Levemente basado en "I wanna be yours" de Arctic Monkeys i guess (?
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Era quizás la tercera copa que tomaba, siendo esta la primera que se atrevía a tomar delante de los recién llegados invitados, las otras dos las había confiscado de ansioso mientras esperaba el horario acordado y sus hijos se terminaban de arreglar en el piso de arriba, dejándolo solo y ya preparado con unas ansias que lo mataban.
Es que en realidad nadie entendía muy bien porqué se ponía tan ansioso cuando esas reuniones se organizaban, ya unos días antes se ponía tan impaciente que sus hijos ya se iban preparando para soportar los nervios de su padre. Era un constante control de que las cosas estuvieran perfectas, ya sea que la reunión la organice él o no.
Se usaba como excusa la festividad navideña para llevar a cabo un evento en el que se juntaban todos los países en una reunión formal y obligatoria, siendo más bien un evento social para mantener las conexiones políticas. Era algo social más que nada. El sitio para juntarse iba variando.
Esta vez había tocado en la casa del británico.
El sitio era hermoso, un salón deslumbrante precioso, con enormes y bien ubicados ventanales que dejan ver la espesa pero de alguna forma sublime llovizna nocturna y la luz de la luna llena. Lloviznaba como era común en ese hermoso pero eternamente nublado Londres, que para sorpresa de cualquier pronóstico, estaba despejado a pesar de la suave lluvia. No había casi nubes, estaba lleno de estrellas.
La paleta de colores era de alguna forma alegre pero formal y muy delicado, como el mismo británico. El brillante dorado de los marcos retumbaba pero no era chocante por el fino color crema de las paredes y techo, siendo que de este colgaban hermosas arañas de cristal. Era precioso.
Era como un antiguo muy moderno.
Todos alagaban el lugar y la increíble organización que el gran europeo había llevado a cabo. Él asentía, sonriente y muy cortés, siendo muy servicial con sus invitados y colegas.
Pero él buscaba a alguien entre toda esa gente.
A la distancia, entre muchos otros, encontró a quien lo ayudaría.
España.
Con su sonrisa dulce y entre sus manos enfundadas fue que tomó la mano del español para estrecharla. Muy amable fue que el español le saludó.
--Buenas noches, Reino Unido.
Detrás de sus ojos y su sonrisa amable había algo que el británico no podía entender, no sabía porqué pero quizás y si su imaginación no le ganaba era que España lo estaba viendo de forma extraña. Muy extraña.
Enojada.
Intentó pensar que no era nada y sólo era un mal día para el gran español.
--Buenas noches, España ¿Cómo te ha ido? ¿No tuviste problemas en el viaje hasta aquí?
