𝙏𝙚𝙣 𝙙𝙖𝙮𝙨 𝙤𝙛 𝙒𝙝𝙖𝙩𝙨𝘼𝙥𝙥 𝙘𝙝𝙖𝙡𝙡𝙚𝙣𝙜𝙚 𖦹 𝕊𝕦𝕟𝕂𝕚

𝔓𝔯𝔬𝔩𝔬𝔤𝔬'

Adorablemente caliente. Así describiría Nishimura Riki al tierno Omega, Kim Sunoo.

El gran y fornido Alfa, de treinta años, está completamente loco por aquel pelinegro, de tan solo dieciséis. Aquellos se conocían gracias al padre del menor, quien dirigía una gran y famosa empresa de seguridad, siendo socio de Nishimura, cuya empresa era bancaria.

Los dos mayores suelen cenar en diferentes ocasiones, mayormente en la casa de Kim, donde también estaban presentes la Señora Kim y su hijo, el pequeño Ddeonu.

Eran predestinados.

Joder, eso el Alfa lo tenía clarísimo desde que entró en aquel hogar por primera vez, el aroma a chocolate y menta unidas atrayéndolo de manera brusca. Y cuando lo vio, mierda, estuvo a nada de abalanzarse para tocar y besar absolutamente todo su cuerpo.

Su culo era espectacular. Su cintura pequeña, sus muslos regorditos —pero sumamente tiernos— y su piel levemente bronceadita.

Sunoo también había notado el olor a café y cedro en demasía, casi desmayándose ante lo delicioso que era. También cuando vio a Ni-Ki, sintió aquella fuertísima conexión, y casi babeó al ver lo guapo que era.

Pero hoy no vamos a hablar de eso, sino del orgullo del rubio al haber obtenido el número de celular del chiquito.

No es como si el pelinegro se lo hubiese pasado, aunque estaba seguro de que si se lo preguntaba, con una de sus hermosas y singulares sonrisas se lo daba.

Justo frente a ellos, la Señora Kim recibió una llamada de la profesora de danza del menor, quien habló con ella para darle su nuevo número, al haberlo cambiado, con el fin de que la nombrada lo agregase al grupo de WhatsApp de los bailarines.

Ni-Ki oyó atentamente, escribiendo de manera discreta las cifras dictadas por el pelinegro y agregándolo en contactos como "Bebé🍑", importándole una mierda si ese apodo debía o no ser correcto.

Y cuando llegó a su costoso y lujoso pent-house, no dudó en enviarle un mensaje.

Bebé🍑
En línea

hola, precioso—

A Sunoo le llegó el mensaje justo cuando estaba metiéndose en la cama, dispuesto a dormir. Y al leerlo, quedó algo confundido.

—¿hola? ¿quién es?

oh, soy Ni-Ki, corazón. el amigo de tu padre. —

Sunoo abrió su boca con sorpresa, aún más confusión y, sin evitarlo, soltó una sonrisa. El Señor Nishimura de verdad le gustaba, mucho.

—lo siento, señor Nishimura. me tomó por sorpresa c:

no te preocupes—

no me digas así, lindo. me siento viejo—

—puedo inventar algún apodo? jiji

— Kinnie es lindo :D

me ha encantado—

"Tanto como tú", casi escribe Nishimura.

—¿cómo consiguió mi número? digo, no es como si me moleste, pero yo nunca se lo di :o

me lo dio tu padre, Ddeonu. ;)—

Bueno, mentir un poquito no es taaan malo.

El pelinegro chilló con alegría.

—¡Gracias, papá!—gritó riendo con ansias.

espero que no te moleste. siempre he querido hablarte con más... confianza, si sabes a lo que me refiero—