Windwood School

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El tiempo pasa y mi mundo aun sigue revuelto después de aquella vez...

He intentado empezar nuevamente, pero... No, no lo consigo. Hoy comienzo un nuevo ciclo en Windwood.. MI NUEVA ESCUELA.

No creo que las cosas cambien, pero intentarlo no estaría de más.

Sigo siendo débil, el mundo real me golpea día tras día; solo quiero ser feliz como antes, ahora entiendo porque Peter Pan no quería crecer-Pienso en mis adentros-

-Hey! Tu! Chica nueva- escuchó ese llamado a mis espaldas.

saliendome de mi enmismamiento- volteó con cara de "¿QUE?"

-Hola, mi nombre es Adriana- ¿como te llamas? Preguntó con cara de querer buscarme conversaciones.

Sali corriendo de allí y deje a aquella chica con la palabra en la boca, la verdad era que no me interesaba tener amigas y mucho menos darle mis datos personales a una desconocida.

Me dirigí a mi salón de clases en el edificio C , al llegar allí por suerte no habian llegado todos los alumnos y decidí sentarme en la parte de atrás del salon, así me sentía menos observada.

Tome mi lugar y al voltear mi mirada hacía la puerta allí estaba la chica que me encontré en los casilleros.

Me miró y me dio una sonrisa amable mientras tomaba su lugar un poco cerca de mi.

Inmediamente voltie la mirada...

Alrededor de algunos quince minutos llega el profesor de matemáticas Mr. Thomson, un hombre de carácter fuerte. Desde que llegó empezó a escribir en el pizarron y no teníamos ni quince minutos cuando había asignado una práctica grupal.

"Oh no, no puede ser, no conozco a nadie acá"

Levanté mi mano tímidamente y le pregunté al profesor que si podía hacer mi práctica sin pareja.

-NO-contestó-sin tan siquiera pensarlo. Tu compañera será Adriana Lockward, dijo señalando a la misma chica de los casilleros.

Oh no, al parecer me tocará compartir con esta... dije algo disgustada

Adriana se dirigió hasta mi y tomó asiento.

-Te tocará hablarme- dijo en forma de burla

-Ni modo- conteste algo sarcastica

-Mi nombre es Adriana Lockward- Isabell Collins- respondi sin importancia

-Mucho gusto Isabell- respondió sonriéndome

Permaneci en silencio durante todo el trabajo.

-¿Porqué eres tan callada? preguntó Adriana

-No vine aquí a hacer amigos, vine a estudiar, así que no tengo porque hablar cosas innecesarias y menos contigo- respondi con mucha grosería.

-Perdón- susurró Adriana con tono triste

Al fin llegó la hora de irnos, tomé mis cosas y me fui a casa.

Al llegar subi hasta mi cuarto y me encerré a escuchar mi banda favorita..

Toc toc! adelante; abren la puerta y es mi madre -¿qué quieres?- pregunte sin interesarme por su presencia.

-¿Cómo te fue hoy hija mia?- preguntó Sarah un poco entristecida

-Como si te importara- conteste a punto de llorar.

-Vamos hija, me duele mucho que nuestra relación de madre e hija se halla esfumado de tal forma.

-Asi lo quisiste tu Sarah- conteste muy molesta.

Me arrepiento no haberme ido a Canada con mi padre, al quedarme contigo cave mi propia tumba.

-Te odio mamá- te odió... Grite fuerte mientras mis lágrimas caían en cantidad

-Me duele mama, que no me hallas creido, y que aun no creas nada de lo que Jason me hizo hace tres años.

-Sal de aqui mama- VETE!

Despues de esta discucion, me refugie en mis navajas, con ellas me desahogue y me saque toda la rabia que sentía hasta quedarme dormida enmedio de lágrimas y sangre.

Al día siguiente asisti a clases, y... La verdad me veia horrorosa, llena de ojeras y muy descuidada.

-Wow, te vez muy mal- dijo Adriana al verme en ese estado

-Dejame en paz, no es tu problema, no te metas, dije encerrandome en el baño.

-Al salir del baño, vi a Adriana esperandome afuera

-Joder, que carajos le pasa a esta chica-pensé

-Isabell, se que no soy de tu agrado, pero no tienes porque tratar a los demás como basuras por sentirte bien contigo misma, eso no esta bien.

-La mire y le dije no tienes la minima idea del por que actuo asi con los demas, no me juzgues sin saber- dije exasperada

-No te juzgo pero con esa actitud no llegaras bien a ningun lado, los demas tambien sentimos, los demas tambien tenemos sentimientos y cada vez que me tratas como basura, me duele- dijo algo seria

-Dejame conocerte, quiero ayudarte, en buena onda, dejame acercarme a ti- concluyo tendiendome su mano

-Lo pensare- dije algo traumada

Cuando llegue a casa, no deje de pensar en lo que Adriana me habia dicho, era increible el interes y la insistencia de esa chica y muy en el fondo sabia que ella tenia razon, asi que decidi darle la oportunidad de acercarse a mi.

Al dia siguiente asisti a clases, y como siempre llegue mas temprano que todos para poder tomar el asiento de atras, tres minutos despues llega Adriana y se sienta a mi lado.

-Hola, dijo sonriendome
-Hola, conteste algo agradable

-Sabes... Anoche estuve pensando en lo que me dijiste y me queria disculpar contigo, tienes razon en lo que dijiste y tu no tienes la culpa de lo que me halla sucedido en el pasado

-No hay problema lo hice porque se que en el fondo tienes buen corazon, lo veo en tus ojos nena- dijo con una sonrisa

-Sabes Isabell, mi madre murio hace un año en un accidente de tránsito, y fue algo muy doloroso para mi, no te imaginas cuánto pero por eso no debo tratar a los demás como basura -dijo Adriana muy triste

-Aunque suene duro, todo tiene un motivó en esta vida, aunque en el momento no lo veamos así.

La verdad, la historia de Adriana me había conmovido bastante, no supe ni qué decir... Sus palabras se meterieron en mi cabeza y estuve pensando en ellas toda la tarde, al parecer yo no era la única con problemas en esta vida.

Dias despues, Adriana me fue presentando a sus amigos/as de Windwood y me fui relacionando poco a poco dentro de la escuela.

En esos días Adriana me presento a Jair, uno de sus amigos mas cercanos, Jair era muy diferente a los chicos de Windwood, su sueño era ser actor y trabajaba arduamente para conseguirlo, al ver la personalidad de Jair le di a el también la oportunidad de conocerme.

Durante tres meses, me di la oportunidad de conocer a Jair y a Adriana, la verdad era que la compañía de ellos dos había cambiado la vida rutinaria que llevaba desde mucho tiempo

En pocos meses aprendí que hay personas que por el simple hecho de llevar tu sangre se hacen llamar "tu familia" sin embargo existen esos que a pesar de no ser de tu circulo de apellido se ganan el llamarse familia, porque son los que te apoyan, los que estan alli cuando los demas te han dado la espalda.

Sus huellas en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora