I

113 10 10
                                    

Sería una cálida tarde de sábado. Se escucharía el cantar de las aves que revoloteaban de un lado a otro. El sol se colaría entre las cortinas de la habitación de Harry y pegaría en la cara de este, que dormía hasta tarde… Si esto fuera una historia cliché. Pero no lo es.

Eran las siete de la mañana de un miércoles nublado. El teléfono del rizado no paraba de vibrar en el suelo, puesto que la segunda vez que lo hizo, cayó del mueble en el que se encontraba.

Mierda” susurra contra su almohada. No tiene ganas de levantarse, pero él se ve obligado a ir a la escuela debido a que falto los dos días anteriores.

Entra al baño sin ánimos, directo a ducharse. No vive con su hermana que a primera hora del día ocupa el baño durante tres horas; vive con Niall, que es como tener 3 hermanas que entran una detrás de la otra, tardándose 20 años luz cada una.

“Joder, Harry, ¿Cuánto tiempo llevas ahí dentro?” el chico era insoportable. Literalmente le llevaba alrededor de 20 minutos arreglar su cabello para estar ‘presentable’ para las chicas.

“Ugh, Niall, recién llevo diez minutos aquí, creo que deberías darme un tiempo para mí.”

Después de eso se escuchó un golpe seco contra la puerta seguido de un gruñido.

“Harry, ¿Estás escuchándome?” le cuestionó Liam al observar como el rizado miraba aburrido por la ventada del salón.

“Hum, no, disculpa. ¿Qué estabas diciendo?”

“Louis no vendrá, por lo tanto tendrás que ir a entregarle los apuntes de las clases de hoy.” Dijo con una sonrisa burlona en su cara. Liam sabía perfectamente que era un día maravilloso para encerrarme en mi departamento y no salir, poniendo la excusa de que había probabilidades de que llueva y no quería enfermarse. Ese era precisamente su plan: esperar el horario de salida y hacer nada por el resto del día.

“Y… ¿Por qué no vas tú?”

“Porque eres su mejor amigo” respondió simplemente “es tu trabajo ir a entregarle todas esas cosas e ir a ver qué tal se encuentra.” Era verdad. Además extrañaba a Louis demasiado, ya que los cuatro días que estuvo sin asistir a clases tampoco había salido de su departamento para encontrarse con sus amigos.

“Está bien. Solo dame las hojas para llevárselas.” Liam asintió con la cabeza.

Ese día, más tarde, me encontraba caminando hacia el departamento que compartían Zayn y Louis, que era más del castaño que del morocho, ya que este último pasaba más tiempo en casa de su novia que en la propia. Me adentré al edificio, al ascensor y presioné el botón que me llevaría hasta el piso donde mi amigo vivía.

Saqué las laves de mi bolsillo y abrí la puerta del departamento. ¿Olvide mencionar que prácticamente vivía allí? Era como mi segunda casa, donde podía refugiarme los días en los que Niall llevaba a su odiosa novia, ugh.

En el momento en el que entre, una aguda y melodiosa voz invadió el espacio. Cabe mencionar que a Louis le desagradaba bañarse con la puerta cerrada cuando se encontraba en soledad pura. Decidí esperarlo en la cocina, con una buena taza de té de las que a él tanto le encantaban.

Pasados quince minutos Louis apareció en escena vistiendo simplemente unos bóxers negros. Su cara de susto y el grito que deben haber escuchado los vecinos en un radio de 80 metros vivirán siempre en mi memoria.

“¿Qué clase de maniático entra en la casa de su mejor amigo sin avisarle absolutamente nada?” Preguntó mientras se colocaba su querido sweater negro con detalles blancos, tres tallas más grande de lo que debería.

“Yo, por lo tanto deberías saber que nunca aviso cuando entro en tu casa.” Dije echándome en el sillón “Siempre estas para recibirme, no es mi culpa que no dejes la llave en la cerradura cuando entras a ducharte.” Él se acomodó a mi lado mientras encendía la televisión.

“Bueno, ¿A qué se deben sus visitas, Señor Styles?”

“Oh, he venido a dejarte un par de cosas que Liam mandó para ti.”

Sus ojos se iluminaron. “¿Ese par de cosas pueden resumirse en ‘tarea’?”

“Si, precisamente lo son, rata de laboratorio.” Dije riéndome.

Louis era diferente a todos nosotros. Mientras estábamos en alguna fiestas, él estaba completando trabajos para disfrutar del aire libre todo el día siguiente. Elegía el aire libre y las tareas por sobre todas las fiestas del mundo. Nunca comprendería su forma de ser.

Pero la amaba.

One and Only. lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora