Capítulo I.

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[... 𝙸𝚗𝚏𝚊𝚗𝚌𝚒𝚊... ]
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Bueno, como en todas las historias tiene que haber un inicio y un final, ¿no?
Empezaré contando como empezó todo lo que a día de hoy soy. Todo lo que me ha formado
Aunque, para ser sincero, tengo pocos recuerdos de cuando era pequeño.
A penas puedo recordar, y lo que sé es porque me lo cuentan a diario.
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Nací en el día más caluroso de verano, en mitad de julio. Exactamente el día 17 a las 4 menos 10 de la tarde.
Para ese entonces mi madre ya había dado a luz a mi hermana mayor, la cual tiene actualmente 22 años.
Para ese entonces, mi padre y mi madre estaban juntos. Aunque no duró mucho, porque a mis 3 años se separaron.
Ambos por un lado distinto.
Mi padre se volvió a casar al poco tiempo, y mi madre solo empezó una relación con otro hombre.
De mi infancia lo poco que sé es que me encantaba pasar las tardes en casa de mi abuela, en su cama viendo la TV y comiendo chocolatitos negros o frutos secos.
O en su terraza, dando vueltas curiosamente al rededor de la sombrilla.
Es interesante pensar en como creía ser tan feliz.
Recuerdo escenas de mi madre gritandonos a mi hermana y a mi. Pellizcando mi piel cuando era pequeña para que me comportara bien y amenazandonos de formas dolorosas.

Tal vez no me daba cuenta
O simplemente quería ignorarlo. Era pequeño.
Merecía ser feliz.
En el Colegio me insultaban y me decían que tenía brazos peludos y que era gordo. Acabé depilandome yo solo los brazos con una cuchilla.
Quería tener amigos.
¿Por qué no podía tener amigos?
Iba solo en el autobús, estaba solo en las excursiones, cumpleaños. No salía de casa, nadie me hablaba ni mostraba interés en mi. Tampoco destacaba en clases.
Nunca he sido especial.
Nunca ha habido algo que me hiciera especial ante los demás.
Tenía solo 10 años para entonces.
¿Por qué era todo tan difícil?
Al poco tiempo mi madre tuvo a mi hermano.
Viajabamos mucho porque el hombre con el que estaba tenía dinero, y gracias a eso tuve la oportunidad de ver muchos países hermosos.
Pero también sufría viendo sus discusiones. Como se maltrataban física y psicológicamente.
Pensé que tener un hermano podría ser algo bueno, pero con la educación de unos padres como esos no podía esperar mucho.

Empecé a refugiarme en Internet desde una temprana edad. Buscaba atención y cariño por parte de cualquiera y me apasionaba saber que había un mundo tan grande ahí fuera.
Me gustaba recibir afecto. Aunque no conocía a esas personas.
Al final acabaron engañandome y manipulandome de mil maneras.
Era tan tonto...
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Mi casa se sentía como el mismo infierno y todas sus etapas, como son fuera esclavo de sufrir una condena perpetua en esa cárcel de los mil horrores.

Al llegar a secundaria mi vida cambió mucho...
Pero eso mejor lo dejaré para otro día.
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