para entretenerse como siempre, pintando, viendo películas y chateando por Grindr. Un día después del trabajo se topo con un perfil de su misma ciudad, pero lo paso por alto, la foto de perfil de unos pies no se le hizo interesante, a los pocos minutos le llego una notificación de un "toque" en la aplicación de Grindr, al abrir la app se percató que había sido el mismo perfil que él dejo pasar, la foto de los pies estaba en su pantalla, le dio curiosidad y le habló.

-Hola – Escribió Lorenzo, obteniendo una respuesta unos segundos después – Hola – Respondió el sujeto al otro lado de la pantalla – Soy un chico trans, ¿no te importa? – Preguntó Lorenzo un poco preocupado, no seria la primera vez que lo rechazaban por eso, pero prefería preguntar y estar tranquilo, su teléfono sonó con la respuesta – No, para nada – escribió el hombre. Contento con la respuesta se acomodo en su cama y siguió escribiendo – ¿Te parece si hablamos por Whatsapp? – Lorenzo no recibió una respuesta rápidamente, pasaron unos minutos cuando volvió a sonar su celular – Ok, te doy mi número – Respondió aquel hombre.

Ya tenía el numero del desconocido, así que procedió a agregarlo para hablarle por Whatsapp, pensó que tal vez era muy pronto, no quería verse desesperado, aunque no lo estaba, así que dejó pasar unas horas. -Hola soy el chico de Grindr – Escribió al fin Lorenzo, en la parte superior se leía "Escribiendo", luego desapareció, unos minutos después había contestado – Agregado – Respondió.    

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2021 ⏰

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