-Un año después--Alfita, llegué a casa. -dijo haciendo saber su presencia.
A los pocos segundos escuchó armoniosas pisadas provenientes del corredor que lleva a su habitación.
Retirá con pereza la bufanda beige de su cuello, junto con el abrigo que traía puesto para dejar ambas cosas en el perchero tallado finamente en madera que tenían colocado en la entrada.
Decidido se dirige hacia donde provino el sonido de los pasos de su pequeño alfa. Se recargo en la entrada de la puerta de su habitación, solo para poder observar al lindo castaño, quién justo ahora está dedicado a armar un nido, tan concentrado en ello que no advierte su presencia.
Recuerda la primera vez que le miro hacer uno, la imagen de ahora lo lleva a aquella bella memoria, todo el cuerpo de su pequeño alfa cubierto en mantas, junto con las almohadas que llevaba en sus antebrazos, todo un lindo lío de telas, sus olores mezclándose a la perfección como la primera vez que intercambiaron un abrazo al momento de conocerse.
-11 meses atrás-
Un mes después y su pierna ya estaba sanando completamente de la mordida que recibió.
Recuerda que las primeras dos semanas luego de lo ocurrido en el centro comercial, el alfa de hermosos ojos verdes en los que se permite perderse por horas para admirar el abismo de naturaleza que poseía en ellos, le llamaba para saber cómo se encontraba a pesar de que la herida de la mordida no fue demasiado profunda.
Ahora aquí estaba, en casa de su alfa para tener una cena, la pequeña hermana del susodicho estaba ahora abriéndole la puerta al alfita de ojos zafiros.
-Mi hermano no tarda en llegar, si gustas esperarlo en el sofá y yo estaré en mi cuarto haciendole la carta al Gran Omega Rojo. - dijo dándole un abrazo para acto seguido salir disparada por las escaleras.
El castaño solo pudo asentir, esparciendo su aroma a canela por la sala.
Se sentó en el gran sillón blanco que contrastaba con las paredes en negro.
Tenía solo tres minutos aproximadamente esperando cuando sintió la extraña necesidad que bien conocía.
Tenemos que hacer un nido.
-Alfa no.
Soltó un bajo gruñido, para después mover las piernas de arriba a bajo.
La picazón por contradecir a su alfa interno y la necesidad de hacer un nido estaba en la punta de sus palmas.
Así que se dispuso a buscar sábanas, colchas y almohadas, guiado por su olfato gracias al leve matiz de olor a café que provenía del corredor principal de la casa.
............................
Styles llego directo a la sala cuando sucumbió al olor a canela en sus sentidos, su propio aroma se espacio en signo de felicidad.
Cuando vió al maravilloso ser que ahora es dueño de sus pensamientos en este último tiempo, supo que no podría existir algo más tierno que su alfita en el centro de un nido rodeado con lo que parecía ser sus sudaderas y los edredones de su cama.
El olor a canela se intensificó de un momento a otro al punto de ser asfixiante, pero no para él alfa que acababa de llegar.
Las pupilas esmeraldas se dilataron por tan exquisito olor.
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Una navidad sin luces. [L.S.]
FanfictionHechos incorrectos en el tiempo correcto, cada acción conlleva una consecuencia, probablemente así puedes conocer a la persona que te acompañará por un gran lapso de tiempo en tu vida y tal vez después de esta.